Oculto y oficial

2138 Words
Peper Ya casi llegaba Anabel con Cristian y no podía terminar de limpiar, ya tenía mis diseños listos pero el departamento aún no estaba listo. -Apurate a guardar todo en el cuarto para que te puedas ir sin que te vean.- le dije a Estefan mientras juntaba las fotos que teníamos por todo el lugar -Ya lo se cielo, ya casi está todo- siempre que alguien venía a ver mis diseños tenía que esconder las fotos y recuerdos de mi relación, teníamos que ser cuidadosos para que nadie supiera. -Bueno creo que ya quedó todo, ve a las pruebas que tienes, regresa como en tres horas, supongo que para ese momento ya habré terminado. - Me dio un pequeño beso en los labios y salió de la casa, fui a mi estudio a comprobar que todos mis diseños estuvieran en orden, veinte minutos después sonó el timbre. -Hola, que bueno que lleguen puntuales, pasen- les dije mientras abría la puerta. -Hola Peper, sabes que siempre trato de llegar a tiempo a mis citas- me dio un beso Anabel- recuerdas a Cristian , es mi asistente ahora. -Claro que lo recuerdo, un placer volver a verte, veo que has subido de puesto en muy poco tiempo. -Hola, si gracias a la señorita Anabel que me dio la oportunidad. -Bueno vamos al estudio para que vean los diseños, iniciaré a confeccionar la colección mañana mismo para tener listo todo para el desfile.- me siguieron a mi estudio donde ya tenía muestras de tela y los diseños, estuvimos viendo todo durante casi una hora. -Disculpa, ¿Puedo usar tu sanitario?- nos interrumpió Cristian. -Si claro la primera puerta a la izquierda, no hay pierde.- seguí viendo los ajustes en los diseños con Ana en lo que él salió del estudio. Cristian La verdad no me andaba del baño pero ya me había aburrido de escucharlos hablar sobre los diseños y telas, no entendía mucho la verdad, así que salí del lugar y me senté un momento en la sala cuando note algo raro encima de la chimenea, me acerque un poco más y note que sobre ella había unas marcas como si hubieran quitado algo de encima, seguí viendo los demás muebles y también tenían algunas marcas, de repente empecé a sentir ganas de ir al baño así que fui pero no recordaba cuál era la puerta así que intente con la de la derecha pero solo encontré una habitación con muchos cuadros sobre la cama, entre sin hacer ruido ya que me parecía extraño que esas fotos no estuvieran en la casa, supongo que las marcas en los muebles son de esas fotografías, tome una y en ella estaba Peper sentado en una fuente y a su lado estaba Estefan abrazándolo, revise las demás fotografías y todas eran de ellos dos en navidad, en una fiesta de disfraces, en el sillón del departamento. Al parecer Peper y Estefan tenían una relación desde hace algún tiempo y por lo visto lo mantenían oculto. Salí del cuarto antes de que alguien lo notará y entre a la puerta de la izquierda la cual si era el baño, me apure y regrese al estudio cuando volví ellos seguían discutiendo sobre unas telas para un vestido. -Creo que ya es algo tarde- les comenté, ellos giraron a ver el reloj. -Tienes toda la razón, ya deberían de irse se les hará tarde- Peper parecía algo nervioso y miraba su celular de forma muy insistente, supuse que no tardaba en llegar Estefan y que como no le han dicho a nadie no quería que nos toparnos con él. -Pero aún faltan algunas cosas que ver- menciono Ana -Creo que tiene razón Peper, ya es tarde, mejor mañana que lleve lo que falta a la oficina desde temprano- Peper me miró algo extrañado pero me dio la razón. -Esta bien, entonces nos vemos mañana temprano en la oficina, para los últimos toques para que inicies cuanto antes.- Anabel se despidió y salió del estudio, salí detrás de ella rumbo a la puerta, en cuanto la abrimos Peper nos acompañó al elevador. -Gracias por venir hasta acá Anabel, mañana nos vemos.- se cerró la puerta del elevador y presione el botón del estacionamiento, cuando se abrió la puerta vi que Estefan estaba entrando en el lobby y el pareció vernos porque trato de esconderse, para qué Ana no lo viera la jale hacia mí y le di un beso en los labios, cuando nos separamos ella me sonrió yo solo le devolví la sonrisa y la jale del brazo lo más rápido que pude rumbo a la camioneta, cuando estaba subiendo ella al asiento del copiloto note que Estefan corría hacia el elevador, realmente no quería ocultarle nada a Anabel pero ese no era mi secreto, si sus amigos no le habían dicho por algo seria, no era el indicado para contarle. -Aún no volvamos al departamento- me dijo Anabel lo que me sacó de mis pensamientos. -¿Entonces a dónde quieres ir? -Vayamos a cenar, conozco un muy buen restaurante que quiero que conozcas.- me indicó a dónde ir, cuando llegamos vi un restaurante muy elegante, de inmediato pensé en cuánto dinero tenía en efectivo y en mi tarjeta para poder pagar la cuenta. Bajamos de la camioneta y nos acercamos a la puerta. -Buenas noches señorita Roses, ¿la mesa de siempre? - le preguntó el encargado a Anabel ella solo asintió, de inmediato nos guiaron a una mesa, nos trajeron una botella de vino y las cartas. -Pide lo que quieras, esta noche te invito yo. - me dijo Anabel, lo cual la verdad no me agrado. -Gracias pero debería de ser yo quién pagará. -Tu siempre hacer cosas por mi, me cuidas y me haces sentir segura, siempre cocinas para mí y me tratas como una reina hoy quiero devolverte un poco de eso, déjame por favor- su mirada me cautivo así que acepté con la condición que yo pagaría a la próxima. Terminé ordenando salmón glaseado, fue uno de los platillos que encontré que no fuera tan caro y no sonará tan extraño y Anabel pidió Magret de pato con salsa de granada, lo cual sonaba bastante raro pero en cuanto trajeron los platillos se veía bastante bien. Cenamos y brindamos por nosotros y por lo que estábamos iniciando entre ambos, casi al finalizar la cena Anabel pidió un mousse de cava y bizcocho de chocolate para que compartieramos, en cuanto llego note que en el plato había unas letras. "¿Quieres ser mi novio?" No podía creerlo Anabel se me había adelantado completamente y justamente lo hizo con la misma idea que yo había tenido, no pude decir nada seguía en shock por esto. -¿Entonces qué dices?- me preguntó Anabel. -Es más que obvio que si, es lo que más deseo solo me sorprendió, además me has robado mi idea- ella solo se empezó a reír. -Si, de hecho si es tu idea, digamos que Jorge no pudo evitar contarle a Susan tu idea y pues era más que obvio que Susan me contaría, se me hizo algo increíble porque pensaste en todos los detalles, pero no quería esperar más, quiero que seamos una pareja oficialmente, quiero tener el derecho de ponerme celosa porque te coquetean, también quiero tener el derecho de correr a todas aquellas que se quieran interponer entre nosotros y no sentirme una intensa por eso.- todo lo que ella estaba diciendo me dejaba aún más sorprendido pero la entendía completamente. -Yo quiero lo mismo y sabes que nunca tendrás que estar celosa porque solo tengo ojos para ti, siempre has sido tú, estoy completamente enamorado de ti- ya lo había dicho, no podía ocultarlo más, quería que ella supiera todo lo que siento aunque no fuera recíproco. -Yo también estoy locamente enamorada de ti- su rostro me demostraba una enorme felicidad, así que me acerque a ella y la bese, tan intensamente tratando de demostrar en ese beso todo lo que siento por ella, cuando nos separamos yo no podía dejar de sonreír y ella tampoco, salimos del restaurante abrazados, subimos a la camioneta y no podía dejar de tomar su mano durante todo el trayecto hacia el departamento, ya en el departamento abrimos otra botella de vino y nos sentamos en la alfombra de la sala. -¿Se lo diremos a todos? - me preguntó mientras yo servía las copas -La verdad es totalmente tu decisión, si por mí fuera lo gritaría a los cuatro vientos, pero quién puede salir más perjudicada de esta relación por lo menos socialmente eres tú. - la vi pensarlo por un minuto. - Se lo diré a mis amigos más cercanos pero si necesitamos seguir manteniendo nuestra distancia en la oficina por lo menos en lo que descubra cómo contárselo a mi padre primero. -Cómo tu decidas princesa, yo haré lo que tú digas.- le di un beso en su mano y ella se recargo en mi hombro. -Te amo tanto, creo que nunca había sentido esto por nadie. -Yo también te amo, haría cualquier cosa por ti y te juro que nunca te traicionaré.- estábamos muy tranquilos abrazados viendo el fuego en la chimenea cuando sonó su celular,era Susan. -Tengo que contestar, ahorita vuelvo. -Si claro, subiré a cambiarme por algo más cómodo.- subí a mi cuarto mientras la dejaba hablando con su amiga, por los pequeños grititos que escuche creo que le estaba contando sobre esta noche, así que aproveché para enviarle un mensaje a Jorge. Cristian: "Oficialmente Anabel es mi novia, gracias por contar mis planes por cierto" Jorge: "Lo lamento amigo, Susan me obligó a contarle, estaba preocupada por Anabel y no quería que se hiciera ilusiones." Cristian: "Pues todo salió bien, ahora tendremos más citas dobles supongo, en un momento Susan te contara la misma noticia" Jorge: "Si vi que le marcó a Anabel, no deja de gritar emocionada y dar brinquitos por toda la sala" Cristian: "¿Estás con ella en este momento?" Jorge: "Si, de hecho se queda a dormir casi toda la semana, después de la comida con mi madre estoy pensando en pedirle vivir conmigo." Cristian: "Vaya que eso es rápido, aunque no soy el indicado para decirte nada, así que mucho éxito amigo." Vaya que Jorge estaba muy enamorado de Susan, llevan muy poco tiempo juntos y se nota que van muy en serio en su relación, espero que mi relación con Anabel vaya tan bien como la de ellos, alguien tocó mi puerta así que fui a abrir. Anabel Después de hablar con Susan durante casi quince minutos y de que casi me quedara sorda por sus gritos me colgó porque estaba con Jorge y ella esperaba que fuera una noche especial, cuando colgué voltee a buscar a Cristian pero recordé que mencionó que se subiría a cambiar así que subí a mi cuarto e hice lo mismo, me puse mi pijama color vino que es de satín, son dos piezas un pequeño shorts y una blusita de tirantes muy finos, me coloque mis pantuflas y fui a ver a Cristian para ver si quería cenar algo, toque la puerta y cuando me abrió él solo llevaba el pantalón de su pijama puesto y su torso estaba desnudo, se notaban cada músculo de su perfecto cuerpo, no pude evitar pensar en que se sentiría pasar mis labios por ellos. -¿Estás bien? ¿Necesitabas algo? - me preguntó Cristian haciendo que mi mente dejara de hacerse ideas. -Solo quería saber si querías algo de agua o un té -Muchas gracias pero me encuentro bien. -También quería recordarte que mañana nos iremos más temprano para ver a Peper- seguía mirando su torso de reojo. -Claro que si amor, no te preocupes, quieres que te de una foto, así podrás admirar más tiempo. -¿A qué te refieres con eso?- al parecer Cristian noto mi mirada no pude evitar avergonzarme -Solo estoy jugando, ahora soy tu novio, solo tú puedes verme así.- ese comentario hizo que me pusiera aún más colorada sentí como subía la temperatura en mi cuerpo -Bueno entonces nos vemos mañana, descansa- me di la vuelta y traté de salir corriendo hacia mi cuarto pero sentí como me tomaban por la cintura. -Hasta mañana amor, descansa- Cristian me abrazaba por detrás y deposito un beso en mi cabeza, poco a poco me soltó yo solo salí corriendo de ahí, cuando entré a mi cuarto cerré la puerta y me recargue en ella, el hacia que todo mi cuerpo reaccionara, me mire en el espejo del tocador y todo mi rostro estaba completamente rojo. -A él le encanta ponerme en esta situación siempre- me dije a mi misma y comencé a reírme. - Tendré que hacer lo mismo para estar parejos
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