Observo a Caleb subir a su motocicleta y desaparecer por la carretera. Cuando regreso a la sala todos siguen en el mismo lugar y me acerco al ventanal.
-¿De verdad crees que ellos son lo mejor para Cassie en este momento?- pregunta Barack. Sin despegar mi mirada del bosque respondo.
-Sí, ellos fueron los que me convirtieron y por ellos aprendí a controlarme rápido.
-¿Crees que será lo mismo para Cassie?-pregunta Mikenna.
-Eso no lo sé, como le dije a Caleb, y como ustedes mismos saben bien, cada vampiro es diferente. Pero en el caso de que Cassie no pueda controlarse ellos la controlaran.
-¿Cuándo iras a verla?- pregunta Kilian y suspiro.
-En un par de días, hay que dejar que se ajuste un poco más.
-¿Iras solo?-pregunta Kay y puedo escuchar la incredulidad en su voz.
-Por supuesto. Y no está en discusión. Si quieren verla tendrán que esperar un poco más.
-¿Por qué? A nosotros no nos puede lastimar- responde Mikenna.
-Tal vez no pero su estado es delicado. Estoy seguro que en este momento debe de sentir una culpa enorme por lo que hizo, aun si no lo hizo consciente. Y no creo que el verlos a ustedes o alguien más sea de ayuda.
-¿Y el verte a ti si será de ayuda?
-Lo será para Caleb y evitara que haga una tontería.
-¿Cuándo será el día que dejes de ayudar a los desprotegidos?-pregunta Kay con un suspiro y veo su reflejo en el cristal del ventanal. Sonrió.
-Cuando dejen de haber desprotegidos.
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Justo como se lo prometí a Caleb he venido a ver a Cassie. Espere otros cuatro días más para verla porque quise darle tiempo para que asimile más las cosas y su situación. Estoy seguro que el verme no será fácil para ella pero es algo que tengo que hacer. Toco el timbre y meto mis manos en los bolsillos del pantalón, esperando a que abran la puerta. La puerta se abre y unos ojos verdes brillantes me observan con atención.
-Áureo…-dice Kalinda.
-Kalinda-se hace a un lado para dejarme pasar y cierra la puerta detrás de mí.- No me esperaba que tu abrieras la puerta.
-¿No hubieras venido si lo esperabas?-pregunta divertida.
-Yo no dije eso, solo que no es tu estilo.
-Bueno, ahora se supone que debemos hacer todo por nosotros mismos- dice claramente irritada. La miro aun sin poder entender su disgusto por Cassie.
-Debe ser una tortura- comento y miro alrededor. Permanece callada y puedo sentir el peso de su mirada escudriñándome.
-¿Qué haces aquí?- pregunta finalmente.
-Vine a ver a Cassie- hace un sonido de molestia.
-¿Qué tiene esta chica que hace que todos la traten como si fuera de cristal? ¿Acaso estas saliendo con ella?- la última pregunta la hace casi con disgusto y con un deje de algo más. Me vuelvo completamente a ella.
- Es mi amiga y le prometí a su madre que si algún día a ella le pasaba algo yo me aseguraría de que su familia, en especial sus hijos, estuvieran a salvo. Y con quien yo salga o no es mi problema. ¿Es por eso que te has portado tan grosera con ella? ¿Por qué creías que estaba saliendo con ella? Madura Kalinda, no todo gira en torno a ti.
-¡Áureo! Me pareció escuchar tu dulce voz- dice Lisandro con una sonrisa divertida acercándose a nosotros. Nos mira a Kalinda y a mi simultáneamente- ¿Problemas en el paraíso?- pregunta.
-Metete en tus propios problemas- bufa Kalinda y pasa por su costado sin mirarme. Lisandro me mira divertido y levanta una ceja.
-Parece que toque un nervio sensible- de repente su sonrisa divertida desaparece- ¿Qué haces aquí, Áureo?
-Vine a ver a Cassie- le digo lo mismo que le dije a Kalinda.
-Sabes que está en las manos correctas.
-Esto no lo hago por mí- me escudriña con la mirada y sonríe nuevamente.
-Mmm, el hermano.
-Él es nuevo en esto, no sabe cómo funcionan las cosas y le preocupa su hermana. Yo creo que esta en todo su derecho al querer asegurarse que está bien.
-Por supuesto, pero tal vez la próxima vez deberías evitar que entre caminando aquí como una bolsa de sangre lista para beber.
-¿De qué hablas?-pregunto confundido.
-Que el día que Caleb vino a verla fue el día que la sangre que Max le dio a Cassie término su función y si no hubiera sido por mí ya no tendría un hermano.
-Él no me dijo nada de eso.
-Porque no la vio.
-¿Y como esta?-pregunto finalmente.
-Vela por ti mismo- se hace a un lado y me indica con su mano el pasillo frente a nosotros. Es el pasillo que lleva al jardín trasero en donde tienen ese ridículo estanque con los cisnes. Una vez que salimos no me toma mucho darme cuenta de que algo anda mal. El olor a sangre es algo difícil de ignorar en especial para nuestra especie.
Cassie está sentada sobre el pasto de espaldas a nosotros y Alana esta arrodillada junto a ella, sobándole la espalda con una mano. Máximo está de pie con los brazos cruzado observando a Cassie.
-¿Qué paso?- le pregunto a Lisandro.
-Quería salir y Alana pensó que el jardín no sería tan peligroso. Uno de los cisnes se acercó demasiado a la orilla del estanque y Cassie se acercó para tocarlo y lo siguiente que sabemos es que lo tenía agarrado del cuello y…-deja la frase colgando y cuando nos paramos junto a Máximo puedo ver el cisne muerto a unos metros de donde esta Cassie con el cuello roto y las plumas manchadas de sangre. Cassie tiene la boca y la playera manchada de sangre y sigue observando al cisne.
-Yo solo quería tocarlo…-susurra Cassie a nadie en particular. Cuando levanta la mirada y me mira veo que los tiene llenos de lágrimas.- Solo quería tocarlo.
Miro a Máximo pero su expresión como siempre es imposible de descifrar.
-Llévala a su habitación y asegúrate de que se limpie toda esa sangre- le dice Máximo a Alana y ella asiente. Ayuda a Cassie a ponerse de pie y las observamos marcharse. Una vez que desaparecen dentro de la casa me vuelvo a Máximo.
-¿Qué tan mal?- pregunto.
-Mal- responde y mira a Lisandro. Conozco esa mirada, pase siglos con ellos como para no saber lo que esa mirada significa.
-¿Qué está pasando?
- Parece que Cassie tiene más problemas en controlarse de lo que creímos- responde Lisandro y observa al único cisne que quedo en el estanque- .Hay que deshacernos de ese cisne.
-¿Qué prosigue?
-Seguir intentando enseñarle control- responde Máximo.
-¿Y si no funciona?
-Tendremos que controlarla nosotros y eso no será bueno para ella.
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Los trillizos no están cuando regreso a la casa, lo que agradezco en gran medida porque no quiero que se enteren de esto, al menos no todavía. El que si esta es Barack e inmediatamente sabe que algo está mal en cuanto me ve entrar a la cocina.
-¿Está mal, eh?- asiento y me siento en un taburete en el desayunador. Barack está cambiándoles el rollo a algunas de sus cámaras.
-Se alimentó de uno de los cisnes- levanta la mirada de la cámara que sostiene en las manos y levanta las cejas en un gesto sorprendido.
-¿En serio? Vaya… está más grave de lo que pensábamos.
-No está aprendiendo a controlarse.
-¿Y qué harán si no se controla?
-La van a controlar ellos.
-Sigues diciendo eso pero no entiendo lo que significa, tendrás que explicármelo.
-La hipnotizaran.
-Eso no se oye tan mal…
-Lo es, porque asi nunca aprenderá siquiera a tener un poco de control. Dependerá completamente de ellos. Si quiere alimentarse solo será con su permiso, si quiere estar cerca de humanos por su cuenta, no podrá a menos que uno de ellos este con ella. Ellos dictaran cada momento de su vida.
-Cuando lo pones asi suena mal. ¿No hay otra opción?
-Si
-¿Cuál?
-El laberinto
-Vaya hombre, hoy sí que llegaste con malas noticias. ¿Qué le vas a decir a Caleb?
Me quedo contemplando que sería lo mejor. Caleb ya tiene suficientes problemas como para preocuparse por la condición de Cassie, algo que de todas formas se encuentra fuera de su control.
-¿No estarás pensando en contarle esto?- pregunta Barack con incredulidad. Lo miro.
-No, al menos no todo.
-¿Entonces?
-Solo le diré lo suficiente para que esté tranquilo. Ya veremos qué pasa después. Solo esperemos que Cassie logre controlarse- Barack me observa durante un momento mas y escudriña los ojos.
-¿Paso algo más?
-No ¿Por qué?- se encoje de hombros.
-No sé, pareces…raro. Y no creo que sea solo por Cassie- suspiro con pesadez y observo la cámara que sostiene en sus manos. A veces se me olvida lo observador que Barack puede ser cuando quiere.
-Vi a Kalinda- una sonrisa se forma en sus labios y me arrepiento inmediatamente el haberle dicho.
-Con que Kalinda ¿eh?- mueve las cejas de arriba abajo.- ¿Alguna vez vas a decirme que paso entre ustedes que te hizo odiarla?
-No la odio- respondo. Nuestra historia ocurrió muchos siglos atrás pero los vampiros jamás olvidamos, una desventaja en algunos casos supongo.
Cuando recién me convertí en vampiro ellos fueron la primera familia que tuve hasta ese punto de mi vida. Pero Kalinda fue algo más, algo que hasta la fecha no puedo etiquetar. No estoy orgulloso de las cosas que hice estando con ellos pero nunca me arrepentiré de lo que sucedió entre nosotros, al menos no de todo.
-¿En qué piensas?- pregunta Barack curioso.
-En que no deberías traer tus cámaras a la cocina- me sonríe divertido y salgo de la cocina.
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-¿A dónde van?- pregunto a los trillizos que se encaminan a la salida.
-Vamos a dar una vuelta por el pueblo- me informa Kay con desinterés. Levanto una ceja.
-¿Van a dar una vuelta por el pueblo? ¿Ustedes? ¿Voluntariamente?
- A veces salimos al pueblo aunque te sorprenda- dice Mikenna y se mira las uñas de una mano. Miro a Kilian quien siempre ha sido el más sensato de los tres y el que intenta no ocultarme cosas. Se muerde el labio inferior en un gesto que reconozco de cuando no quiere decir algo. Al parecer no soy el único que se d cuenta porque Kay le da un codazo en el costado y le hace una mueca.
-Saben que no tienen permitido ver a Cassie todavía- les recuerdo, aunque estoy seguro que lo saben y por eso Kilian no quiere hablar.
-No íbamos a verla- refuta Mikenna. Sonrió divertido ante su negación. A veces se me olvida que a pesar de que tienen más de 300 años todavía son niños en el fondo. Kay suspira con frustración y rueda los ojos.
-Tú fuiste a verla ayer. ¿Por qué nosotros no podemos verla?- pregunta irritado.
-Porque yo tenía un motivo suficiente, ustedes solo quieren verla porque ahora es como nosotros.
-Ese no es el motivo por el que queremos verla- finalmente habla Kilian y se acerca a donde estoy sentado en la sala-. Es nuestra amiga y aunque no quisiste decirnos como está realmente, sé que está pasando algo más con ella. Solo queremos asegurarnos de que su transformación no sea tan…dolorosa.
-Es muy noble tu pensamiento Kilian, pero desafortunadamente no hay nada que ustedes o yo podamos hacer por ella más de lo que ellos están haciendo.
-Entonces dinos la verdad y no la veremos hasta que sea el momento adecuado- dice Kay y se encoje de hombros como restándole importancia. Miro a Mikenna que se cruza de brazos y me observa con atención. Supongo que no puedo ocultarles esto para siempre. Suspiro y les indico a los tres que tomen asiento. Mikenna y Kilian toman asiento en el sillón frente a mí y Kay decide permanecer de pie.
-Está teniendo problemas para controlarse. Ayer cuando fui a verla tuvo un incidente en el jardín.
-¿Qué clase de incidente?- pregunta Kilian.
-Hay un estanque con cisnes y Cassie mato a uno de los cisnes.
-¿Lo mato cómo?-pregunta Mikenna lentamente.
-Se alimentó de él. Dijo que solo quería tocarlo pero…- los dejo procesar esta información por un momento.
-Vaya,- dice Kay- esta es la primera vez que escucho de algún vampiro que ataca un animal. Por lo general siempre son humanos pero cada quien tiene sus gustos- se encoje de hombros.
-Esto es serio Kay- lo reprimenda Mikenna.
- ¡No dije nada malo!
-Y…- Kilian no termina lo que sea que fuera a decir porque en la distancia se escucha una motocicleta. No hay necesidad de adivinar quién esa porque ese sonido es conocido. Caleb. Unos minutos después la motocicleta se estaciona fuera de la casa y unos segundos después el timbre de la puerta suena.
-Ni una palabra de esto a Caleb ¿entendido?- les digo y me levanto para abrir la puerta. Caleb me mira con una sonrisa culpable y le indico con una mano que pase. Caleb ya conoce el camino a la sala y camino detrás de él.
El sonido de su corazón está estable pero aun asi puedo ver que está nervioso. Toma asiento y se pasa las manos por las piernas. Los trillizos están en la misma posición que los deje y Caleb los mira detenidamente.
-¿Puedo ofrecerte algo de beber?- le pregunto. Mi pregunta parece desconcertarlo porque me observa con extrañeza.
-No solo bebemos sangre ¿sabes?-le dice Kay.
-Ah, no gracias. Estoy bien- responde ignorando el comentario de Kay. No miro a los trillizos porque no quiero que Caleb se dé cuenta que le estamos ocultando algo. Los trillizos hacen muy buen trabajo en actuar de forma normal y me acerco a donde Caleb está sentado pero permanezco de pie. Me meto las manos en los bolsillos del pantalón.
-Supongo que sabes que fui a verla ayer- le digo. Caleb ladea la cabeza y levanta una ceja.
-La verdad no sabía que fuiste ayer pero sospechaba que ya la habías visto- asiento y lo observo sin decir nada más. No estoy muy seguro de lo que le diré pero tengo que asegurarme que no haga nada estúpido -¿Y…cómo esta?
- Tan bien como puede estar en su condición.
-¿De verdad?- pregunta esperanzado y me siento mal por tener que mentirle pero esto es por su bien, y el de Cassie.
-Apenas está aprendiendo a controlarse, a controlar sus emociones y sobre todo su hambre. Lo que te dijo Alana sobre darle tiempo y espacio es necesario, Caleb. Esto es por el bien de ambos. Tienes que mantenerte alejado de ella hasta que se decida que está bien que la veas.
-¿Lo decida Cassie o ellos?
-Ellos. Sé que te pido mucho al decirte que confíes en ellos pero es lo que debes hacer- lo miro con seriedad y asiente lentamente con la cabeza
-¿No puedo hablar con ella ni siquiera por teléfono?
-Nada- esta vez sí miro a los trillizos que han permanecido en silencio durante todo este intercambio. Esa es una advertencia para ellos tambien y espero que no la ignoren. En especial Kay y Mikenna.
-Supongo que eso es lo mejor que voy a obtener ¿no?- levanta la mirada de la alfombra y me mira- No confió en ellos pero confió en ti- su admisión hace que me sienta más culpable por haberle ocultado la verdad pero no lo muestro y asiento- y si tengo que mantenerme alejado lo hare- su celular vibra en el bolsillo de su pantalón y lo saca para responder. Ni siquiera alcanza a decir una palabra cuando la persona del otro lado habla primero.
-Tienes que venir a donde estoy ahora mismo- dice la persona y reconozco la voz de Iker.
-¿Paso algo?-pregunta Caleb inmediatamente alerta.
-Se podría decir- responde Iker- , pero no te lo pudo decir por el teléfono porque no creo que me creas hasta que no lo veas con tus propios ojos.
Caleb me mira confundido y frunzo el ceño ante la actitud tan misteriosa de Iker.
-¿En dónde estás?-le pregunta Caleb.
-Te mando la dirección por GPS- responde y cuelga. Caleb se pone de pie y revisa su celular en donde le ha llegado una notificación.
-¿Todo está bien?- le pregunta y Caleb guarda su celular.
- Todavía no sé. Pero te agradezco que hayas visto a Cassie. Me hace sentir mejor el saber que podemos contar contigo para ser honesto.