+ARIA+
Mierda.
Parpadeo. Una, dos veces. Me froto los ojos y miro a mi alrededor. ¿Dónde…?
¿Dónde demonios estoy?
Miro hacia el techo, reconozco la lámpara. El papel tapiz dorado. El aroma a sábanas limpias, a cuero caro. Y entonces lo siento. Su brazo. Su peso. Su respiración cálida, profunda, en mi cuello.
Estoy en la cama.
En la cama con Killian.
Mierda.
Me incorporo sin hacer ruido, como si el maldito colchón fuera de algodón de azúcar y mis movimientos no pesaran. Lo veo. Killian, dormido a mi lado, el cabello despeinado, las pestañas largas descansando sobre sus mejillas masculinas, los labios entreabiertos. Tan… inocente que casi me olvido de que podría hacer volar medio país con una sola llamada.
No recuerdo haberme subido a la cama.
Recuerdo que desperté y no lo vi, salí
