+ARIA+ Al final decidimos venir a la fiesta. Theo insistió en que tenía que celebrar el nuevo contrato millonario que firmé esta mañana. Me lo merezco —me dijo—, hay cosas que no pueden derrumbarme. Y tiene razón. Me lo repetía mientras me delineaba los ojos frente al espejo, como una oración. —Eres fuego, Aria —me dijo Margaret, dándole una última pasada de brillo a sus labios carmesí. La noche apenas empezaba y yo ya sentía el cosquilleo de la adrenalina bajo la piel. Era como si cada célula de mi cuerpo supiera que hoy iba a bailar hasta el infierno si era necesario. Killian no me llamó. No me escribió. Quizás no quiere verme hoy, pensé mientras me ajustaba el vestido black que Margaret me había insistido en usar. Un escote en forma de V que rozaba el abismo, aberturas en los costa

