Roses, venganza de familia

Pequeña sorpresa

Susan

A pesar de que ayer Cristian y Ana nos ayudaron mucho con la mudanza aún tenemos que acomodar muchas cosas, hoy me desperté algo tarde la verdad como a las once o doce de la mañana, estaba muy cansada, Jorge ya no estaba en la cama así que supongo que despertó desde hace ya un rato, me levanté de la cama y solo me hice un chongo en el cabello, baje las escaleras y me encontré a Jorge desayunando en el comedor.

-Buenos días bebé, ¿Cómo dormiste?

-Buenos días, bien la verdad aunque aún estoy algo cansada.- le di un beso en la mejilla y me serví un poco de lo que preparo, que era huevo con tocino, me senté a su lado a desayunar.

-Hoy vamos a escombrar aquí abajo y mañana acomodamos el piso superior ¿Con que área quieres comenzar?

-Qué te parece si empezamos con lo de la cocina ya que estamos aquí.

-Me parece bien- Jorge se levantó y fue al fregadero a dejar sus trastes- traeré de una vez todas las cajas que son de aquí.

Terminé de desayunar y Jorge ya traía una de las tres cajas que salieron de mi casa, cuando la abrimos era la vajilla así que nos pusimos a acomodarlo junto con la suya, lave de una vez los platos del desayuno para de igual forma acomodarlos. La segunda caja eran moldes y refractarios, algunos decidí que ya habían dado todo lo que tenían que dar así que los terminé tirando, igualmente Jorge sacó algunos moldes que según él nunca en su vida los había utilizado, de hecho ni sabía que los tenía. Ya por último venían unas ollas y cubiertos las cuales decidimos que solo me quedaría con dos ollas que son las que siempre uso para cocinar y que Jorge me imploro que nos las quedáramos porque eran perfectas para cocinar paella, aún sigo muy sorprendida de que cocine tan bien.

Tardamos casi una hora o dos en tan solo la cocina, después pasamos a la librería/estudio donde sería mi lugar de trabajo cuando no estuviera con Anabel, Jorge saco algunos libros que eran de su hermana los pusimos en una caja y decidimos que podían quedarse en la bodega junto con mis muebles, acomode los pocos libros que venían en solo una caja dentro del estante que había quedado libre, sobre el escritorio puse mis papeles del trabajo y mi laptop.

-Creo que eso fue lo más rápido que hemos hecho- mencionó Jorge riéndose.

-Creo que acá abajo ya terminamos, ¿te parece si empezamos con lo del piso de arriba?

-Si quieres y así mañana nos quedamos todo el día acostados.- me abrazo por la cintura y recargo su barbilla en mi hombro.

-Entonces debemos de apurarnos- él solo asintió con la cabeza pero no se movía y no me dejaba mover- Pues ya vamos amor.- me soltó y tomé su mano para jalarlo hacia las escaleras para subir, ya estando arriba me di cuenta que realmente traje muchas cosas, tenía maletas por todo el cuarto.

-No creo que todo esto quede en la mitad de mi armario.

-¿Entonces dónde voy a meter todo?- me estaba empezando a preocupar por dónde metería toda mi ropa y mis zapatos.

Jorge

Hoy me desperté temprano a pesar de estar cansado, baje a preparar algo rápido para desayunar y cuando subí a ver a Susan ella seguía dormida así que decidí no molestarla, cuando iba saliendo del cuarto choque sin querer con una maleta trate de acomodarla pero ya no cabía, me voltee para ver el cuarto y había muchas cosas no creo que esto quepa aquí, decidí ir a la cochera por algunas herramientas y madera, se me ocurrió una gran sorpresa para Susan y sería bastante cómodo para ambos.

Terminé el proyecto tratando de hacer el menor ruido posible, baje a desayunar y escuché que Susan ya había despertado así que espere que bajara para iniciar a acomodar todo, después de terminar todo lo de abajo subimos a escombrar arriba pero ella noto que no cabrían sus cosas.

-¿Entonces dónde voy a meter todo?- trate de no hacer ningún gesto cuando ella me preguntó, tomé su mano y la saqué del cuarto- ¿A dónde vamos? Tenemos que ver dónde guardar todo.- no le contesté y seguí caminando, me detuve frente a la puerta del cuarto del final del pasillo.

-Creo que ya resolví el problema, entra.- Susan no entendía pero me hizo caso en cuanto cruzó la puerta se quedó estática.

-¿Qué es todo esto amor?

-¿Te gusta? Es para ti.

-¿En qué momento hiciste todo esto? Me encanta.- me abrazo y después entro a ver el lugar, había limpiado el cuarto y lo convertí en un vestidor para ella, para que no tuviera que tirar nada por mi.

-Quiero que sientas este espacio tuyo y que esta casa ahora también es tuya,y elegí esta habitación por el tamaño, también porque las que están más cerca a la nuestra son para nuestros hijos.- Volteo a verme y tenía lágrimas recorriendo sus mejillas.

-¿Los cuartos de nuestros hijos?

-Bueno si quieres tener hijos conmigo claro está, es lo que tú decidas porque es tu cuerpo el que tendrá los cambios y tú los tendrás y…..- no me dejó terminar cuando saltó a mis brazos y me besó.

-Claro que quiero tener hijos contigo amor, gracias por pensar en mi