Llegar en el momento oportuno

1902 Words
“Desde la perspectiva de Hazard" Mi nombre es Hazard Tahidi, tengo treinta y cinco años de edad, soy de las hermosas tierras de la Gran península de Arabia. Desde muy joven aprendí como funcionaba el mundo, en especial el mundo en el que yo había nacido, pronto me interesé por la ingeniería, la tecnología y así convencí a mis padres de irme fuera del país a estudiar en la rama en que me gustaría aprender, me llamaba mucho la atención la ingeniería automotriz y la tecnología de punta. De ahí que casi al finalizar mis estudios, cuando estuve a punto de volver con mi familia, me encontrara con una persona que también cursaba la carrera de ingeniería automotriz, ella, era una Chica estudiando lo que nos gustaba mucho a los hombres, Grace Duvich era su nombre y no solo teníamos en común el adorar esta rama de la ciencia, sino que nos enamoramos perdídamente uno del otro. Ella tenía 25 y yo 26 años de edad, nos sobraba las ganas de amarnos, de compartir, de gozar juntos todo lo que descubríamos juntos, y era genial. Hasta ese momento, yo nunca vi la diferencia de ser un hombre a una mujer, ella era capaz, ella era inteligente, era bella y era alguien fuerte, pero a la vez, era frágil como los pétalos de una rosa. Hasta que me tocó volver a casa, y entonces mi vida se vió afectada, fue el momento en el que entendí que la diferencia de cultura nos separaba un gran trozo de esa felicidad que nos pertenecía, de esas sonrisas ingenuas y cómplices entre Grace y yo que ya no iba a ver, por que a cada uno nos tocaba dar la vuelta para irnos a nuestro "destino" y es que ahí iba a acabar todo. Pero... me negué a que fuera así. Me negué a que mi vida fuera solo de aceptación, de solo decirse, " oh, así es la vida, no se puede tener todo" olvidé por un momento de en qué lado del mundo es que fui a nacer, y tan solo me ví como lo que era, un hombre nada más. Y ese hombre estaba enamorado, ese hombre quería vivir su vida, su amor. Y con esa mentalidad me casé con Grace, a espaldas de mi familia, así decidimos nuestra propia luna de miel y pasear juntos por las mejores playas del mundo, bueno la verdad es que no eran las mejores playas del mundo, eran lugares ordinarios, pero lo que hacía especial era la persona con quien estaba, lo que me hacía ver a esa playa como la mejor y el amor que sentía, daba tonos mas llamativos a mi existencia y todo a mi alrededor. El amor adornaba todo mi mundo en ese momento. Y .... tocó volver. Volver a casa. Volver a mi realidad, a mi entorno, a recordar quién era yo. “Mi familia" estaba postrado en dinero a causa del petróleo, pero mi vida era un fiasco, por que con lo primero que me recibieran en casa sin haberme felicitado por mis logros y metas alcanzadas como uno de los mejores ingenieros automotriz, y ser también uno de los creadores de vanguardia en la tecnología, fue decirme, bienvenido Hazard, “te cansarás con esta fulana" toda mi mente tuvo una congestión. Y me minimicé, me sentí pequeño, me sentí inútil y desamparado, era religioso, amaba a nuestro dios Alá y siempre lo seguiré haciendo, pero me volví irrespetuoso a su grande, porque lo cuestioné. Era mi manera de gritar, ¡Auxilio! Y dije: ¿Quién pensó en usar fronteras? ¿Quién puso a regir la idea de casarse con una persona a quien ni siquiera conocías, en este caso? ¿Porque debía vivir alejado de la persona que estaba en mi corazón, alguien que ya vivía dentro de ella? Y si no era correcta, ¿por qué estaba dentro de mi corazón y mi mente? Empecé a hacer cuestionamientos sin detener y me di cuenta que todo sistema con el que rige una sociedad o lo que fuere, no es del todo solvente, que a veces era necesario que uno mismo construyera lo necesario, si necesitaba cruzar un campo abismal, debía construir su propio puente. Y decidí porner en práctica mi lucha por el amor, hablé con mi familia acerca del amor que sentía por Grace, que lo sentía por alguien que no había tenido la suerte de haber nacido entre nuestra gente, en nuestro país, en nuestra cultura, y ellos de inmediato la rechazaron. Ante toda esta perdición, algo bueno estaba entre medio de nosotros dos, ella estaba embarazada, así que cometí el gran error de creer que ellos ( mi familia ) respetarían eso, que la terminarían aceptando, pero fue todo lo contrario. Nació nuestra hija Akamaal, y hasta ese momento, todo lo que Grace aún poseía era su vida. Le habían quitado todo. Su forma de ver y vivir la vida, su ropa, sus comidas favoritas, su forma de hablar, ahora debía hacer silencio, ahora debía vestirse lo más recatada posible, no mirar a los demás, no quejarse, ella ya no era ella, ella ya no era la misma, y yo perdí a la mujer de quién me había enamorado. ¿Qué se sentía haber llegado a este punto de mi vida? Planeaba llevarme a Grace al extranjero, estaba buscando la forma de salvarla, de hacer que mi flor tuviera su hábitat, pero ellos la asesinaron, nuestra hija tan solo tenía tres años de vida. Yo perdí a mi amor y ella a su madre. Acto que cambiaría mi vida totalmente, cambié mi manera de ver la vida, mis perspectivas, todo cambió. Nadie de mi casa notó, ellos no ven esos detalles, ellos al menos en mi opinión actúan ya como seres robóticos, ya no sienten pena ni gloria por nadie, solo está sobre la jugada y ya. Me volví más distante, menos comunicativo, más exigente, menos entendible mi naturaleza. Pero se atrevieron a culpar a Grace, ni muerta la dejaron en paz. Un año después, volví a las tierras de mi amada Grace, ver el recibimiento que me diera sus padres y hermanos, me conmovió. Ellos no eran una mafia organizada, como lo era mi familia, ellos siempre fueron desde el principio, respetuosos, amables, hasta para sugerir, pedían mi permiso. Este era el ambiente que deseaba para mi hija, y decidí en ese momento que no volvería atrás. Aunque mi hermano Neftalí siempre estuvo detrás de mí intentando hacerme volver. En cuanto a la joven fulana que me la presentaron, les dije que me dejaran vivir mi duelo, mi dolor, que me dejara sanar y luego vería si había lugar en mi corazón para alguien mas. ¿Por qué es qué ellos no podían entender eso? Se puede clavar un clavo sobre otro clavo? ¿No sería incómodo, desastroso? Y me alejé, cada vez me alejaba más de mi familia, incluso dejaba a mi hija con la familia de Grace y viajaba solo, porque me temía que Neftalí ya estuviera orquestando la vida de mi hija a su antojo, y no me equivocaba. Él ya estaba buscando, según sus palabras un buen partido a mi pequeña, y cuando él y yo tenemos de ese concepto de partido algo tan distinto a su manera de llamarse partido. Para mi; un buen partido es alguien que te haga creer en ti, así como Grace creía en mi, porque debo contarles que hubo momentos en el que dudé de mi y de mi capacidad, y ahí estaba ella pensando en que yo si podía, eso era Grace para mí, mi faro, y ellos apagaron esa luz. Esa persona ante ti debe ser tu mejor aliado, tu amigo, tu crítico más sagaz, quien se ría hasta de tus chistes sin sentido. Grace hacia eso por mi, pero ya había pasado cinco años desde que ella se fue y yo estaba solo sin una luz, sin mi señorita sonrisas. Y de repente una luz vino a mi mente, y era esa odalisca, si, mi oveja fuera del redil, ella se quiere escabullir, pero no lo permitiré, si su dolor quiere hacerle perder su esencia, su yo real, yo la ayudaré a salir de ese precipicio para luego ser uno los dos. Quiero ser para Carlota el momento oportuno de llegada, quiero ser su amigo, su apoyo, su eterno novio y ser también su esposo y amante, darle un hijo y criarlo juntos sin las presiones culturales y solo teniendo a Dios por testigo. ¿Es malo? Estoy pensando que no lo es. Así como considero que ninguna sociedad es perfecta, pero si hay muchos que pasan de ser despiadados, una prueba de ello es la de mi familia, ellos no perdonan una rebeldía, o una desobediencia, ellos te aplastan como si fueras insecto. De ahí que considero que esta es una sociedad absurda y arbitraria, lo digo yo que salí de una. Volviendo al presente, voy a casa de Carlota y al momento de mi llegada, veo entrar a ese ex suyo, el tal Federico, viene con un ramo de flores, según que a dar el pésame, yo me pregunto a mi mismo; "¿sería que Federico no llegó a la repartición de la masa encefálica? Es que actúa como si no tuviera cerebro. No sabe Federico qué hay cosas de mucho más valor que el dinero, y eso es la confianza, la lealtad, el amor. Por supuesto, no seré yo quien le diga esas cosas, pero esperaré a que se vaya para poder entrar. Observo mientras tanto … Veo salir enojado a Federico, él lanza las flores en el suelo y las aplasta saltando sobre ellas, es a lo que me refería hace un momento, él no usa su cerebro, si es que la tiene. Así como lo vi irse de enojado, creo que mi pantera negra no le dió el recibimiento adecuado. “Jajaja” me rió por que las desgracias de unos, son las fortunas de otros. Carlota rechazó su supuesto pésame, no apreciaba ni a su madre, entonces porque fingir que si le importaba. —Hola —dije en voz baja al verla sentada en una banca en el jardín. Ella me miró y apartó la vista de mi, me lleva el diablo, me dije. —¡Tu! —dice de forma directa. —La vela se llevó a cabo allá en una funeraria, esta es la casa de mi padre y supongo que no lo conoces —dice de medio lado. —Así es. Es un buen momento para conocerle —dije y al parecer eso a ella no le gustó. —No molestes a mi padre, ¿podrías irte? —me dice mirándome con mirada intensa. —Está bien —respondí, en esta vida hay que saber cuando no te quieren en alguna parte. —Pero volveré —le aclaré, ella se puso de pies y me dice, “piérdete” es una forma clara de decirme, “me interesas tanto que hasta quiero que vuelvas” o lo mejor, no quiero que te vayas. La miré y sonreí, ella corrió tras de mi, no sabría decir porque, pero dió un traspié y casi su frente pisaría el suelo, yo la atrapé en mis brazos, sus ojos me miraron con una mezcla de confusión y dolor impregnado con un brillo de altivez.
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