+CLAIRE+ Me levanté temprano, antes de que el mundo despertara. Alexander estaba profundamente dormido, recostado de lado, con una mano extendida hacia donde yo había estado. Respiraba lento, tan tranquilo, y eso me dio la oportunidad de levantarme sin hacer ruido. Moví con cuidado la sábana para no despertarlo, contuve hasta la respiración, y me puse de pie. No sabía la hora exacta, pero juraría que eran como las cinco de la mañana. Afuera todavía no había salido el sol, y esa penumbra azulada se colaba por las ventanas, tiñendo todo con un aire de calma. Me puse un suéter de Alexander sobre la pijama, porque la mansión, tan grande, estaba algo fría. Abrí la puerta de la habitación y salí al pasillo. El silencio era casi absoluto, solo roto por un lejano zumbido… quizá la nevera o el a

