Una desición que tomar

817 Words
Abro los ojos bruscamente, luego de tener nuevamente aquella pesadilla me siento en la cama y me percato que la almohada y mi pijama están empapadas de sudor, observó la hora en el despertador 04:20 am, y me dirijo hacia el baño para darme una ducha, procedo a quitarme la blusa de tirantes, cuando escucho una voz ronca que proviene de la puerta de la habitación. - A pesar del tiempo que ha pasado aún sigue intacta. Refiriéndose a la cicatriz que tengo en la parte superior de mi espalda, giro mi cuerpo bruscamente, me observa fijamente con sus oscuros ojos negros que solo tiene Markus y de repente mis músculos. se relajan, me dejo caer en el mesón del lavamanos. - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? - Se te olvida quien te enseño a abrir una cerradura y tu no deberías estar aquí. - No pienso pasar mis vacaciones en un hotel cada noche. - Tu más que nadie deberías saber el riesgo que corres al conservar este apartamento. - Solo se que me tengo que dar una ducha y me encantaría un café al salir. - - Lo que hace falta una novata dándole órdenes al director.-suelta una pequeña carcajada, antes de cerrar la puerta, me termino de desvestir y de entrar a la ducha. Markus además de ser el director de la división, es como un padre para mi, me acogió cuando mis padres murieron, fue mi instructor cuando solo era una aspirante, mi monitor y supervisor cuando era una novata, fue mi compañero en mi primera misión como agente, me alentó a sacar el mejor provecho posible de aquella memoria fotográfica que me heredó mi madre, y gracias a eso tome las misiones que muchos agentes de mayor rango había desertado o fracasado. Cuando salgo de la habitación llevo puesto unos jeans grises, un blusón verde y unos tenis blancos, el olor a café recién hecho me hace casi flotar hacia la cocina, me sorprendo al ver que no solo hay café si no también dos plato de comida cada uno con dos huevos fritos y tres tiras de tocino. - Decias que no te mandaba una novata - Calla y ven - Markus ¿Por qué has venido? - Vine para hablar de tu última misión y de la próxima. - ¿Como director o como amigo?. Carraspea casi como si se hubiera atragantado con la comida. - Lamento decir que vengo en ambas posiciones. - Bien, si me vas a preguntar del Caso Minus no hay mucho que decir, todo está en el reporte y del nuevo caso acabo de leerlo así que sé menos que tu. - Siento que no me estás contando todo lo que ocurrió en ese caso. Al escuchar eso, se me tensan todos los músculos y me recorre un frío desgarrador por todo el cuerpo - No sé de qué hablas, ahora qué pasa con el Caso Silverman. Suspira como si estuviera buscando bien en sus adentros la paciencia necesaria para no sermonear. - Quiero que lo rechaces, tomes un tiempo sabático o aceptes cualquier otro caso, el que tu quieras yo me encargo de asignarte. En lo que llevo de conocer a Markus no había visto esa expresión en él y menos conmigo, me había enseñado a no huir de las misiones debo admitir que me asusta un poco su actitud. - De qué hablas me lo asignaste y ahora quieres que me acobarde - No entiendes, yo no te lo asigne hay directivos de alto rango que buscan destituirme, pero más que eso quieren que salgas del camino, para poder formar una división corrupta. Silverman es un hombre con mucho dinero, poder y maldad esa es una combinación explosiva, no tiene una motivación financiera de todas las cosas que hace, solo Dios sabe porque causa tanto daño. - Me paralice y lo único que salió de mi boca fue: - Ya veo, lo pensaré Como pude evadí que siguiera esta conversación y me despedí, luego simplemente se limitó a salir como si nada, por la ventana hacia la escalera contra incendios. Han pasado un par de semanas desde que vi a Markus, he tratado de meditar nuestra conversación, sin embargo llegó la hora de tomar decisiones. Si decido aceptar el caso tendría que estar en el aeropuerto mañana a primera hora, y no habría marcha atrás, nunca me perdonaría abandonar una misión a la mitad o sin conseguir los resultados esperados o peor sin alguna respuesta acerca del caso de mi madre, y por otra parte por fin creo tener razones para quedarme. Este tiempo que me he quedado ha servido para acercarme a Andreu tanto como para sentir mariposas en el estómago, incluso empiezo a imaginar una vida como madre y esposa, el mayor riesgo que tendría que aceptar sería que se me quemara el desayuno, no habrían mentiras o violencia.
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