**GRAYSON: LEONEL** El niño levantó la mirada, sus ojos brillaban con una súplica silenciosa. —Prométeme que no te volverás a ir. Antes de que ella pudiera intervenir, alcé una mano en señal de calma. —Ronan, él no… —intentó decirle al niño que yo no era su padre. —Tranquila —la detuve suavemente—. Es un niño, no hay que dañarle sus emociones. Ella me miró en silencio, con la respiración contenida, como si mis palabras hubieran tocado una fibra profunda dentro de ella. El alivio se instaló en la habitación por unos instantes. Ronan aún me abrazaba, su pequeño cuerpo tembloroso contra el mío. Sentí el peso de su confianza, una certeza que, pese a mi incertidumbre, parecía inquebrantable para él. Ella suspiró y se acercó, sus ojos reflejaban una mezcla de nostalgia y asombro. —Es inc

