Roses, venganza de familia

Ópera

Cristian

Estoy muy emocionado por ver a Anabel modelar, la he visto antes por televisión o en algunas revistas pero nunca en persona, sé que ella ama estar en las pasarelas aunque diga que no y que solo es buena por su físico. Después de llamar a Peper se encargó de marcarle a Estefan para arreglar lo del maquillaje y peinado aunque supongo que Peper ya le había avisado sino es que hasta estaban en la misma habitación cuando Anabel dio la noticia, tardó como quince minutos en el teléfono mientras yo mandaba algunos correos y cotizaba algunos proveedores, de repente me llegó un correo de Jorge.

Jorge:

"Tal vez no es la información que me pediste sobre tu abuela pero encontré esto, tú sabrás qué hacer con él."

Traía un archivo adjunto el cual abrí y era un acta de nacimiento de una chica, no entendí porque me envió esto hasta que comencé a revisarlo, estaba registrada en Inglaterra y en el apartado de los padres estaba el señor Joseph junto con otra mujer, baje un poco más en el archivo y había fotos de la niña con la que supongo es su madre y después otra de una joven unos dos años más chica que Anabel y el señor Joseph parado aun lado de ella.

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Trate de no hacer ninguna expresión ya que Ana estaba terminando su llamada, cerré el archivo de inmediato y trate de actuar normal, hasta que no averigüe si ella sabe o no de su hermana, no me corresponde decir nada, supongo que será otro secreto que le guardaré.

-Estefan estaba muy emocionado con volver a trabajar conmigo- me dijo Ana muy feliz

-Que bueno amor, entonces eso ya quedó listo igual que lo que yo estaba haciendo ya solo necesito algunas confirmaciones y algunas firmas tuyas y de Alfred.

-Deberíamos salir temprano hoy e ir a algún lugar.

-Me parece una excelente idea, ¿A dónde quieres ir? - después de un momento pensando me contestó

-Creo que primero tendremos que ir a casa a cambiarnos lo bueno que aún tenemos tiempo- tomó sus cosas y yo la imite lo más rápido que pude, le abrí la puerta de la oficina para que pasará y la seguí hasta el elevador.

-Ya dime a dónde vamos.- seguí insistiendo en la camioneta mientras manejaba a casa.

-Aún no, te diré en un rato más.- ella solo sonreía muy satisfecha por tenerme en estado de confusión, llegamos a la casa y mientras íbamos en el elevador no lo soporte más, toque el botón de emergencia y el elevador paro de golpe, volte a ver a Ana que no entendía qué pasaba y con delicadeza la pegue a la pared del elevador deje mi mano en su cintura y con la otra tome su rostro haciendo pequeños círculos con mi pulgar en su mejilla y después delineando sus labios medio abiertos.

-Te estás portando muy mal teniendo secretos conmigo- le susurré en el oído, sentí como su piel se erizaba bajo mi tacto- se buena y dime a dónde iremos o si no te castigaré- me acerque a su boca pero quedando a unos escasos milímetros no la bese sino mordí suavemente su labio inferior jalando un poco de inmediato ella jadeo en respuesta.

-Yo… este… iremos al teatro Real a la ópera.- termino diciendo, en cuanto me contestó le di un casto beso en los labios, me despegué de ella y volví a poner en marcha el elevador, ella estaba tratando de reponerse pero aún le costaba respirar con normalidad- no es justo que utilices tu atractiva apariencia para ponerme nerviosa.- me reclamo tratando de parecer molesta.

-No solo lo puedo utilizar para eso, también puede ser para cosas buenas para ambos- le dije lo más seductor que pude a lo cual ella solo se rió y salió del elevador en cuanto llegamos a nuestro piso. Entramos a la casa y preparé algo rápido para cenar antes de irnos a la ópera, terminamos de comer y me puse a limpiar todo mientras Ana subía a arreglarse, cuando deje todo limpio también subí por las escaleras hacia mi cuarto, cuando pase por enfrente de la habitación de Anabel se escuchaba que estaba cantando, no reconocí la canción pero sonaba feliz, seguí mi camino hacia mi cuarto y entré al baño para darme una ducha rápida, en cuanto salí me puse a buscar algo que ponerme pero creo que no tengo nada que sea adecuado para la ópera, terminé poniéndome un traje n***o con camisa blanca y busque una pajarita pero no encontré así que deje el cuello abierto y lo complete con un pañuelo n***o en el bolsillo del saco y unas mancuernillas que tenía la letra C, me las regalo mi abuela cuando termine la escuela,pensé que nunca las usaría pero supongo que ella sabía más que yo, me termine de peinar, colocar loción y salí de mi habitación, baje a la sala y me serví una copa de vino mientras esperaba que Anabel estuviera lista.

Pasaron como veinte minutos, me pare a servirme otra copa cuando escuché los tacones en las escaleras, voltee hacia ellas para ver a Anabel bajando se veía espectacular, traía puesto un vestido n***o que le llegaba un poco más abajo de las rodillas, era tipo straple con encaje en todo el vestido, la falda era un poco amplía parecía de bailarina, traía el cabello suelto y unas zapatillas negras con punta dorada.

-Te ves guapísima amor- le extendí mi mano para ayudarla a terminar de bajar las escaleras, en cuanto estuvo parada a mi lado no dude en darle un beso muy suave y tierno.

-Tu también te ves muy atractivo, pero te falta algo- de su pequeña bolsa negra saco una pajarita y me la colocó- ahora sí te ves excelente, ya deberíamos de irnos.

Salimos del departamento y me iba a subir a la camioneta pero Ana me jalo hacia la puerta principal, había un automóvil esperándonos, le abrí la puerta a Anabel para que subiera y después le di la vuelta para subir por el otro lado.

-No me esperaba que hoy no manejará.

-Es una cita no deberías de conducir, por eso pedí mejor un carro- me dijo Anabel mientras tomaba mi mano, llegamos al teatro y me baje primero para después abrir su puerta, le di la mano para ayudarle a bajar y después se agarró de mi brazo, caminamos hacia la entrada y nos guiaron a nuestros asientos.

-Nunca había venido a la ópera, mi abuela tenía algunos discos con la música pero nunca había visto una en vivo.

-Entonces me alegra ser la persona con quién disfrutes está primera vez.- bese su mano y después hicieron la tercera llamada para la función, fue algo increíble las escenografías, los vestuarios y sus voces, era algo de ensueño. Cuando terminó todos les aplaudimos a los actores y poco a poco empezó a vaciarse el lugar, caminamos por el vestíbulo hacia la salida cuando escuchamos a alguien muy familiar.

-Me divertí mucho contigo, deberíamos de continuar en mi casa- esa voz tan chillona la reconocía, voltee a ver a Anabel y parece ser que ella también la reconoció, giramos un poco y chocamos con ellos.- Vaya que sorpresa no pensé que fuera tu estilo Cristian, supuse que el cine era a lo más que llegabas.

-Es la primera vez que vengo pero lo disfrute mucho.- le contesté lo más educado posible.

-Que bueno que vieras está ópera es de las mejores puestas en escena que existen- me dijo el acompañante de Sofía.

-Gracias, no me he presentado soy Cristian Ferrer y ella es…

-Anabel Roses, cuanto tiempo sin verte- gire a ver a Ana y ella estaba estática, reaccionó de pronto y sólo inclinó la cabeza.

-Bueno ya es tarde y mañana tenemos que trabajar, fue un placer.- Sostuve a Ana del brazo y la dirigí a la salida para subir al automóvil que nos esperaba- ¿Te encuentras bien?

-Ese era Francisco, mi primer novio.