El médico de la familia Taylor ha terminado de revisar a Emma y de darle la atención medica que ella necesita, por suerte su brazo no sufrió ninguna fractura y solo tiene contusiones y un nervio retorcido, lo que le provoca dolor, el médico le ha puesto un medicamento para el dolor y la inflamación, y en unos días estará recuperada.
Emma sintiéndose mucho mejor se encuentra comiendo algo cuando escucha la voz de su padre a los lejos.
—¡Quiero ver a mi hija! — dice en voz alta mientras abre la puerta de su cuarto, este entra acompañado de su hermana.
—Papá. — le dice sintiéndose avergonzada por haber sido una mala hija y haber abandonado su familia por alguien que no vale la pena y que nunca la ha amado.
—Hija mi amor está aquí con tu familia. — le dice mientras le da un abrazo.
—Si papa, he regresado.
—Hermana no sabes lo feliz que me siento de que estes aquí te extrañe machísimo.
—Yo también los extrañé a todos. — le responde una lagrima rueda por su mejilla.
—Tu hermano me dijo que te divorciaras de ese hombre con el que te cásate.
—Si es verdad, he decidido divorciarme.
—Ese tipo no está a la altura de una Taylor, no sé cómo permití que te casaras con él y ocultara tu identidad para formar parte una familia que se encuentra por debajo de nuestros estándares. — le dice su padre.
Emma sonríe y se acurruca sobre el hombro de su padre, su familia es una de la más poderosa he influyente del país, la familia de su esposo nunca podrá tener toda la riqueza que la familia Taylor posee, ellos son los dueños de innumerables hoteles y centro comerciales en el país, además de que poseen varias empresas.
—Papa, estoy algo cansada y lo que deseo ahora es descansar un poco.
—Está bien querida, luego hablaremos sobre tu divorcio, por lo pronto descansa.
—Gracia papi, eres el mejor. — dice y le da un beso en la mejilla.
Todos salen de su cuarto y ella se queda sola, Emma toma su bolso y de ahí saca su teléfono el cual lo tiene en silencio y en el encuentra varias llamadas perdida de Matías.
Para ella es evidente que la ha llamado para hablar sobre su separación, pero en este momento lo menos que ella desea es discutir con el por teléfono, así que solo se ira a dormir y mañana cuando sea un nuevo día y se sienta mejor lo va a llamar.
Dos días han pasado desde que Emma regreso con su familia, Matías ha intentado comunicarse con ella, pero ella se ha reusado a contestar su llamada, su enojo y decepción han sido más fuerte y más grande de lo que ella había imaginado y ahora lo único que desea es estar lejos de él.
Es sábado y Emma se encuentra en el jardín de su casa dando un paseo por los alrededores mientras observa las flores y contempla la hermosa mañana.
—¿Qué haces aquí sola? — le pregunta mientras se coloca a su lado.
—Solo quiero contemplar lo hermoso que es este jardín.
—Hace tiempo que no estás aquí entiendo que desees estar por los alrededores, pero sería bueno que te quedes en tu cuarto y descanses, quiero que te recuperes pronto.
—Si continuo ahí encerrada me va a dar un ataque de ansiedad y eso es lo último que deseo.
—Estás pensando en Matías. — le pregunta y esto la agarra por sorpresa.
—Tienes curiosidad de lo que está pasando por mi mente, verdad.
—La verdad lo único que me interesa es que seas feliz, pero sobre todo que te alejes de esas personas que te hacen daño.
—No te preocupes por mi hermano ya he hablado con mi abogado y hoy le llegan los papeles del divorcio a Matías, estoy decidida a dejarlo y no hay marcha atrás.
Emma esta más que decida a dejar a su esposo y no piensa dar marcha atrás, a pesar de que ella lo ama su amor propio debe de ser más grande, por lo que debe de interponer su felicidad por encima de todo.
—Siendo así, dentro de una semana haremos una fiesta de bienvenida para ti y estoy pensando invitar a ex a la fiesta, es hora de que se dé cuenta del gran error que cometió al despreciarte.
—Ok, me parece perfecto.
Emma regreso a su habitación unos cuantos minutos después y ahí ella vuelve a recibir otra llamada de Matías, esta vez ella decide contestar la llamada y saber qué es lo que el desea.
—Hola. — le contesta con indiferencia.
—Emma por fin contesta, te he estado llamando y no me contestas.
—¿Qué es lo que deseas?
—¿Dónde estás? ¿porque no has vuelto a la casa?
—No tengo nada que hacer en esa casa, y ya te dije que me quiero divorciar de ti.
—Entonces lo dijiste enserio.
—Por supuesto que fue encero, lo mejor que puedes hacer es firmar el divorcio por la buenas o me vere en la obligación de anular nuestro matrimonio.
—No tienes por qué amenazarme ni ser tan brusca, envíame los documentos y lo firmare.
—Bien, esta tarde mi abogado ira a verte para que firmes el divorcio, adiós. — le dice y cuelga la llamada sin darle la oportunidad de decir nada más.
Matías se encuentra incrédulo al ver como Emma ha cambiado y la manera tan diferente con la que le había hablado, ella nunca se había comportado así con ella, la mujer que siempre buscaba la manera de obtener su atención ahora es completamente diferente y no muestra ningún interés en él.
—¿Mi amor que haces? — le dice Silvia cuando entra a su oficina acompañada de su madre.
—Estoy trabajando, ¿Qué es lo que quieres? — le pregunta en tono frio.
—Solo vengo a verte cariño, acaso eso te molesta. — le dice asiendo un puchero.
—Hijo porque te comporta así con la que será madre de tu hijo. — le reclama su madre.
—Mamá se supone que Silvia tuvo un accidente y debe de estar en recuperación por el bien de nuestro hijo, pero en estos momentos está aquí cuando no es debido.
—Estoy bien y él bebe esta fuera de peligro no debes preocuparte. — le dice algo nerviosa.
—Lo sucedido fue más un susto, por suelte Silvia no sufrió ningún daño, creo que los ángeles la protegieron y la libraron de las malas intenciones de esa mujer. — le dice su madre refiriéndose en sus palabras a Emma.
—Así es, el auto no me golpeo. — le dice sonriente y Matías en ese momento recuerda como Emma estaba tirada en el suelo debido al imparto, el todavía no ha revisado el video de seguridad para saber que fue o que paso ese día.
—En este momento estoy ocupado, váyanse y déjeme solo. — le dice mientras toma algunos documentos en sus manos.
—Está bien, nosotras nos iremos a hacer algunas compras, tu continúa trabajando. — le dice su madre y las dos salen de la oficina.
Matías siente dudas sobre lo sucedido y se pregunta si se debería comprobar las imágenes de las cámaras del parque y ver qué fue lo que de verdad ocurrió ese día. Dispuesto a no seguir más con las dudas llama a su secretaria.
—Carol quiero que llames al encargado la video vigilancia y les pida y el video del momento del accidente que tuvo mi esposa y Silvia.
—Por supuesto señor, me comunicare con el de inmediato y lo obtendrá hoy mismo.
—No es necesario que te apresures, solo consigue la grabación y luego me las pasas.
—Ok. — le contesta y el luego de eso cuelga el teléfono y continúa trabajando. Casi una hora más tarde su secretaria se comunica con él.
—Si Carol. — le dice mientras analiza unos documentos.
—Señor el licenciado McGregor quiere verlo, dice que es el abogado de su esposa. — le dice y Matías se queda sorprendido al escuchar esto, él había pensado que lo del divorcio era solo un berrinche de Emma, pero al parecer es real y ella está decidida a dejarlo.
—Déjalo pasar. — le dice.
El abogado de entra a su oficina con una carpeta en manos, en la cual se encuentran los papeles de la solicitud del divorcio.
—Señor White es un placer poder reunirme con usted. — le dice el abogado en un tono cortes.
—No creo que esta reunión sea para algo agradable. — le dice mientras le indica que tome asiento con su mano.
—Bueno, que el día sea agradable para usted depende de cómo se tome la solicitud de divorcio de mi cliente, que si le soy sincero es bastante favorable para usted ya que ella no quiere nada de uste más que firme los documentos.
—Quiere decir que ella piensa divorciarse de mi sin exigir nada.
—Así es, ella me ha pedido que le diga que lo único que ella quiere es que firme los documentos de inmediato y así ella podrá convertirse en una mujer libre al igual que usted se convertirá en un hombre libre y podrá casarse con quien usted desee. — le dice y le extiende la carpeta con los documentos, Matías la toma y le da una rápida hojeada a los papeles comprobando de que en verdad el abogado le ha la verdad y Emma no está exigiendo nada de su dinero o propiedades.
—De verdad ella solo quiere separarse de mí.
—Así es, por favor firme y terminemos con todo esto.
Matías toma un bolígrafo y algo dudoso estampa su firma en esos documentos y al instante de firmarlo el siente un gran peso en su pecho, mientras algo dentro de él le indica que ha perdido algo valioso, pero él ignora todo esto y termina de firmar los documentos.
—Me alegra haber cooperado con usted, espero que nos volvamos a ver en otras circunstancias. —Le dice y luego se ponerse de pies se va.
Emma se encuentra en su cuarto cuando recibe el mensaje de su abogado indicándole que los documentos del divorcio fueron firmados y que ya puede declararse prácticamente como una mujer libre.