James se rió y comentó: «A mí también me costó dormir. No podía dejar de pensar en esa chica guapa que vi al costado del camino hace unas semanas. Sus ojos son hipnóticos. He estado en trance desde entonces. Pregúntenle a Cathy».
Angela rió entre dientes agradeciendo el cumplido.
Cuando llegaron a la sección norte, James no podía creer lo que veía. La manada de Black Angus más hermosa que había visto en su vida estaba al otro lado de la cerca. Se giró hacia Angela y ella sonrió y asintió.
"¿Conseguiste la reja?", preguntó. "Puedes abrirla aún montada. ¿Ves el pestillo?"
Después de cerrar la puerta tras ellos, dijo: "¿Qué les estás dando de comer? ¿Esteroides?"
"No. Cría. El señor Karalis me enseñó", dijo alegremente.
James negó con la cabeza. "¿Vendes ganado de cría?"
"Sí", respondi
