Con un resoplido de frustración entro a la habitación y arrojo la maleta sobre la cama. A un lado, me siento sobre el colchón y luego me echo en ella, preguntándome qué demonios tiene la vida contra mí, como para que las cosas no me salgan bien. Me quedo así un rato, solamente viendo el techo y deseando no salir, no enfrentarme a Hunter y mucho menos estar fingiendo frente a mi padre y a Clarissa. Pero, como sé que si no lo hago mi padre es capaz de venirme a sacar a la fuerza, soltando un gemido de indignación e impotencia, me levanto de la cama, camino hasta la puerta y salgo de la habitación tomando un profundo respiro para envalentonarme al día que tengo por enfrente. Bajo las escaleras y camino en dirección al comedor sumida en mis pensamientos y no prestando atención a lo que me ro

