—¡Oye porque te quedas parado ahí mirándome. ¿No escuchaste lo que te dije? Jake estaba sumido en sus pensamientos queriendo hacer suya a Clarissa, entonces volviendo en sí le respondió: —Oh, si ya me voy… lo que pasa es que estaba viendo que esa ropa interior también se ve que no es de tu talla. La que a mí me dieron me queda chica y a ti al parecer te queda grande. Debemos ir al supermercado a comprar ropa interior que sea de nuestra talla ¿no crees? A lo que Clarissa le responde: —Mmm pues sí, pero será cuando me mejore. Por ahora usaré la que me dieron. Trataré de hacerle unos nudos para que me entallen en lo que pueda. Pero bueno, no me siento cómoda hablando contigo de estos asuntos, así que por favor retírate y cierra la puerta. Jake dirigió su mirada a otro lado, y algo nervi

