Los días fueron pasando, no había encontrado el momento de conversar con Iván por lo que me había pedido Jorge. Y viendo lo serio que es este no creo que tenga oportunidad con mi amigo si sigue de esa manera.
Pero me propuse hacerlo hoy a la hora del almuerzo, ya le había dicho en el inicio del recorrido que quería hablar con él. Iván parecía estar preocupado ya que todo el tiempo venía a mi oficina a preguntarme sobre qué deseaba hablar, no podía decirle ya que eso llevaría a una larga conversación y en verdad tenía documentos que entregar al decano y no podía distraerme.
Yendo al comedor, Iván se aproxima rápidamente tomándome del brazo izquierdo con ambas manos.
- Ahora si vas a decirme de qué quieres hablar conmigo?!!
- Tan ansioso?? - Digo continuando con mis pasos.
- Necesito saber si tengo que buscar otro empleo bebé!!
- No es por el trabajo Iván, quédate tranquilo...
- Sabes todo lo preocupado que estuve en el día!!!
- Jamás te he dicho que quería hablar de trabajo, solo dije que quería conversar.... como amigos...
- ¡¡Bebé, eres malo en verdad!! ¿Y de qué quieres hablar?... - Me dice tomando la bandeja y sirviendo del buffet en su plato mientras también yo lo hago.
- Sobre ti... - Ambos caminamos hasta una mesa disponible y por fortuna solo estaremos los dos para que no escucharan nuestra conversación.
- ¿¿Que hay sobre mí, bebé??
- Iván, ¿puedes dejar de llamarme de esa manera?
- No, mientras tengas los cachetes y labios de bebé... - dice apuntando a mi rostro con la cuchara.
- Ok, quería preguntarte, ¿en qué andas?
- ¡¡¿¿Qué??!!
- Que si estas saliendo con alguien, o si estas interesado en alguna persona...
- ¿A qué viene esa pregunta?
- Solo responde...
- Pues tú me gustas pero sé que no dejaras a Sergio por mí - Me dice con un puchero en sus labios y yo me atraganto con la comida.
- ¿¿¡¡Que!!?? - Escupo mi comida.
- ¡Solo estoy bromeando bebé! ¡¡Mira nada más!! ¡¡Me tiraste toda tu comida!! - Se limpia el rostro como si fuera que haya escupido en él, el rey del drama.
- Deja de decir esa tontería y responde...
- Bueno, poniéndonos serios... mmmmm no, no salgo con nadie...
- Le gustas a Jorge... - Y ahora es él quien queda atragantado. - Iván!!
- Que!!?? Yo... yo le gusto a Jorge!!
- Si, grita para que el mundo lo sepa...
- Perdón! Pero como....como sabes eso... - Dice bebiendo un sorbo de su refresco.
- Me pidió que le ayude contigo...
- Que!!!
- Que mierda Iván!!! Deja de escupir!!!... - Grito limpiando mi ropa con una servilleta.
- Wow... Mateo acabas de maldecir!?
- No hagas un drama de eso... Sergio siempre logra que lo haga.
- Y ahora te has vuelto un degenerado...- Dice mirándome coqueto. - y dime más sobre Jorge!!
- Te gusta?
-A quien no!? Aunque es muy serio, jamás pensé que yo le gustara.
- También, me sorprendió... pero que piensas hacer?
- Tú qué crees... si se ha animado a pedirte ayuda, creo que querrá conquistarme no?
- Que tienes planeado?
- Dile que me invite al cine o algo, así tendré oportunidad de conocerlo... no vaya ser un depredador...
- Aquí el único depredador eres tú Iván... - Digo bromeando y un puchero se adueña de sus labios simulando inocencia, aunque se vea adorable ese gesto me gusta más cuando lo veo en Sergio.
********
La hora del almuerzo ha acabado, me dispongo a ir a mi oficina, Iván ya se había ido junto a las enfermeras para verificar que se les haya suministrado a los pacientes los medicamentos.
Cuando estaba por abrir mi puerta la voz de Jorge interrumpe mis pensamientos.
- Hola.... mmmm
- Pasa Jorge... - Digo abriendo la puerta, este me sigue cerrando tras él, mientras llegaba a mi escritorio no fue imposible sorprenderme de encontrar una rosa roja sobre ella. Jorge hace un gesto con sus hombros dándome a entender que no sabe la procedencia y pienso que Sergio pudo habérmelo enviado y una sonrisa se adueña de mi rostro.
- Siéntate... creo imaginar tu consulta... es sobre Iván?...
- Lamento ser insistente con esto...
- Esta bien, la verdad en estos días no he podido conversar con él... - su semblante cambio de repente y me doy cuenta que en verdad le gusta mi amigo. - pero hoy en horas del almuerzo lo pude hacer...
- De verdad!? y... que ha dicho...
- Tienes luz verde para acercarte a él... solo no lo presiones... tal vez podrías invitarlo al cine... o intenta comenzar a saludarlo y hacer conversación más que un hola...
- Es que cuando lo tengo cerca no puedo evitar sentirme un cavernícola...
- Suele ocurrir, pero si quieres lograr algo más tendrás que superar esos nervios y hacer más que saludarlo aquí... no le eres indiferente, eso es un punto a tu favor.
- En verdad? - Y su rostro se ruborizó como un chiquillo enamorado.
- Te gusta mucho?
- Si, desde el primer día que lo vi aquí, sentirlo cerca de mí en verdad... me pone muy nervioso, hasta me sudan las manos...
- Oh jajaja sí que mi amigo te trae loco... entonces, intenta acercarte...
- Gracias Mateo... mmmm ya debo volver con los demás...
- Si, ah mmmm puedes llamar a Aníbal... - Jorge se retira asintiendo con la cabeza mientras vuelvo a tomar en mis manos la rosa que había encontrado en mi escritorio, sonrío contento tomando mi teléfono de uno de los bolsillos de mi bata para enviar un mensaje a mi hombre.
Mateo: Gracias por el detalle amor...
Esperaba una respuesta pero al parecer Sergio se encontraba muy ocupado, no lo molestaré, Aníbal ingresa a mi oficina en ese momento, entonces hago a un lado mi teléfono para conversar.
- Mateo me llamaste?.
- Si, necesitamos conversar del paciente de la sala 3...
- Lo sé, hemos hecho todo para se recupere... los tratamientos ya no hacen efecto en él.- Dice Aníbal con pesar.
- Dile a Delia que llame a los familiares para informarles el estado de su paciente, también habla con Iván, sé que él estaba encargado del tratamiento... esto puede ser algo nuevo para él y podría afectarle, en el caso que notaras que necesite ayuda por favor hazlo.
- Esta bien Mateo... este es el momento que más odiamos como profesionales...
- Así es... gracias por tu ayuda Aníbal...
- Gracias a ti por confiar en mi...
Yo seguía siendo nuevo en el hospital, ser nombrado como jefe en lugar de a Aníbal creí que generaría molestias en él, pero por fortuna se ha mostrado como un buen amigo y profesional, apoyarme cada día con todo el área, era algo de lo que me sentía muy agradecido con mi colega a pesar de llevar el peso de la responsabilidad de cada paciente, el hospital y los demás médicos era un buen lugar donde trabajar.
Las horas fueron pasando, Sergio no ha respondido a mi mensaje ni siquiera lo había leído, pero entendía que también su labor requería toda su atención. En los últimos días había estado muy tenso ya que debía modificar algunas técnicas de venta para los empleados que a la vez debía ser aprobado por Jacob.
Despidiéndome de mis colegas me retiro del hospital con la rosa en la mano, no la dejaría por nada del mundo, contento por el detalle, quería decir que Sergio estaba de mejor humor, aunque no haya alguna tarjeta en él estaba seguro que se trataba de un regalo de mi hombre.
Sergio ya se encontraba frente al hospital, aunque su rostro reflejaba mucho estrés me alegra verlo todos los días al salir de aquí.
- Hola amor! - Lo saludo con un beso, pero me mira con el ceño fruncido. - Que sucede?
- Y esa rosa?