**GRAYSON: LEONEL** Los tres arribamos al hotel, y debo confesar que me llevé una gran sorpresa al encontrarme con Amelia allí mismo. Ella recibió a Jade y Oliver con una cortesía impecable, un saludo amable y profesional. Ante su presencia, y con un sutil, pero claro gesto, le hice saber que deseaba que me tratara con la misma formalidad que a mis acompañantes, indicación que ella captó al instante, demostrando su agudeza y profesionalismo. Sin dilación, nos condujo hacia el salón principal del hotel, un espacio cuya belleza y elegancia lograron iluminar visiblemente el rostro de Jade, que parecía encantada con el lugar. —¡Es precioso! ¡Quedó absolutamente hermoso! ¡Me encanta cómo lo han decorado! —exclamó Jade, con una evidente alegría—. Mira, cariño, ¿qué te parece este espacio?

