Celos

2254 Words
Anabel Los socios de mi padre empezaron a irse casi a la media noche, Carlos seguía siguiéndome por todo el salón así que en un momento en que se entretuvo platicando con mi papá aproveché y salí al jardín, era mi parte favorita de la casa, mi madre se encargó de que estuviera hermoso un poco antes de mi nacimiento para que yo lo disfrutará, mis pocos recuerdos buenos con ella antes de la enfermedad son aquí, entre los rosales y el gran cerezo que hay en el jardín, recuerdo una vez que jugando caí a la piscina mi mamá se alteró mucho fue Víctor quien me saco ya que se encontraba cerca y escucho a mi mamá gritar muy desesperada, desde ese momento me prohibió acercarme a la piscina, cuando ella falleció mi padre intentó que viniera un maestro particular para que me enseñará a nadar pero nunca acepte quería cumplir la promesa que le hice a mi mamá que nunca me acercaría a la piscina, ahora entiendo que ella lo hizo porque ella tampoco sabía nadar y se sentía culpable e indefensa por no haber podido salvarme. Las estrellas brillaban tanto en esta área, como las casas tenían mucho terreno alrededor y no había edificios altos no había nada que opacara el hermoso cielo, me senté en el columpio que estaba en el cerezo y contemplé la noche y la oscuridad que cubría todo el lugar, en ese momento a mi mente vino la imagen de Cristian acercándose a mí y tomándome en sus brazos, como quisiera que él estuviera aquí, lo extraño y eso que nos vimos hace apenas unas horas, como si lo hubiera invocado me llegó un mensaje de él. Cristian: "Espero que hayas triunfado en la cena y que demostraras quien es la jefa ahora, te quiero hermosa" Con ese simple mensaje alegro mi noche y me demostró que se preocupaba por mi y por lo que yo le decía, me dispuse a irme a mi antigua recámara, seguía justo como la dejé hace tantos años que me mudé, mis trofeos y fotos en el mismo lugar y obviamente el personal se encargaba que todo estuviera limpio. -Ordene que todo lo dejarán igual que como estaba- me dijo mi nana detrás de mí- esperaba que cuando vinieras no te sintieras como una extraña porque al fin y al cabo esta es tu casa.-No pude evitar que por mi mejilla rodaran algunas lágrimas. -Gracias nana, aprecio mucho el gesto- la abrace tan fuerte como me fue posible. -Me gustaría que nos visitas más seguido, desde que te mudaste esta es la segunda vez que vienes. -Lo se nana pero sabes que esta casa me trae muchos recuerdos. -Espero que vengas para crear recuerdos buenos y nuevos, tu padre tampoco está tanto en casa, sabes que se la pasa de viaje. -Si, desde que mamá murió el viaja aún más que de costumbre no le gusta estar aquí pero por lo mismo yo le dije que la vendiera. -Sabes que no la venderá, la compro para tu madre y para ti, tu madre la decoro y acondicionó para ti, por eso no la venderá él espera que algún día vuelvas a vivir aquí y que en ella formes una familia. -Si con alguien que él crea conveniente y a la altura de la familia- recordé su insistencia hace algunos años en que aceptara salir con Carlos. -Él aceptará al final a cualquiera a quien ames y te ame, si te ve feliz él será feliz por ti, lo sabes solo quiere cuidarte y que no sufras lo que él sufrió.- no entendía de qué estaba hablando. -¿De qué hablas nana?- al parecer ella no quería hablar de eso. -No es algo que yo tengo que contarte en su momento tú padre te hablara de su historia, cuando crea que es conveniente, mejor ya descansa mi niña mañana temprano Víctor te llevará a tu trabajo. - me dio un beso en la frente y salió de mi cuarto. Me prepare para dormir, fui al baño y me desmaquille, puse mi pulsera y mi collar en el tocador y saqué de mi vestidor una pijama de dos piezas, a pesar de no vivir aquí aún tenía mucha de mi ropa y cosas aquí, cuando me mudé deje casi todo, quería empezar otra vida y con mi trabajo de modelaje me regalaron muchas cosas las marcas para tenerme feliz y qué aceptará modelar para ellos, así que realmente no necesite todo lo que tenía en esta casa pero ahora que veía mi vestidor había muchas cosas que siempre me encantaron y que podría llevarme a mi departamento. Programe mi alarma para el día siguiente aunque se que mi nana vendrá a despertarme como cuando vivía aquí y me despertaba para la escuela, estaba tan cansada que no tardé nada en quedarme dormida. Sonó mi alarma eran las seis y media de la mañana, estaba muy cansada aún así que apague mi alarma pero no pasó ningún minuto cuando mi nana estaba entrando en el cuarto, abrió las costillas del cuarto y me indico que me levantara y arreglará que me esperaba en media hora abajo en el comedor para que desayunara, cuando salió del cuarto pensé en volver a dormirme pero sabía que si lo hacía ella volvería para despertarme así que salí de la cama y me dirigí al baño, después de un corto baño fui a mi vestidor para ver qué ponerme tenía demasiadas opciones pero elegí unos jeans ajustados una blusa blanca básica y un blazer verde militar, para completar mi outfit me puse unos tacones del mismo color y una bolsa negra con cadena dorada, solo cepille mi cabello y me coloque un reloj dorado. Baje al comedor y ya estaba servido el desayuno pero solo había un lugar puesto. -¿Mi papá no desayunara?- le pregunté a mi nana cuando apareció por la puerta -Él tuvo que irse después de la cena por unos negocios, pensé que te había avisado. -No lo hizo, pero está bien siempre ha sido así.¿Ustedes ya desayunaron? -Sabes que nosotros desayunamos en la mesa de la cocina mi niña, de hecho ya casi vamos a desayunar. -Entonces me sentaré con ustedes, sabes que no me gusta comer sola- tome mi plato y le ayude a mi nana a llevar todo a la cocina. Después de desayunar con todos los empleados como siempre desde que mi mamá murió, Víctor me llevo al trabajo pero antes de salir mi nana me hizo prometer que iría más seguido a visitarlos a la casa lo cual prometí que haría, llegue a la oficina ya casi a las 10 de la mañana en cuanto llegue vi que Cristian se levantó y se acercó a mi. -Buenos días Anabel, ¿Cómo te fue en la cena anoche? -Hola Cristian, que te parece si hablamos en mi oficina- note que todos estaban muy atentos en nosotros así que me siguió a mi oficina y nos sentamos en los lados opuestos del escritorio. -Ahora si, me fue muy bien la verdad, todos aceptaron mi nombramiento como la sucesora de mi padre, muchos socios me comentaron algunos negocios que tenían en mente para el futuro, todos me felicitaron y por fin sentí que tenía voz en una de las reuniones de negocios. -Me alegro mucho por ti, estás trabajando muy duro para hacerte cargo de todo y se que tienes la fortaleza para hacerte cargo.- escucharlo decir eso hacia que quisiera lanzarme a sus brazos y besarlo pero como mi oficina tenía paredes de vidrio todo el mundo nos vería. -Obviamente no faltó el momento incómodo por la presencia del hermano de Sofía, pero a pesar de eso me alegro ir y más estar en mi casa, mi nana me hizo prometer que iría más seguido. -Que bueno que viste a tu nana, espero que ya esté mucho mejor. -Si lo está, también me hizo prometer que te llevaría para que comieras su famoso cocido madrileño. -Vaya pues entonces tengo que ir a probarlo- Cristian me mostró una sonrisa tan sincera y tan encantadora- bueno que bueno que ya estás aquí, en una hora tenemos que ir a qué autorices la portada de esta edición de la revista, así como qué autorices los modelos y los diseños que se presentarán en la siguiente. Cristian salió de mi oficina y yo empecé a trabajar, tenía que demostrar ahora más que nunca que podía estar a cargo del negocio. Paso una hora y fuimos a los departamentos correspondientes para revisar las portadas, cuando estaba autorizando los modelos note que Sofía estaba entre la lista de posibles candidatas, realmente no quería aceptarla pero debía de reconocer que era buena en su trabajo y que su nombre entre las modelos traería buena publicidad para la revista y para los nuevos diseños, así que muy a mi pesar tuve que autorizar que ella participará en las siguientes fotos del artículo. Ya era hora de almorzar y quería ir a pedirle a Cristian que fuéramos a la cafetería de siempre pero cuando llegue a su escritorio no podía creer lo que estaba viendo. -Entonces si me aceptaras la invitación a almorzar o tengo que rogarte- Sofía estaba recargada en el escritorio de Cristian con una posición muy sugerente. -Lo lamento señorita pero como ya le dije tengo mucho trabajo y realmente no pienso salir a almorzar el día de hoy,tal vez en otra ocasión. - Cristian se notaba algo incómodo con ella así que sentí la necesidad de salvarlo. - ¿Cristian ya está todo listo para que vayamos a la junta que tenemos?, Vaya Sofía no te había visto ¿Que haces aquí?- me pare entre ella y Cristian -Hola Ana, me llamaron para darme los detalles de la siguiente campaña donde participaré y aproveché para invitar a tu asistente a almorzar pero veo que lo tienes muy ocupado con tanto trabajo, deberías de dejarlo que salga conmigo después puede regresar a trabajar. - Lo lamento Sofía pero eso no se va a poder ya que estas juntas son muy importantes y se que no lo entiendes pero todo el papeleo y trabajo que hacemos aquí es para que las campañas donde participas salgan bien y a tiempo.- no se porque me estaba comportando así, pero no podía evitarlo me moría de celos de tan solo verla cerca de Cristian. -Como le dije antes señorita no puedo aceptar su invitación porque tengo mucho trabajo, ahora sí me permite tengo que acompañar a la señorita Roses a la junta- Cristian se paró a mi lado- ¿Nos vamos señorita Anabel?- indicó con su mano hacia el elevador yo solo asentí y nos dirigimos al elevador. Cristian Estaba ansioso porque Ana regresará del departamento de producción, quería que fuéramos a almorzar juntos, cuando a lo lejos vi que se acercaba una chica que yo sabía que ya había visto antes pero no recordaba donde, cuando ya la tuve cerca pude notar que era Sofía la modelo que no le agradaba a Anabel, su ex amiga y ahora enemiga número uno. Ella no dudo en tratar de coquetear conmigo e invitarme a almorzar no sabía cómo safarme de ella, aunque le insiste en que tenía mucho trabajo y no podía ella seguía invitandome si no fuera por Anabel que apareció y menciono una junta la cuál no era verdadera pero eso me ayudó para que pudiera rechazarla y así fue como dejamos a Sofía parada junto a mi escritorio y nosotros nos fuimos hacia el elevador. -Muchas gracias por aparecer, ya no sabía cómo rechazarla- pero Anabel no me contestaba se veía algo molesta- ¿Te encuentras bien? -¿Qué hacía ella en tu escritorio? ¿Que se creyó como para invitarte a salir? - Anabel parecía muy molesta por lo que acababa de pasar -No lo sé, yo estaba esperándote para ir a almorzar cuando ella apareció. No te enojes, sabes que yo no iba a aceptar- tome su mano y ella volteo a verme, su expresión se relajó un poco. -Yo lo sé, pero es que siempre hace lo mismo y….. -Yo no soy como tus ex's, la única que me interesa eres tú- presione el botón para detener el elevador voltee a verla de nuevo ella parecía confundida, me acerque y coloque mi mano en su cintura atrayendola hacia mí y tome suavemente su rostro nuestra respiración se aceleró al igual que nuestros corazones, estábamos tan cerca que lo podía notar, entonces por fin pose mis labios en los suyos, se sentía tan cálidos, sentí la necesidad de seguir besándola, presione aún más mis labios con los suyos y ella abrió ligeramente su boca, aproveché para intensificar el beso, nos separamos por falta de aire, recargue mi frente en la suya, su respiración aún estaba acelerada, abrió sus ojos me sonrió, su cara estaba muy roja y sus labios se veían algo hinchados, yo solo le sonreí y la abrace. -Perdón por la escena de celos, se que no eres como mis ex's, tu eres totalmente sincero conmigo, pero no pude evitarlo ella siempre intentar meterse en medio de mis relaciones, pero voy a confiar en ti- volví a presionar el botón para que el elevador anduviera y salimos rumbo a la cafetería para almorzar, no podíamos dejar de sonreír aunque sus palabras aún resonaban en mi cabeza, ella confiaba en mí y yo me acerque por una venganza
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