+CLAIRE+ Mientras Philippe hablaba por teléfono en el balcón de la oficina de Alexander, traté de ignorarlo… pero era imposible. No tanto por lo que decía, aunque alcanzaba a oír alguna que otra palabra, sino por el tono. Esa voz suya, más baja, más dulce… esa voz que yo conocía demasiado bien y que, curiosamente, casi nunca me dedicaba a mí últimamente. —Él quiso venir aquí —me dijo Alexander, interrumpiendo mi distracción. Me giré hacia él, extrañada. —¿Y? Alexander me sostuvo la mirada, como si estuviera evaluando cada reacción que yo tenía. —Creo que él sospecha. Parpadeé, procesando la frase. —¿Cómo? No… no creo. Él apoyó un codo en el escritorio y entrelazó las manos. —Es posible, Claire. Muy posible. Negué con la cabeza, buscando convencerlo… y convencerme. —No, Ale

