Exhala

2175 Words
  El coronel Kim se estaba debatiendo en sí ir a buscar al ahora desmayado chico y llevarlo a la enfermería. No es como si le importara, pero debe mantener a estos inservibles vivos sí quería obtener un buen sueldo y las comodidades que le brindaba las Fuerzas Armadas por su respetable servicio. Chasqueo su lengua con fastidio, rodando sus ojos apartando la mirada del pelinegro, él cual seguía desmayado boca abajo con su cara lateral derecha en el suelo, justamente, encima de esas picosas plantas que dan comezón y hasta llegan a ser tan ásperas y raspantes como para dejar en tu rostro una que otra herida que, a la mañana siguiente se convertiría en una roncha.   Respiro profundo y ladeó su cuello estirándolo para proceder a sacar un cigarrillo que tenía pensado consumir en la comodidad y tranquilidad de su oficina, pero para liberar tensión y se dispone a encenderlo con un encendedor que cogió de la cocina. El entrenamiento del día anterior fue tan cansado y fuerte que tuvo que estar detrás de esos imbéciles asegurando que no hicieran alguna estupidez, luego la respectiva lista con todos los nombres de los soldados y a él, como coronel que era le tocaba escribir en estos documentos el desempeño de los mismos soldados. En la última calada cerró sus ojos, exhalo hacia arriba y arrojó la colilla lejos. Conforme al soldado Lee… --Supongo que no tengo opción--…--Abrió sus ojos luego de relajarse un poco. Iba a comenzar a caminar pero solo alcanzo a dar un paso y quedarse quieto, puesto que ya el soldado Lee no estaba--…--¿Dónde te metiste pedazo de alimaña?.— No cree que haya ido lejos , tampoco va a ser difícil encontrarlo . Y tenía razón porque en un consultorio perteneciente a esa misma base yacen dos hombres. --Oye… ¿Te sientes bien?--…--Se aseguró de que el soldado abriera sus ojos. Aunque lo hacía con dificultad. Lo peor del caso era que estaba con un olor a perro mojado, por esa razón al llegar le quitó su chaqueta, zapatos, pantalón y la camisetilla dejándolo solo en bóxer. Pudo admirar unos huecos no muy grandes por mas debajo de sus rodillas con sangre seca, No cabía duda que fueron mordidas de ratas. El doctor sabia que cada soldado que era puesto en el sótano siempre salía con heridas… pero a este chico lo mordieron mas de la cuenta.--   Minying jadeó y al darse cuenta de que solo estaba en su prenda interior, se exaltó un poco pero como sus piernas dolían no le ayudo en mucho cuando quiso levantarse.   --No te esfuerces, voy a curar tus heridas y luego debes descansar, tienes tus defensas muy bajas.—   --N-no …y-yo de-debo ir a entrenar--…--Intenta levantarse de nuevo pero las grandes manos del hombre contrario con bata blanca se lo impidió colocando estas sobre su frío pecho haciendo que se avergonzara.--   --En estas condiciones no puedes ir a hacer el servicio. Pasaré un reporte medico para que no entrenes, por lo menos hasta mañana—   --Pero…n-no…--   --Pero nada, debes descansar si no quieres que esto pase a mayores y no puedas hacer nada. Ahora solo necesito que te relajes para que sea menos doloroso—   Minying trago duro y dejo de intentar escapar. El hombre de voz gruesa, manos grandes y piel bronceada sonrió ladino y fue hasta un estante abriendo su puerta de vidrio agarrando; algodón, alcohol, y gasas. Cerró el estante volviendo donde Lee con cuidado de no lastimarlo pero de todas formas el soldado hizo puños con sus manos y ahogó un grito de dolor . Enserio dolía mucho. El doctor termino con su tarea dejando todo en su lugar y de esta forma coloco la venda en su tobillo que tenia unos moretones.   --¡SOLDADO LEE!--…--Un grito se escucho desde el pasillo, grito que hizo estremecer al tan buscado soldado.--   El coronel hizo presencia en el cuarto de enfermería. Llegó enfurecido porque el inservible de Lee desapareció de la nada.   -Oh, coronel Kim es un gusto verlo por aquí.--…--El doctor dio una reverencia—   --Lo mismo digo doctor Jason solo que ese soldado debe volver al entrenamiento ahora mismo.—   --Lo siento mucho, coronel Kim, pero eso no se podrá ya que el soldado Lee Minying se encuentra en mal estado y quizás una de las ratas que lo mordió le atrajo una infección a su pierna. Tendré que hacer un reporte para llevarlo las hospital del la ciudad.--   Oh no, eso definitivamente no le conviene a Kim.   --¿Y no hay otra forma?--   --Si la hay, si descansa un par de días y lo trato adecuadamente con lo poco que tengo, pueda que mejore y vuelva a sus labores en el servicio.--   --Haga lo que tenga que hacer, solo espero que no sea necesario mandarlo a la ciudad--…--Héctor le dio una última mirada a Minying, recorrió su cuerpo cayendo en todos los moretones que tenia en su piel, al igual que su labio rojo e hinchado por el golpe que le dio en la playa. De esa forma salió del consultorio--…--Ojala y no diga nada o habrán problemas.--   Minying miraba el techo blanco del consultorio.   ¿Acaso era verdad lo de la infección en su pierna?.   --¡Ufssss!, creo que con eso puedo mantenerte aquí hasta que te recuperes--…--Se sentó al lado del pelinegro en la pequeña camilla.--   --¿Y la infección es verdad?.--   --Si y no--…--Ríe apenado rascando su nunca mirando al suelo, cayendo en cuenta de que no ha limpiado el suelo empolvado--…--Si tienes la infección pero no es tan grave como para llevarte a la ciudad-   --¿O sea?...--…--El soldado lo mira con el ceño fruncido analizando con más tranquilidad el rostro del doctor; unas facciones duras pero el grosor de sus cejas hacen que sus ojos sean tan profundos como interesantes, labios delgados y carnosos, poseedor de un cabello abundante y visiblemente suave, de color chocolate, muy marrón.--   --Mentí… pero dije la verdad, así que no es tan malo--…--Se levantó yendo a quitar su bata de doctor dejándola guindada en la perilla de la puerta--…--Entonces tu nombre es Lee...—   --Lee Minying--…--Aclaró el menor desde la altura mas baja de la camilla--…--Y usted es Min Jason ¿no?—   El mas alto asintió.   --Sí, y soy el doctor de la base. También cuidaré de ti.--…--Dice perdido en la mirada ajena pero al notar que sus palabras podrían ser mal entendidas parpadea y sacude sus manos con cuidado.--…--Al igual que de los demás soldados de la base.— El más bajo sonríe débil. --Claro.--…--Comprende las palabras ajenas. Agradece no ser rechazado también por este hombre profesional.-- Y para el día siguiente Minying estaba recuperado lo suficiente como para volver al servicio. El doctor lo cuidó como mejor pudo y con lo que tenía a su disposición dentro de su consultorio Estaba listo para comenzar de nuevo con su entrenamiento. Trataría de hacer todo bien para lograr encajar un poco, también para no tener que estar de nuevo en la celda de castigo ya que no sería un buen aporte a sus experiencias. Maldito sótano. --Ya sabes, Minying, toma los antibióticos cada ocho horas ¿ok?, cuando se te acaben vienes para que te de otra caja hasta estar seguros de que ya estas lo suficientemente bien.--...—El menor se guardo la caja de pastillas en uno de sus bolsillos y asintió.--…--Espero verte seguido aunque me gustaría que no fuera en las condiciones que te encontrabas. Ven a visitarme en tus tiempos libres ¿Si?.-- Minying se ruborizó. El hombre que era su doctor era muy guapo y alto, tan modesto y amable, el único que ha cruzado palabras con él y no solo de trabajo o para reprenderlo. En este tiempo hablaron de muchas cosas y hasta se podría decir que entablaron una amistad. El doctor Jason le dijo que tiene veinticinco años y que decidió trabajar aquí en las fuerzas armadas, lejos de la ciudad y de un amor hiriente del pasado que lo atormentaba y quería olvidar. Por otro lado, mas hablaron del doctor puesto que Minying no tenia muchas cosas interesantes que decir o… Muchas cosas que no podían enterarse o todo estaría arruinado. Salió del consultorio rumbo a su habitación, cuando llego no encontró a nadie en ella puesto que, en cada habitación, dormían aproximadamente veinte soldados. Minying se ducho en el baño del consultorio hace rato atrás por lo cual, solo se cambio de ropa y fue al comedor en busca del desayuno porque no quería debilitarse y cagarla de nuevo. Debe que prepararse mentalmente para pasar otros dos días en la celda de castigo si no logra seguir el ritmo de los diferentes desafíos y entrenamientos que se avecinan. Cuando se alisto con su respectivo uniforme fue hasta el comedor y abrió la puerta.   Todo se notaba que estaba en tranquilidad hasta que llego él, todos le dedicaron diversas miradas de odio, asco, aborrecimiento y pavor. El tan odiado soldado suspiró y en lo mas rápido que pudo llegó a agarrar su bandeja y servirse la comida que… no era muy agradable. La avena parecía vómito de bebé, el jugo de melón no estaba del todo licuado. El chico que repartía la comida le miraba de igual forma que sus compañeros. --Hey, tu—   --¿Mhm?--…--Minying se giró encontrándose con tres chicos de diferentes alturas pero uno mucho mas bajos que los otros dos—   --Por tu culpa hace dos días la pasamos muy mal así que cobrarnos el mal rato no estaría mal ¿o si?—   Minying tragó duro, mantenía la bandeja agarrada fuertemente y sentía unas enormes ganas de salir corriendo, pero eso no seria muy valiente de su parte. Aquél chico mas bajo, con piel muy blanca tiró de su bandeja haciendo que todo se regara en el suelo.   --¿Pero qu…?--…--Minying no sabía que hacer.--   --Lo lamento cara bonita, pero hoy tu no comes, así como nosotros pasamos prácticamente un día entero sin comer por tu culpa, te tocará lo mismo.—   Nuestro no querido soldado trató de protestar pero este le agarró del cuello de su camisa acercándolo mas a el   --Te has ganado el odio de todas las fuerzas armadas y sin siquiera tener tu primer entrenamiento digno, deberías renunciar.--   --E-eso no pasara--…--Balbuceo pero fue capaz de sacar un poco de coraje.--   Este mordió su labio inferior con fastidio antes de empujar a Lee lo suficientemente fuerte para que cayera al suelo. Todos miraban pero no tenían ni la mas mínima intención de intervenir, después de todo, Lee Minying se lo tenía bien merecido.   --Shen… déjalo ya--…--El chico de piel morena tocó el hombro del mas bajo--…--El coronel puede venir y…--   --¿Y que?--…--Lo interrumpe.--…--¿Debería de tenerle miedo? Ja, no me hagas reír, Erick.—   --Pues debería, soldado Jung--…--Una voz reconocida hizo que todos se pusieran de pie y el recién nombrado aclarara su garganta sonoramente.--   El coronel Kim Héctor apareció de repente y estaba parado atrás de Minying (el cual seguía en el suelo).   --Ustedes, trío de sanguijuelas --…--Los señalo--…--¡Y todos ustedes los que están aquí ahora!--…-Gritó fuerte y claro--…--Ninguno puede hacer algo sin mi permiso, no caminen, no hablen, no coman y si es necesario no respiren… si no lo he autorizado… ¿¡Esta claro!?.--   --¡Si, coronel Kim!.—   Este miro hacia abajo percatándose de la presencia de Lee. Su vista se poso en la comida tirada en el suelo. --Soldado...--…--Diversión en su voz, una sonrisa ladina y ceja alzada--…--¿Se podría decir que es un gusto verlo?. Oh, por supuesto que sí, es mas, es un gusto poder ser yo quién haga que se largue.—   El menor parpadeó varias veces sin mirarle aún.   --Todos, al campo ¡Ya! ¡Ya!--…--Todos salieron rápido chocando unos con otros para no atrasarse--…--Usted, soldado Minying--…--Pateo lejos el vaso donde hace unos minutos estaba su jugo--…--Recoja este reguero y lo quiero ver en el campo de entrenamiento en…--….—Alzó su muñeca viendo su reloj--…--Un minuto.—   Viro sus ojos de mala manera saliendo del comedor rumbo al campo.   --Empezamos muy pero muy mal--…--Comenzó a recoger todo lo más rápido que sus manos le permitieron y, con uno de los suspiros más pesados hasta ahora se permite exhalar ese mismo suspiró cansado.--…--Solo espero hacer esta misión bien y …resistir.—    
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