CAPITULO 2

1812 Words
Para coincidencia o ironía de la vida ella y la amante de su esposo se encuentra en habitaciones contigua lo que la hace estar cerca. Emma se encuentra con sus ojos cerrados cuando escucha los pasos de alguien en la habitación, despacio abre sus ojos y ve a Matías que acaba de llegar. —Matías. — dice algo sorprendida al verlo ahí, pero luego de un segundo recuerda lo ocurrido en el lugar del accidente y como él la ignoró para irse con su amante. —Debes de estar feliz por lo que has hecho. — le dice en tono frio. —¿A qué te refieres? — le pregunta confundida. —No te hagas la tonta, sabes muy bien de que te estoy hablando, es más que evidente que después de vernos a los dos besándonos en la oficina tu decidiste esperar el momento oportuno para vengarte de nosotros y deliberadamente hiciste que un auto las atropellara, claro que nada salió como lo planeaste. —¡Acaso te estas volviendo loco! — le dice ofendida por sus acusaciones. —Solo te voy a advertir una sola cosa, si le sucede algo y ella pierde a mi hijo no te lo voy a perdonar nunca. — le dice y se va dejando a una sorprendida Emma en la habitación. Las lágrimas no tardaron mucho para asomarse por sus ojos y rodar en sus mejillas. Emma se quita el suero que tiene puesto y se dirige hacia la habitación de al lado donde para su sorpresa encuentra a su suegra acompañando a la mujer con la que su querido hijo la está engañando. —¿Qué haces aquí? — le dice Sofia la medre de Matías quien le dedica una mirada llena de rechazo. —También estoy ingresada en este hospital. —No puedo creer que tengas la agalla de venir a esta habitación después de lo que hiciste a Silvia, ¿acaso no tienes vergüenzas? —No he hecho nada, y por esa razón estoy ahora aquí. —Acaso dices que soy una mentirosa. — le dice Silvia y finge que está llorando. —Tu fuiste la que intentaste hacerme daño y ahora finge para que todos piensen que yo fui la causante de todo. — le dice intentando aclarar todo “Paf” resuena la cachetada que su suegra Sofia le da mientras intenta aclarar el mal entendido. Emma sostiene su rostro del lado que recibió la cachetada mientras observa como Silvia se ríe de su desgracia. Los pasos de alguien que se acerca resuenan en la habitación y un enojado Matías entra. —¿Por qué estás aquí? —Mati cariño. Por favor dile que se vaya, ella me odia y vino a burlarse de mí. — dice Silvia entre falsas lágrimas. —Emma vete y no intentes acercarte más a Silvia. — le dice en tono frio. Emma solo lo mira en silencio. —Vete de aquí que solo estas molestando. — le dice Sofia. —Pensé que me había casado con un gran hombre, pero al parecer cometí un gran error del cual estoy pagando las consecuencias. Tratar de conquistar tu amor no vale la pena. — le dice llena de rabia y sintiéndose impotente. —Lamento no ser lo que esperaba. —Quiero que nos divorciemos lo más pronto posible. — le responde y sale de la habitación sin mirar atrás, ya estaba resignada y decidida a alejarse de ese hombre y su familia que tanto la desprecia. Mientras camina hacia la salida ella choca con alguien que va entrando al hospital. —Disculpe. — le dice el hombre. —Discúlpeme usted a mí. — le responde de inmediato y lo mira a la cara. Y ahí está frente a ella ese guapo hombre de ojos grises que la había ayudado durante el accidente. —Tu otra vez. — le dice sorprendida. —Ya estas mejor. — le pregunta preocupado a ver que sale del hospital y notando que su brazo aún está en mal estado y no lo han vendado. —He decidido irme, no tengo nada grabe y buscare asistencia médica en otro lugar. —¿Quieres que te acompañe? — le pregunta temiendo que le suceda algo en el camino. —No hace falta, llamare a mi familia para que vengan por mí, de toda manera gracias. — le dice y se va dejándolo atrás. Emma sale lo más pronto posible del hospital y toma un taxi, mientras va en el taxi ella se lamenta y llora sin mas no poder. —Señorita se encuentra bien. — le pregunta preocupado. —No se preocupe y lléveme a esta dirección. — le dice mientras le pasa la dicción anotada en una hoja. Emma está derramando las ultimas lagrimas que le quedan en este momento, ahora lo único que desea es separarse de Matías y alejarse de su familia. El taxista condujo por casi una hora, hasta que llego a una enorme mansión. —Creo que llegamos. — le dice dudoso en que este sea el lugar que ella va. —Ok. — ella baja la ventanilla y se asoma para hablar con el guardia de seguridad que está en la puerta. —Hola Max. —Hola señorita Emma, es un placer tenerla por aquí otra vez. —Gracias, abre la puerta que quero entrar. —Por supuesto. El taxi entra a la mansión y Emma después de pagarle al chofer se desmonta, ella se dirige hacia la entrada y toca el timbre para que le abran la puerta, el mayordomo de la familia abre la puerta. —Señorita Taylor bienvenida, por favor pase. — le dice asiéndose a un lado para que ella entre a la casa. Ella entra a la casa y se dirige a la sala de estar donde se encuentra con su hermano Cristian que está hablando con alguien por teléfono. —Hola hermano. — ella le dice y él la mira con cara de sorpresa al verla ahí después de más de dos años. —Emma estas de vuelta. — le dice con una sonrisa recordando aquella vez que su hermana se fue de la casa, ese día cuando ella decidió irse le había dicho que solo regresaría si su familia aceptaba a su esposo, pero ella ahora está ahí. — dime por favor que volviste para quedarte. —Sí, estoy aquí para quedarme, he decidido divorciarme y volver junto a mi familia. —Hace mucho tiempo que he querido escuchar eso, no sabes lo feliz que me siento al tenerte aquí devuelta. — le dice y va haca ella y le da un enorme abrazo. —¡Aaargh! — ella se queja de dolor, su hermano le ha lastimado su brazo sin querer cuando la ha abrazado. —¿Estas bien? — le pregunta preocupado. —Me lastime el brazo, pero no te preocupes estaré bien. — le dice para tratando de que se sienta tranquilo, ella no quiere que el entere de lo sucedido y quiera tomas algún tipo de venganza. —Vayamos a tu cuarto para que descanses y yo llamare al médico de la familia para que te atienda. — le dice preocupado. —Está bien vamos. Los dos suben hacia el cuarto de Emma que a pesar de que ella no ha estado viviendo con ellos, siempre lo han mantenido ordenado y limpio. Cuando los dos entran en el cuarto, ella se acuesta en su cama. —Se siente bien estar de vuelta. — le dice sintiéndose bien y a gusto en su cama. —No debiste haberte ido nunca, abecés me pregunto que le viste a ese imbécil que decidiste alerte de tu familia y casarte con él. —Se que cometí un error, pero sabes bien que soy un ser humano y como tal puedo cometer errores, pero lo importante ahora es el hecho de que estoy aquí. —Tienes razón, y creo que tenemos que celebrar el regreso de mi querida hermana, pero por ahora llamare al doctor, quédate aquí tranquila en lo que le medico regresa, mientras tanto pediré que te traigan algo de comer. —Está bien. — le contesta y su hermano Cristian sale de la habitación dejándola sola. Tirada en su cama, ella cierra los ojos tratando de disimular la molestia que siente en su brazo, mientras está ahí en su cama ella piensa por un momento en Matías y se pregunta que estará haciendo el ahora que ella se ha ido de su vida. Matías se pasó gran parte en el hospital junto a Silvia y su madre que al parecer las dos se llevan muy bien, contrario con Emma, las dos siempre estaban en desacuerdo y discutían de vez en cuando. En este momento él se dirige hacia la casa para hablar con ella sobre su petición de divorcio y su chofer ha llegado para recogerlo. —Carlos quiero que me lleves a la casa. — le dice mientras que se da cuenta que a su lado hay un paquete. — ¿Qué es esto? — pregunta mientras toma el paquete. —Es algo que la señora compro, ella estaba emocionada por que hoy tenía algo especial preparado para los dos, segúnescuche. — le responde y él se siente mal al recordar la manera en que le había hablado. —¿Sabes lo ocurrido hoy en el estacionamiento de la empresa? —Escuche que la señora fue atropellada junto a otra mujer, espero que se encuentre bien, ella es muy buena persona. — le dice y Matías lo mira sorprendido. Nunca en todo este tiempo ha escuchado al personal quejarse de ella, al contrario, todos dicen cosas agradables y se siente a gusto con ella. Él no continúa haciendo le más preguntas al chofer y se mantiene en silencio hasta que llegan a la casa. Matías entra y sube al cuarto de Emma para hablar con ella con más calma, pero para su sorpresa ella no está ahí. Recordando sus palabras el revisa su closet para ver si se ha ido y se ha llevado todas sus cosas, pero todo está ahí por lo que decide salir a buscarla por toda la casa, pero no la encuentra en ningún lugar, así que sale afuera y llama a su chofer. —Dígame señor, necesita algo. —¿Carlos llevaste a mi esposa a algún lugar? —No, la señora no ha venido conmigo, pero recuerdo que la vi subir a un taxi. —¿Dónde podría haber ido? — se pregunta algo preocupado, así que toma el teléfono y la llama una y otra vez, pero ella no contesta su llama. En ese momento la voz de Emma diciéndole que quiere el divorcio resuenan en su cabeza. —¿De verdad se ha ido y me ha dejado? — se pregunta mientras siente un vacío dentro de él.
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