Roses, venganza de familia

Los amigos

Cristian

Llegamos al departamento de Ana y de inmediato me fui a mi casa a bañar y cambiar ya que teníamos que ir a la oficina, después de arreglarme lo más rápido posible regrese al departamento de Ana, el portero muy amable en cuanto me vio me abrió, al parecer ya me identifica además de que Susan le dio la indicación de que me dejaran pasar, subí al penthouse de Ana y toque.

-Pasa, ya casi termino.- vi a Ana corriendo de un lado para otro.

-¿Quieres que te ayude en algo?

-Puedes preparar el café por favor, ya casi termino solo me faltan unas cosas.- yo fui a la cocina y me dispuse a preparar el café, una vez listo lo serví en dos termos y espere a que Ana estuviera lista, no tardó ni cinco minutos cuando ya estaba bajando por las escaleras con un atuendo muy casual pero en ella lucía increíble.

-Luces muy guapa Ana- ella solo me sonrió y se ruborizó, le extendí el termo con café y nos dispusimos a salir, me asegure que la puerta estuviera cerrada y bajamos al estacionamiento.

-Tu también luces muy guapo para haber dormido tan poco- subimos a la camioneta yo en el asiento del conductor y ella de copiloto, después de lo vivido la noche anterior me siento más cerca de ella.

-Ya que ayer nuestra cena fue interrumpida, te parece si hoy almorzamos juntos.

-Me encantaría, pero hoy vendrá Susan a mostrarme unos diseños y proyectos donde quieren que modele, ¿Te molesta si viene con nosotros? - eso sí que era un inconveniente pero Susan me agradaba y ya encontraría la forma de que su presencia no afecte el almuerzo.

-Por mi está bien, sé que tienes muchas cosas que hacer, por eso me gustas.- Eso se salió por completo de mi control, no me di cuenta hasta que ya lo había dicho pero al parecer a ella le encantó que lo dijera porque extendió su mano hacia la mía y las entrelazó.

-Entonces ya quedamos para almorzar después.

Llegamos a la oficina y me baje primero para abrirle la puerta, después seguimos hacia los elevadores y en el camino nos encontramos con Jorge que también iba llegando.

-Hola amigo, oye crees que podamos almorzar juntos hoy, ya no aguanto comer un día más en mi oficina.- al parecer no se percató que Anabel venía conmigo ya que tenía la mirada en el piso, en cuanto volteo la vista su rostro se mostró muy sorprendido- bueno si no tienes planes aún, si no no importa comeré en la oficina.

- No te preocupes, de hecho la señorita Anabel, su asistente Susan y yo iremos a almorzar, puedes venir con nosotros si gustas.

- Muchas gracias amigo, no quiero incomodar

-No incómoda, cualquier amigo de Cristian es mi amigo- le dijo Anabel muy segura, eso sí me sorprendió a mi.

-Muchas gracias señorita, entonces los veo a la hora del almuerzo.

- Nos vemos en los elevadores y por favor Anabel, como dije si eres amigo de Cristian puedes tutearme.

Después de esa conversación el elevador se quedó en silencio por los siguientes tres pisos que fue cuando Jorge bajó de él.

-¿Estás segura que no te molesta que venga Jorge?

-Si a ti no te molesta que venga Susan, a mi tampoco me molesta, tal vez si ellos encuentran un tema en común conversen y así podremos estar más juntos tu y yo.- se fue acercando poco a poco y de pronto sentí su mano recargada en mi pecho y como nuestras respiraciones chocaban, sonó el timbre del elevador anunciando que llegamos a nuestro piso y ella de inmediato se separó, al parecer aún no quiere que nadie sepa lo nuestro o bueno lo que estamos iniciando y estoy de acuerdo, porque podría llegar a oídos de su padre y eso complicaría todo.

La mañana transcurrió muy tranquila, con un poco de papeleo y algunas copias que tuve que ir a sacar, cuando recibí un mensaje de Jorge.

Jorge:

"Amigo estás seguro que quieres que vaya, no haré mal tercio o los incomodare"

Cristian:

"Al contrario, quiero pedirte que me ayudes, va a ir la asistente y mejor amiga de Ana y quiero que platiques con ella y así para que yo pueda platicar con Ana"

Jorge:

"Entonces me quieres de tu copiloto, solamente por eso me invitaste, pero va te ayudaré porque eres mi amigo"

A veces Jorge se hacía mucho del rogar pero lo quiero, fue el primero en hablarme cuando llegue a la editorial a trabajar, me explico cómo era el ambiente y no me juzgo cuando le conté mis planes, de inicio no le gustaron pero accedió a ayudarme con lo que estuviera en sus manos.

-Ya estoy lista para irnos, Susan nos está esperando en la recepción.- no me había dado cuenta de la hora, ya casi todos habían salido a almorzar.

-Si claro, vámonos, Jorge nos verá en la recepción también. - subimos al elevador y de inmediato entrelace mi mano con la suya, ella solo sonrió y apretó más mi mano.

Llegamos a la recepción y ya estaban Susan y Jorge esperándonos, cada uno de un lado del pasillo sin siquiera voltearse a ver, era una situación muy extraña, salimos todos de la oficina y caminamos a la cafetería donde lleve a Ana la primera vez, nos sentamos en una mesa en el centro del lugar, después de que todos pedimos Susan sacó de inmediato los papeles que Ana tenía que revisar.

-¿Tú qué opinas, me conviene ser el rostro de esta marca de maquillaje?- cuando me di cuenta me estaba viendo a mi

-Realmente no lo sé, no es una marca que yo conozca. - Jorge se asomó un poco a ver el logotipo de la marca.

-No es por involucrarme pero no te conviene, en los últimos tres años han tenido muchos problemas legales en cuanto a plagio de procesos de elaboración y experimentación en animales. - realmente me sorprendió que Jorge conociera sobre todo eso y parece ser que a Susan también le sorprendió pero de buena manera.

-Vaya no tenía ni idea de todos esos problemas, entonces es un hecho que no trabajaré con ellos, muchas gracias Jorge por tu opinión. - Ana siguió revisando los demás proyectos y a veces le preguntaba a Jorge que sabía sobre las marcas, de inicio si me puse un poco celoso de que él supiera tanto de las marcas con quién ella debía de trabajar pero me di cuenta que Anabel solo lo hacía porque Susan se mostraba cada vez más interesada en Jorge al punto de no apartar su vista de él.

Llegaron nuestros platillos y dejaron de hablar de trabajo mientras comíamos, pude notar unas cuantas miradas furtivas que tenían entre Susan y Jorge, al parecer ellos se gustaban lo cual a Ana y a mi nos convenía.

-Vaya Jorge en todos los años que llevo de conocerte no sabía que te interesan tanto esas marcas o que supieras tanto de ellas.

- Dentro de mi departamento te enteras de todo y más si en cierto punto piensan trabajar con ellas, me piden que haga un expediente completo de las empresas con todo y lo que quieren ocultar y mucha de esa información se queda en mi cabeza. - Jorge lo decía como si no fuera nada pero realmente era impresionante.

-Eso debe de ser una tarea muy difícil y tardada, seguramente tu novia debe de molestarse porque no le das tanto tiempo- mencionó Susan con la intención de saber si Jorge tenía pareja.

- Ese no es el caso porque tiene mucho que estoy soltero, pero puede que a mí última novia si le molestara porque no dudo en engañarme con su instructor de spinning. - ese era un nuevo dato que yo desconocía de la vida de Jorge.

-Ella no era la indicada para ti, una mujer de verdad te alentaría a seguir con lo que te apasiona y en lo que eres realmente bueno- le dijo Susan con una mirada que a mí parecer era de coqueteo, no pude evitar voltear a ver a Anabel cuando soltó una pequeña risita casi inaudible.

Susan y Jorge estuvieron mucho tiempo platicando entre ellos lo que para mí era perfecto y la verdad no parecía ser que él estuviera sufriendo o haciéndolo sólo porque se lo pedí.

-Parece ser que se entendieron muy bien- me comentó Ana que estaba sentada a mi lado.

-Si, la verdad me sorprende, no conozco a muchos de ellos amigos de Jorge, a veces creo que yo soy el único y Susan es muy extrovertida.

-A Susan le atraen las personas interesantes e inteligentes, en cuanto noto que Jorge era más de lo que parecía sintió la necesidad de saber más de él, que bueno porque así no le pesará que le pidiera que lo entretuviera- ese último comentario me dio risa.

- Yo también le pedí a Jorge que entretuviera a Susan para que tú y yo pudiéramos estar juntos, creo que las grandes mentes piensan igual

- Al parecer si, eso es magnífico- se acercó más a mí recargando su cabeza en mi hombro.- pronto será el cumpleaños de mi nana y organizaré una pequeña cena, me encantaría que fueras conmigo, así podré te la presentaré como es debido.

-Me encantaría ir contigo a conocer a tu nana- tome su mano y deposite un pequeño beso en ella.

-Tortolos ya es hora de volver a la oficina- Susan nos sacó de nuestra pequeña burbuja, solo escuché como Jorge trataba de disimular su risa.

Llegamos a la puerta de la oficina y Susan se despidió de nosotros no sin antes darle su número a Jorge y pedirle que le mandara mensaje en cuanto pudiera, Jorge todo ruborizado le dijo que sería lo primero que haría llegando a su oficina y entró al edificio. Ana y yo entramos de la mano hasta el elevador y todo el trayecto estuvimos planeando cuál sería el regalo perfecto para su nana, en cuanto llegamos al piso nos separamos y ella salió primero del elevador.

Anabel

Este almuerzo había sido el mejor sino de mi vida por lo menos el mejor en mucho tiempo, no solo pude estar con Cristian sino que Susan encontró alguien interesante y que realmente le atrae, estoy muy emocionada por poder presentarle a mi nana a Cristian aunque aún no se cómo presentarlo si solo como un amigo o tal vez como algo más, en eso llegó un mensaje a mi celular era de Susan.

Susan:

" Gracias por esto, realmente no pensé que el amigo de Cristian fuera así, me encantó, ya podremos hacer citas dobles, jajaja"

Anabel:

" Si note que te gustó mucho, espero que sí podamos salir todos juntos, pero primero tengo que ver hacia donde va mi relación con Cristian, aún no me ha dado ni un beso. "

Susan:

"Yo pensé que ya habían pasado por eso hace mucho, espero que pronto aclaren todo, otra vez gracias."