+ARIA+ Estoy… aún en la cama de Killian. Oh por Dios. Mi cuerpo entero se estira como un gato perezoso mientras el sol se cuela por la ventana enorme de su habitación. Me froto los ojos y me giro sobre la almohada. Su lado de la cama está vacío, pero la almohada sigue caliente. ¿Dónde está? Entonces lo escucho. El sonido del agua cayendo detrás de la puerta cerrada del baño. Claro, está en la ducha. Me levanto lentamente, intentando no hacer ruido, y lo primero que me golpea es lo ridículamente grande que es su habitación. “¿Qué es esto, una suite presidencial?” murmuro para mí misma. A un lado hay un escritorio con papeles ordenados de manera casi enfermiza, y más allá un sofá n***o, varonil, de esos que invitan a hundirte con una copa de whisky en la mano. Todo es tan… masculino. Sól

