Roses, venganza de familia

Insistente

Anabel

No podía evitar sentirme feliz por el gran avance que había hecho con Cristian a pesar de aún no define lo nuestro, cuando volteaba hacia su escritorio lo encontraba ya en varias ocasiones mirándome fijamente, solo le sonreía y me ruborizaba, estas pequeñas miradas furtivas en la oficina pronto nos delataría asi que tenia que saber si él iba en serio con lo nuestro, por lo mismo lo invite a la celebración de mi nana, obviamente por recomendación de ella, estoy muy nerviosa por ver como reacciona mi padre, él espera que yo me case con algun hijo de uno de sus amigos o socios, alguien con dinero y un nombre importante en el mundo o por lo menos en España, si en el hospital no le agrado que lo confundieran con mi novio mucho menos le agradará que lo sea en realidad.

-¿Puedo pasar?- por una orilla de la puerta se asomo Cristian.

-Claro que si, tú siempre puedes entrar- se acerco a mi escritorio y no pude evitar mirar sus labios que por desgracia aun no he besado

-El señor Alfred pidió que fueras a su oficina a las cuatro de la tarde

-No te dijo para que me quería ver- se me hacía raro comúnmente solo me manda documentos o correos.

-No me dijo, solo que fueras puntual por favor.

-Esta bien, podrias llevar estos folders a el área de Recursos Humanos por favor- le di varios folders y él solo se giró para salir de mi oficina- Una cosa mas- volteo medio cuerpo para verme- ya te dije que me gustas.

-Tú también me gustas y mucho- me lanzó un beso con su mano y después salió de la oficina.

Cristian se estaba volviendo más cursi, es algo que no sabía que él podía ser pero estaba muy interesada en descubrir más sobre ese lado suyo. Esperé a que diera la hora en que me citó Alfred, una vez estando frente a la oficina de Alfred su secretaria anunció que ya había llegado. Cuando entré estaba la silla de su escritorio volteando hacia el otro lado así que no lo podía ver.

-Hola Alfred ¿Querías verme?- cuando se giró la silla no era Alfred quien estaba sentado en ella.

-Que bueno que no olvidas lo que te he enseñado sobre la puntualidad.- mi padre se levantó de la silla para acercarse a mí y darme un abrazo- parece que viste un fantasma hija.

-No es eso, pero Víctor me dijo que estabas fuera del país, ¿Que haces en la oficina de mi jefe?

-Victor me llamó cuando Mary se puso mala así que supuse que irías a ayudar, te quiero agradecer que no descuides a tus empleados, además quería saber cómo seguías después del accidente del baño.

-Es obvio que iré cada que mi nana me necesite, ella siempre me cuido, me siento muy bien te dije que no fue nada.

-Que bueno hija, cambiando de tema también volví al país porque organizaré una cena esta misma noche en la casa con algunos socios y quiero que asistas, al fin y al cabo ya te estás empezando a empapar en todos nuestros negocios y quiero que todos sepan que en un futuro no muy lejano espero tendrán que hacer tratos contigo.- esa idea me alegro bastante.

-Estas bien papá, no faltare a la cena.

-Por cierto no te preocupes por avisarle a tu asistente/ chófer ya le dije a Víctor que vaya por ti.- se notaba a kilómetros que Cristian no le agradaba para nada, espero que pueda aceptar que me siento atraída por él.

Me despedí de mi papá y regrese a mi oficina, seguía pensando en que me pondría ya que tenía que verme más profesional y con autoridad ante todos esos hombres, más que nada porque en las anteriores cenas a las cuales había asistido todos me veían solo como un premio, un adorno muy caro que muchos querían tener a su lado pero en esta ocasión no solo me notarian sino tendría voz y voto ante todos ellos, era una ocasión muy especial. Dio la hora de salida y le hice señas a Cristian para que me esperara en el estacionamiento en lo que terminaba de guardar algunas cosas, después de como quince minutos baje al estacionamiento y encontré a Cristian recargado en la camioneta revisando su celular, se veía tan guapo, en cuanto me vio abrió la puerta del copiloto para que subiera, me llevo a mi edificio y ya se iba.

-Mañana no pases por mi en la mañana, hoy tengo una cena con mi padre y me quedaré en la casa, Víctor me llevará a la oficina.

-Claro que si preciosa, entonces nos veremos mañana en la oficina, mucho éxito en tu cena- me dio un beso en la mejilla y se fue.

Vaya que ese hombre es un sueño, entre rápido a mi departamento para ver qué me pondría al final opte por un traje sastre color palo de rosa y una blusa blanca con las mangas un poco sobresalidas del sacoy unas sandalias altas, planche mi cabello y tome mi bolso, en ese momento el portero me avisó que Víctor ya había llegado, baje lo más rápido que pude y entre en el asiento trasero del auto.

Al llegar a la casa pude ver varios autos estacionados, al parecer ya habían llegado la mayoría de los socios de mi padre, en cuanto entre al salón todas las miradas se posaron en mi.

-Que bueno que llegaste hija, déjame presentarte a nuestros socios.- después de varios saludos y algunas conversaciones sin sentido nos avisaron que era hora de la cena así que pasamos al comedor, cuando tomamos asiento note que a mi lado se sentó alguien bastante conocido.

-Anabel que gusto volverte a ver, tu padre me comentó que estás trabajando en la editorial.

-Hola Carlos, no sabía que vendrías, si ya llevo casi un mes trabajando ahí.- no era de mi agrado toparme con él, cuando éramos amigas su hermana y yo se la pasaba siguiéndonos y después del gran chisme que crearon preferí alejarme lo más que pudiera.

-Tambien me dijo que sigues soltera, cuando vas a aceptarme la invitación a salir.- eso tampoco me agradaba siempre que lo veía me invitaba a salir y siempre era muy incómodo decirle que no, ya ni siquiera llevo la cuenta de todas las veces que lo he rechazado.

-Gracias por asistir con tan poca antelación, está cena es para presentarles oficialmente a mi hija Anabel Roses como mi sucesora en todos los negocios, ella ya está trabajando en una de nuestras muchas empresas para familiarizarse con todo y espero que así como han llevado buenos negocios y tratos conmigo los tengan con ella.- me levanté para presentarme y todos aplaudieron.

-Gracias por eso, solo quiero decir que estoy ansiosa de entrar al negocio y de trabajar con todos ustedes y espero que sigamos con la buena relación que hemos han tenido hasta ahora con mi padre- volví a sentarme y todos aplaudieron, nos dispusimos a cenar y después pasamos al salón para unos tragos y más conversaciones sobre trabajo, Carlos trataba de acercarse a mi todo el tiempo y yo de esquivarlo conversando con los demás invitados ese hombre era muy insistente espero que algún día se cansé.