Elizabeth: es en lo único en lo que piensas.
Camila: cuando tengo hambre sí.
Elizabeth: y cuando no?
Camila: también.
Elizabeth: eres caso perdido si fueras sido mi hermana quedamos en la ruina.
Camila: menos mal no jajaja, no fueras podido estudiar jajaja.
Elizabeth: seguro si, serías Chef jajaja.
Camia: bueno a donde iremos a comer.
Elizabeth: a un parque.
Camila: dudo que haya un restaurante con parque cerca que no sea Mc Donald.
Elizabeth: no es Mc Donald iremos al parque, comeremos Hot Dog.
Camila: muy bien espero sean buenos jejeje soy exigente.
Elizabeth: ya me fije en eso, pero tranquila si te gustara.
Camila: esperemos que sí.
Caminaron un par de calles hasta encontrar el pequeño bosque que se encontraba en el centro de la ciudad, entrar en él era diferente otro ambiente más limpio que otras partes de la ciudad y la cantidad de árboles lo hacían del otro mundo, caminaron adentrándose más en aquella zona de solo verde y humedad, diferentes animales salían de sus pequeñas casas acostumbrados a que llegaran visitantes sin invitación a cualquier hora del día ya no les asustaba verlos ni acercarse por un convite que les pudieran ofrecer. Ambas mujeres se sentaron frente del carro de Hot Dog y fueron atendidos por un buen hombre con una sonrisa contagiosa.
Elizabeth: buenas tardes casi noches hoy queremos probar la especialidad de la casa sin cebolla, ni picantes.
Señor: buenas tardes, y con gusto
Camila: pero yo no sé qué trae eso- dijo dudando del buen juicio de Elizabeth.
Elizabeth: ni yo, pero de eso se trata tomar riesgos.
Camila: estás loca, no le haga caso déjeme ver que pido.
Señor: como desee - dijo con una sonrisa
Elizabeth: no haga lo que le pedí que ella se lo comerá- dijo guiñándole el ojo a Camila.
Señor: jajaja tranquilas ustedes solo avísenme
Camila: si sirve de algo soy alérgica al pepinillo.
Elizabeth: no te creo.
Camila: bueno no me gusta, puede ser tomado en cuenta?
Elizabeth: bueno será tomado en cuenta.
Camila: gracias muy amable de tu parte.
Señor: entonces confirmados dos especiales saliendo- se retiró escuchando un gracias de ambas
Elizabeth: siempre yo, soy un ángel.
Camila: si ya veo porque naciste peli roja.
Elizabeth: si jajaja cálmate te gustara ya veras, mientras háblame de ti tus amores.
Camila: mmm, que te puedo decir mi cama ha estado muy concurrida.
Elizabeth: no te creo cuando no te conocen eres muy antipática.
Camila: y a ti cuando te conocen eres muy confianzuda.
Elizabeth: para que veas me gusta estar en todo.
Camila: ya veo pero que te cuento mujer, a ver desde joven he tenido muchos pretendientes de ambos sexos en mi vida- Elizabeth la miro sin poder creerlo- si tuve mis amoríos en la juventud, deja que te cuente tu andas de preguntona, y prefiero esto que hablar de mi familia sé que quieres preguntar de ello- Elizabeth la miro con puchero- bueno como te decía, en el orfanato creo que era atractiva para mis compañeras de cuarto porque siempre recibía algo de ellas y no fue hasta la universidad que fui a vivir a casa de mis padres adoptivos porque ya tenía 18 y podía usar lo que me dejaron que estuve de loquilla tuve una relación con un chico no recuerdo el nombre ahora y luego conocí a Claris era súper tímida y yo pues estaba algo loca ojo, ya madure lo nuestro duro hasta que ella fue transferida por sus notas era estudiante de intercambio, después de hay siempre locuras hasta que salí con mi carrera y siendo más seria en mi vida, ahora tú.
Elizabeth: no antes debo saber eso, como paso lo de la chica.
Camila: empezó por un trabajo que ella no quería hacer conmigo.
Elizabeth: porque no quería.
Camila: porque era rebelde y fastidiosa algo descarada también yo no era de su agrado.
Elizabeth: como terminaron juntas.
Camila: eso es chistoso.
Elizabeth: por qué?
Camila: ella me beso en una fiesta por celos.
Elizabeth: jajaja que andarías haciendo.
Camila: yo nada solo bailaba.
Elizabeth: me puedo imaginar como jajaja no me lo fuera imaginado si no lo dices.
Camila: qué? El ser Bisexual?
Elizabeth: si eso no tienes pinta.
Camila: no todo tiene pinta, tú hablas como si te acostaras con todo que tenga bragueta, ojo llámese hombre; pero sé que no, eres más mmm, recatada.
Elizabeth: pues si pero tengo mis días- quiso defenderse.
Camila: seguro que si jajaja.
Elizabeth: bueno a comer que te demostrare que no soy recatada.
Recibieron cada una su Hot Dog, que por parte de Camila no hubo quejas y Elizabeth ya había comido allí menos quejas abrían, cada una repitió un segundo entre risas y un par de coca-colas disfrutaron de su cena temprana, la noche culmino en un bar donde tomaron algunos tragos y más risas hasta que Camila dejo en la puerta del edificio a Elizabeth, con la promesa de hacerlo de nuevo.
La nueva amistad les sentó de maravilla a ambas mujeres, cada una sin pensarlo necesitaban tener tiempo para conocerse más por el simple hecho de ser dos extrañas que podían hablar de cualquier cosa, conversar sin tabús, mostrarse tal y como son, eso hizo que aumentaran las salidas nocturnas y los encuentros sin invitación en ambos departamentos se fueron extendiendo a los largo de esa semana, la comunicación fluía de la misma manera en la empresa sorprendiendo a todo aquel que las conocía y tenía una versión diferente de ambas. Los arreglos de Elizabeth para su divorcio iban muy bien y eso la mantenía contenta y eufórica haciendo que fuera a visitar varias veces al día a Camila en su escritorio, se podía creer que no tenía nada mejor que hacer pero no era así la simple expectativa de la libertad la hacía sentir joven de nuevo.
Por otro lado Camila se sentía mejor viviendo sola, las pesadillas iban y venían en la última semana, pero eran controlables más cuando el día, había sido entre risas entre ella y Elizabeth, siempre respondiendo las preguntas que se le pudieran ocurrir a esta, que por momento parecía una niña curiosa conociendo un mundo nuevo en el que no había estado nunca.
Así llego el Sábado listo para ir al orfanato, ambas se encontraron en la entrada de aquel lugar como habían acordado, frente al viejo enrejado del orfanato se leía “Donde la vida empieza, los sueños comienzan” para Camila era como volver cada semana a su niñez siempre con una sensación de querer salir corriendo.
Elizabeth: hola Cami.
Camila: hey que tal, como estas?.
Elizabeth: bien jejeje y tú?
Camila: muy bien, que traes ahí.
Elizabeth: bueno no podía llegar con las manos vacías, es un pequeño obsequio.
Camila: seguro le va a gustar a Santi.
Elizabeth: espero que sí, tarde en elegirlo.
Camila: no te fueras molestado.
Elizabeth: tranquila ya lo hice y me gusto, ven y te ayudo con eso- dijo quitándole las bolsas que traía y solo dejándole un pastel de cumpleaños en las manos.
Camila: gracias Elizabeth.
Elizabeth: te siento rara, estas bien?
Camila: si solo que siempre cuesta venir.
Elizabeth: y por qué lo haces?
Camila: porque son mi familia de una forma u otra, además muchos se fueron y no regresaron nunca, eso lastimó a mi viejita- dijo encogiéndose de hombros.
Elizabeth: entiendo seguro son como sus hijos, es lindo que regreses entonces la haces feliz.
Camila: si, bueno vamos así te muestro el lugar.
Elizabeth: guíame.
Fueron directo al salón que en realidad era la cancha de básquet de la parte del colegio del orfanato dejaron el pastel en la mesa y Camila saco de las bolsas las galletas y bebidas que había llevado, y alzo la vista buscando al pequeño no tan pequeño Santy entre los niños que aún no se habían dado cuenta de su llegada en ese momento se acercó una mujer bajita y regordeta de pelo castaño claro y una mirada sonriente así como sus labios y saludo a Camila con un gran abrazo que fue correspondido con entusiasmo y una sonrisa igual de grande por parte de Camila.
Camila: viejita.
Nana Ana: hija como estuvo esta semana, veo que trajiste una amiga.
Camila: si, te la presento Elizabeth, trabajamos juntas viejita de una forma u otra.
Nana Ana: mucho gusto hija.
Elizabeth: el gusto es mío, espero no incomodar al venir.
Nana Ana: no nada que ver eres bienvenida cuando quieras.
Elizabeth: gracias señora.
Nana Ana: bueno Camila dale un paseo a tu amiga antes que los niños no te dejen hablar con ella, yo les digo que estas por aquí.
Camila: dile a Santi que ya regreso sí.
Nana Ana: se lo diré ahora ve.
Camila: bueno empecemos el recorrido.
Elizabeth: como dije antes guíame.
Camila: jejeje ok.
Empezaron por el lado oeste del terreno que por ser verano era caluroso y el sol guiaba todo el camino al reflejarse en las ventanas, le iba señalando que función tenia cada edificio que veía cerca, le conto que el terreno lo dono un señor muy rico hace 50 años ya y se construyeron varios edificios en el siendo el más grande la casa donde estaban todos los niños cada piso comprendía una línea de edad diferente en donde separaban las habitaciones de niñas y niños, luego junto a este estaba una pequeña casa que era para enfermería, luego la cocina, el colegio que era el primer edificio al entrar seguido de un parque de juegos que gracias a las donaciones de los mismos niños que crecieron y se fueron se mantenía en pie y un segundo parque que había sido diseñado por los niños hasta llegar con el límite del bosque que estaba en la zona norte, era un bosque que prometía ser grande y que era muy fácil perderte, pero para los niños ya era casi parte del orfanato los más grandes siempre lograban ir y venir desde la laguna hasta un poco más allá del límite del bosque.
Camila: bueno ya te mostré todo el terreno solo resta saber si quieres aventurarte al bosque.
Elizabeth: si aún recuerdas como salir te dejo llevarme a la laguna.
Camila: siempre, no lo he olvidado aun.
Elizabeth: entonces andando.
Camila: y puedo aprovechar enseñarte mi escondite.
Elizabeth: muestra entonces jejeje.
Camila condujo a Elizabeth fuera del sendero doblando un par de veces antes de que Elizabeth pudiera darse cuenta ya no se veía el cielo azul y si no fuera por su reloj creería que eran las diez de la noche y no las tres de la tarde.
Camila: que ya tienes miedo?
Elizabeth: no solo hace frio aquí dónde estamos?
Camila: bueno estamos si no estoy mal en el centro del bosque ya falta poco para llegar.
Elizabeth: te dejaban venir tan lejos?
Camila: no sabían que llegaba tan lejos Eli.
Elizabeth: eras mala influencia entonces.
Camila: jajaja solo traía a mis victimas con los ojos vendados.
Elizabeth: dadas las circunstancias eso es terrífico.
Camila: eres una miedosa- dijo tomándola de la mano- uy sí que tienes frio estas helada, toma esto póntelo.
Elizabeth: ya entiendo porque venias con chaqueta, gracias- la tomo respirando su fragancia que solo ponérsela se pegó a ella ese olor igual que la almohada en su cama
Camila: si ya había pensado enseñarte esto victima jejeje.
Elizabeth: y dime que le hacías a tus víctimas.
Camila: lo diré cuando estemos allí, falta poco ven no te quedes atrás- dijo mientras le daba la vuelta a un árbol sumamente grande- bueno las damas primero.
Elizabeth: que no estás loca tu primero.
Camila: por eso dije las damas primero.
Elizabeth: chistosa- entraron por una abertura en el tronco llena de matorrales- creo que nadie ha entrado aquí desde hace mucho tiempo.
Camila: al parecer nadie lo ha encontrado, esto era más grande antes, no te quedes atrás sí.
Elizabeth: ok trato de gatear a tu paso-duraron diez minutos antes de que Camila tropezara intentando quitar un troncó falso y fue rodando hasta el túnel que conducía a un escondite militar enterrado que era su escondite- estas bien? Camila?
Camila: sin ven salta no pasara nada- y así hizo cayendo sobre ella que callo de nuevo al suelo-estas bien?
Elizabeth: si y tú?
Camila: perfectamente, bueno este es mi escondite, déjame ver si aún sirve la electricidad.
Elizabeth: aquí hay electricidad?.
Camila: si sigues preguntando así no sabré que pensar de ti y si señorita esto creo que era un escondite militar que olvidaron, mira aquí hay varias cosas- le mostro monitores antiguos, una puerta que Elizabeth quiso abrir pero no pudo pero por la ventanilla veía viejas armas, mapas y uniformes muy viejos- no hay no se puede entrar cuando vi las cosas que hay allí decidí partir la lleve es peligroso todo.
Elizabeth: y que tanto hay solo veo algunas cosas.
Camila: pues muchas cosas militares y sin fin en armas.
Elizabeth: y estas cartas cuéntame- tenía un fajo de cartas en las manos todas para Camila- creo que cupido te perseguía en el colegio jajaja.
Camila: era bonita que podía hacer- dijo fingiendo modestia.
La luz tardo en encender completamente pero cuando lo hizo Elizabeth vio que no era un sitio pequeño, era muy espacioso y estaba lleno de juguetes y fotos cartas todo por todos lados y varias camas dobles con una buena capa de polvo, Camila respondió y conto todo lo que pudo para saciar la curiosidad de Elizabeth.
Camila: bueno como veras aquí pasaba mi tiempo libre y aun nadie lo consigue así que sigue siendo mío.
Elizabeth: eso veo y cuéntame que le hacías a tus victimas aquí- dijo con mucha curiosidad.
Camila: depende de la edad que tuviera, al principio traía a mis amigos uno por uno con los ojos vendados ya luego si eran víctimas- dijo con una sonrisa pícara- bese a muchos aquí.
Elizabeth: cuando dices muchos?
Camila: si Eli hombres y mujeres, cuando tenía vacaciones en la universidad aquí venia algunos dias y me gustaba el orfanato siempre estuvo abierto para mí y pues es fácil ir y venir desde la avenida hasta aquí.
Elizabeth: ohh-dijo algo nerviosa y no sabía porque.
Camila: mujer no te imagines cosas no pasaban de ser besos, no sé en esa época creo que los jóvenes éramos más miedosos ya luego en la universidad fue diferente.
Elizabeth: ufff por un momento creí que eras promiscua de pequeña.
Camila: de cierta forma lo era pero solo de labios.
Elizabeth: bueno, bueno aquí es súper pero hace mucho frio dime que la entrada no es la misma salida.
Camila: que te digo si, si es la misma.
Elizabeth: dios sufriré creo que en la época de tus víctimas no habría sufrido mucho por la simple expectativa- Camila no dijo nada porque no sabía cómo tomar eso, y solo lo dejo ir y Elizabeth lo agradeció porque no sabía porque lo decía.
Ninguna dijo nada más Camila ayudo a subir a Elizabeth para que empezara el camino a la superficie, pero tuvieron que cambiar de posición porque Elizabeth no quiso seguir en la cabeza porque no sabía dónde ir y acá cierto tiempo sentía que sus manos tocaban algo viscoso en el suelo, Camila abriendo camino de regreso se raspo el brazo un par de beses hasta que salió del túnel y ayudo a Elizabeth que por el impulso termino sobre Camila en el suelo, sus respiraciones se mesclaron y Elizabeth sintió aquella fragancia igual que la de la cama de ella.
Camila: espero te haya gustado la aventura.
Elizabeth: si fue divertido- dijo parándose y ayudando a Camila- te cortaste.
Camila: tranquila solo es un raspón tu si me mataras cuando puedas ver tu ropa.
Elizabeth: seguro que si lo are.
Camila: bueno vamos a buscar la luz.
Ya no dijeron nada más y solo caminaron de regreso tomadas de la mano, Camila no se fijó que Elizabeth traía consigo el fajo de cartas con el fin de hacerle la vida cuadritos en recompensa por la caída, la luz regreso junto el cielo y fue cuando Camila no pudo contener la risa estaban vueltas un asco por completo.
Elizabeth: me las vas a pagar.
Camila: yo no pagare nada vamos a la laguna y te limpias un poco jajaja- consiguieron el camino de nuevo y avanzaron solo un poco hasta la laguna, para ese entonces volvían a sentir el calor normal de la tarde- dime si no parece de otro mundo.
Elizabeth: no te lo puedo negar, es súper hermoso.
Camila: sí que lo es, te quieres meter.
Elizabeth: no me digas que traes traje de baño debajo.
Camila: no, los huérfanos no usamos trajes de baños- se acercó como si nada y la cargo hasta la orilla mientras Elizabeth luchaba por evitar lo inevitable- espero no esté muy fría en el fondo.
Elizabeth: no, no Cami.
Camila: uno, dos y….- cayeron al agua y entre risas jugaron como niñas- no necesitas Psicólogo si haces esto de vez en cuando.
Elizabeth: tú necesitas uno esto esta jodidamente frio.
Camila: que malas palabrotas, hay que lavarte con agua y jabón esa boca.
Elizabeth: rejuveneces cuando estás aquí, te siento más ligera.
Camila: creo que si, al final no fue tan malo.
Elizabeth: bueno por lo menos esto sirve para limpiar la ropa.
Camila: vez así debes verle el lado positivo dile no a la venganza.
Elizabeth: igual me vengare, vi las botellas en el escondite como las metiste?
Camila: oh eso me costó dios y su ayuda en ese momento las señoras que nos cuidaban eran muy estrictas con los mayores fue cuando encontré la salida del bosque por el otro lado, yo le daba el dinero a un chico en la avenida y el compraba las botellas por mí, ya luego tomarlas era la parte fácil- guiño el ojo.
Elizabeth: tú si te metías en buenos problemas a menudo verdad? Te puedo imaginar toda borracha- rio en tono de burla.
Camila: tú debes tener muy buenas historias- dijo sumergiéndose para que no la atacara el frio.
Elizabeth: ohh tengo algunas, mmm cuando tenía como 16 robe el carro de papa para salir con unos amigos de la secundaria, oh tomamos hasta mas no poder, ese día llegue a casa tan mal que no encontraba la llave de la puerta cosa que muy amablemente mi madre si consiguió y abrió, me castigaron pero no duro mucho.
Camila: no soy la única revoltosa aquí, mmm mira lo que hay aquí, ya sé que fue lo que me dolió en la caída de horita- dijo señalando un cofre- había olvidado su existencia.
Elizabeth: en mi defensa eso estaba olvidado en el túnel y quería un recuerdo de mi aventura.
Camila: muy buena elección este fue un regalo jejeje, y veo que no fue el único recuerdo- dijo al señalar las cartas.
Elizabeth: no esa es mi venganza por mi aventura de hoy, veo que eras muy popular.
Camila: quizás no se creó que habíamos muchos.
Elizabeth: a ver si muchos veamos los nombre, Cristina, Carla, Vera creo que tenías mucho campo para escoger.
Camila: eso creo también.
Elizabeth: a ver mira lo que dice esta, “Ca eres muy linda se mi novia. Sara”- la alta mujer se sonrojo- sí que eras famosa- rio con sorna.
Camila: cuando me llevaras a casa de tus padres necesito recolectar material en tu cuarto.
Elizabeth: bueno creo que es hora de regresar, es por aquí verdad?- dijo ya emprendiendo el camino.
Camila: si huye cobarde- el camino de regreso fue más rápido gracias a los continuos chistes sobre la vida amorosa de Camila en su juventud- creo que hoy ha sido un día productivo.
Elizabeth: si ya no tendré que ir al gym hoy.
Camila: estas cansada ya?- quiso saber Camila.
Elizabeth: no, aun pero te diré estoy vieja para estos trotes- ambas rieron estando de acuerdo con ello.
Siguieron el sendero hasta llegar al comienzo del bosque desde lejos escucharon los gritos de los niños y la música que hasta ese momento Elizabeth se dio cuenta de cuán lejos habían estado ellas.
Doña Vero: oh niñas que les paso.
Camila: rodamos y el lago- fue todo lo que dijo.
Pero Doña Vero conocía a Camila y sabía que seguro había más en esa historia. Y recordó cuando descubrió a Camila besando a Sara y con sus manos en su pecho y pensó que por las fachas de ambas algo así estuvieron haciendo, vio a la joven mujer reír por algún chiste del pequeño Thomy y pensó que parecía ser una buena mujer para su traviesa Camila y era algo que si podía apoyar no como esa locura de Cristofer, oh solo ellos intentando tapar el sol y a ellos mismos con un dedo en fin volviendo al tema inicial; las dos mujeres estaban jugando con los chicos y Camila tenía a Santi cargado en su espalda mientras todos los perseguían, Cris también estaba en el orfanato jugando con los niños futbol dejándose ganar claro está, jugaron chicas contra chicos por un buen rato hasta que el cansancio hizo que Elizabeth pidiera un tiempo para tomarse dos botellas de agua, hoy había tenido un día muy movido pero divertido.
Chica: hola
Elizabeth: hola que tal.
Chica: eres novia de Camila- Elizabeth por la pregunta escupió el agua ahogándose en el proceso.
Elizabeth: de que hablas.
Chica: dime si o no.
Elizabeth: quien pregunta- la chica se puso nerviosa- y no lo soy somos amigas.
Chica: ohh perdón soy Valery- dijo y salió corriendo, Elizabeth solo pudo reír hasta que se le acerco Camila.
Camila: de que ríes?
Elizabeth: de nada, sabias que tienes tus admiradoras aquí.
Camila: mmm no aquí todos son niños.
Elizabeth: pues hay quienes piensan lo contrario- no aguanto y se empezó a reír.
Camila: quién?- dijo mirando a los lados.
Elizabeth: averigua pero te digo vas a tener que venir más tapadita despiertas sueños húmedos.
Camila: la miro roja - bueno no soy la única todos los chicos que están con Cris no dejan de verte el trasero eso es acoso carnal.
Elizabeth: yo no muestro.
Camila: tu camisa es súper clara veo muy bien el color de tu bra.
Elizabeth: ver para no comer.
Camila: no me retes, no soy un crio - dijo con una mirada lasciva y luego cayó al suelo de la risa que le dio la cara de Elizabeth - siempre debes ganar verdad.
Elizabeth: si vas aprendiendo - dijo aun sorprendida.
Camila: no eres más bien una consentida que está siendo acosada por pubertos.
Elizabeth: soy sexy que puedo hacer.
Camila: sin comentarios, vamos floja el partido no termina.
Regresaron al partido donde los roces y empujones no se hicieron esperar ya había la suficiente confianza para no molestarse por terminar tumbando a la otra al suelo, así el partido se llevó y también algunos actos de celos por parte de Valery por la cercanía que tenía Elizabeth apropósito con Camila; una creía quera por el juego pero la otra se divertía con la cara de la niña, así llego la hora de cantar el cumpleaños he ir a casa con la promesa de regresar la próxima semana.
El taxi casi no las deja subirse por el estado en que se encontraban ambas mujeres pero gracias a la Nana Ana el hombre dejo que subieran confiando en aquella señora que se veía sincera, la primera en bajarse fue Elizabeth que agradeció el día y las aventuras vividas despidiéndose con un beso en la mejilla y un abrazo, el taxi siguió unas calles más y Camila pago lo que decía el indicador y agradeció a verlas traído a casa a ambas, entrego un billete y sin esperar el cambio bajo del taxi y fue bueno que fuera de noche porque se veía muy poco el mal aspecto que tenía subió al ascensor cosa que nunca hacia pero era algo necesario llegar rápido a su departamento así que con todo y miedo a quedar atrapada en esa lata de sardinas se sacó la camisa quedando solo en top soltó su pelo y se quitó los zapatos, ya sabía que a esa hora nadie estaba en el pasillo así que no tendría problemas pero al abrir la puerta del ascensor la señora Blanca estaba allí, y la vio con una sonrisa que era más de burla que de otra cosa.
Camila: hola allí.
Blanca Elena: hola querida como estuvo la noche.
Camila: muy bien algo movida pero bien.
Blanca Elena: me alegra mucho- hubo un silencio que fue roto por Camila.
Camila: caímos en un lago ya la dejare para cambiarme llevo el día así mojada y es seguro que me enferme pronto.
Blanca Elena: bueno ve a descansar espero verte pronto.
Camila: claro gracias.
Camila busco en su bolso mientras iba a su departamento y la señora entraba en el ascensor. Al entrar al departamento dejo la ropa mojada dentro de la lavadora y fue desnuda hasta su baño para utilizar el agua caliente tratando de prevenir la gripe que tendría al despertar al día siguiente coloco una de sus pistas favoritas con el comando de voz sonando una canción de Ricardo Arjona “tengo un aguacero para mi verano, y una ola para surfear, una sombra que me sigue a donde voy, y dos pies pa´ caminar, lo poco que tengo es tan poco, que hay para regalar” fue tarareando mientras pasaba la esponja por su pecho, el vidrio se empañaba gracias al calor que salía de la ducha, al terminar el baño dejo seguir la lista de música mientras se movía al ritmo de los instrumentos ya cuando se preparaba para entrar a la cama estornudo cosa que la hizo ir al baño por un Advil para prevenir lo inevitable, el sueño llego con sus respectivas pesadillas, pero ahora habían cambiado estaba en lo ya conocido viendo a sus padres y de repente en un laberinto sin salida aparentemente cerca habían voces por todos lados que la llamaban distinguió a sus padres con una voz clara y potente en un cruce a la derecha y decidió seguir sus voces que repetían un continuo “corre Camila, corre” no entendía porque pero sentía que cada vez que avanzaba un poco más algo la perseguía de repente otra voz diferente que no recordaba quien era la llamo alentándola “Cami por aquí” grito de regreso Camila “¿Eli eres tú?” siguió corriendo hasta que a lo lejos pudo verla, pero antes de poder acercarse a Elizabeth y sus padres fue alcanzada por lo que la perseguía dos personas bajo la capucha negra “a ella no la mereces”, un fuerte ruido penetro sus sueños y la hizo despertar de golpe el sol entraba por la ventana y Camila estaba bañada en sudor frio, el timbre volvió a sonar, intento pararse pero se mareo el timbre volvió a sonar, se levantó con dificultad y llego a la puerta tapándose la cara, abrió la puerta.
Elizabeth: buenos… días- dijo al verla tan mal- que te paso?
Camila: hola Eli, que te digo, me hace mal mojarme así como ayer lo hicimos.
Elizabeth: tienes cara de muerta.
Camila: no exageres.
Elizabeth: no lo hago pareces zombi, ya comiste.
Camila: no, el timbre me levanto.
Elizabeth: pobre de ti tendrás que tomar mí sopa entonces, tenía ganas que tú cocinaras pero en vista que no andas bien la are yo.
Camila: porque me suena a veneno.
Elizabeth: porque capas y eso es cuando acabe.
Camila: no te vendes muy bien sabes.
Elizabeth: que tristeza por ti, te toca tomártela no tienes opción.
Camila: me daré un baño a ver si puedo evitar que cocines.- no dijo nada más y se fue a la ducha y puso el agua caliente sobre ella evitando pensar en la nueva pesadilla.
Mientras tanto Elizabeth buscaba en YOUTOBE un tutorial para hacer una sopa comestible y buena y siguió los pasos, iba muy bien y Camila aun no regresaba y ya casi terminaba solo esperar que espesara y listo le daría algo rico a Camila, hizo unos panes de ajo junto a huevos revueltos con un par de café con leche los coloco en la mesa y aplaudió de alegría activando la lista de música que había escuchado Camila la pasada noche, en eso entra a la sala Camila con un mejor semblante.
Elizabeth: creí que te había llevado la tubería del baño.
Camila: estaba muy buena el agua.
Elizabeth: me alegra, ven aquí te hice algo fácil y que no puede tener equivocaciones.
Camila: no se ve venenoso.
Elizabeth: que chistosita no!
Camila: ya volví es bueno no?
Elizabeth: eso sí, aunque es tu culpa que estés enferma tu nos lanzaste al lago.
Camila: valió la pena se te quito lo niña fresa.
Elizabeth: fresa? Siento que es un insulto.
Camila: jajaja, ósea niña rica.
Elizabeth: sí que es un insulto- se hizo la molesta- y con todo el esfuerzo que te hice la sopa esa.
Camila: y yo lo agradezco- dijo al pasarle por un lado dándoles un beso en la frente Elizabeth se estremeció.
Elizabeth: por lo menos, por cierto aun tienes fiebre tomaste algo?
Camila: si tome otra Advil.
Elizabeth: bueno, siéntate y come.
Camila: “tómame como al tequila de un golpe y sin pensarlo” esa es buena.
Elizabeth: si la letra suena bien aunque no me gusta Ricardo Arjona.
Camila: me has dado una puñalada.
Elizabeth: que exagerada eres mujer, y no me gusta es muy dramático, me gusta más lo alegre.
Camila: “imposible respirar el oxígeno se fue de este lugar” me gusta así que te toca aprender a escucharlo.
Elizabeth: cuando este despechada lo are te doy mi palabra.
Camila: no debe ser en esos momentos.
Elizabeth: recomiéndame uno diferente para escucharlo.
Camila: cuando quieras recordar, cuando quieras dedicar.
Elizabeth: te las dedicare a ti entonces.