Elizabeth rápidamente la abrazo ya que la voz de la morena estaba llena de miedo y angustia, pequeñas lágrimas se escapaban de sus ojos, pero el sueño de Camila no era más que un recuerdo de su niñez.
Una pareja estaba muy interesada en ella por sus notas en la escuela y el buen comportamiento que tenía en clases y el carisma único de la pequeña, la estuvieron visitando por un mes para ganarse su amistad pero la pequeña Camila de 7 años no deseaba irse sabía que sus padres irían por ella y si no estaba en el orfanato no la encontrarían.
Lily: pero te cuidaremos mientras llegan.
Camila 7 años: y si no me consiguen.
Carlos: hagamos algo estarás un año aquí y luego iras con nosotros y desde ahí vendremos todos los fines de semana si?- ellos sabían que no llegarían nunca por ella pero no querían romper sus ilusiones con la dura verdad, la vida les había negado tener un hijo y ver esa pequeña esperando por unos padres que no llegarían nunca lo hacían ver todo tan injusto- crees que si este bien así pequeña?
Camila 7 años: la pequeña los miro los quería mucho- no dejaran de venir- la pequeña los miro buscando la respuesta en sus ojos- no me dejen- dijo llena de miedo.
Lily: nunca Cami
Ellos prometieron regresar y nunca faltaron a su promesa, sin comunicárselo en el momento la adoptaron, los fines de semana estaban llenos de juegos y al llegar el lunes lo tomaban como si Camila estuviera en un internado y así no les dolía tanto dejarla en el orfanato aunque Lily moría por dormirla en las noches con cuentos y sonrisas en su habitación. Pero a sus 9 años todo llego a su fin cuando ellos no regresaron más la semana que tocaba al orfanato la pequeña preguntaba por sus padres y porque no iba a casa todos los días pero nunca recibía respuesta concreta y la tristeza la estaba embargando, hasta que una mañana llego un hombre con un traje n***o camisa blanca y un maletín junto a la hermana de su papa ella se veía triste, la llevaron a la dirección y junto con la ayuda de Victoria y dos señoras más le contaron que sus padres adoptivos habían muerto en un accidente de avión hacia ya 15 días, varios días después sus abuelas que eran las madres de Lily y Carlos la llevaron al cementerio para que ella pudiera despedirse de ellos y así lo hicieron año tras año en el cumpleaños de ellos.
Camila 12 años: me estoy portando bien- dijo en la tumba de ambos- podrían venir por mí- Elizabeth la abrazo con fuerza al ver que las lágrimas se sumaban cada vez más rápido- ya no quiero esperar a mama y papa, puedo irme con ustedes- en el sueño las que la abrazaban eran sus dos abuelas adoptivas, Elizabeth no sabía si despertarla o dejarla que el sueño continuara- estoy teniendo buenas notas prometo portarme bien, por favor vengan por mí.
Sus abuelas la cuidaron siempre hasta el momento que no pudieron ir más por ella los fines de semana y asumiendo ese rol Rachel la hermana de su padre y muchas veces Lisa la hermana de su madre. A los 15 años de Camila por una enfermedad de cáncer murió su abuela Teresa madre de Lily y un par de años después por razones naturales muere su abuela Mariana madre de Carlos; con estas muertes Camila sintió su mundo caer más fondo haciéndola odiar su vida pasando a vivir con su abuelo Ramón, una tristeza invadió a la Camila de 30 años su respiración se aceleró y Elizabeth vio que debía despertarla ya o ya le tomo minuto y medio en conseguirlo cuando abrió los ojos estaba más que desubicada el sueño lo había sentido muy fresco y real.
Elizabeth: lo siento pero tenías una pesadilla.
Camila: mmm yo… pues… gracias- se levantó.
Elizabeth: a dónde vas, estas bien?
Camila: necesito agua disculpa, por favor perdona que te haya despertado Elizabeth.
Dijo ya abriendo la puerta y saliendo directo a buscar no agua si no, fue donde había dejado una caja sin abrir y moviendo varios portarretratos saco dos en los que se veía una foto donde estaba una pequeña Camila junto a sus padres dos jóvenes sonrientes y alegres, la joven Lily con una melena alborotada Castaña y unos ojos como la miel y junto a ella Carlos todo un galán abrazándolas a ambas su pelo rubio lo peinaba hacia atrás de ojos negros alegres y siempre vestido con chaquetas de cuero, en la otra foto era una Camila un poco más grande junto a sus dos abuelas que eran casi iguales a sus hijos por la alegría que pintaban sus ojos, Camila no pudo evitar derramar unas lágrimas- los extraño mucho- ella sabía que de haber estado ella en ese avión fuera muerto con sus padres y en ese momento odiaba no haber estado ahí, y en el fondo de su corazón fuera querido que eso pasara- los amo.
Elizabeth: ellos también a ti, son tus padres?
Camila: biológicamente no.
Elizabeth: puedo preguntar que les paso?
Camila: murieron cuando tenía nueve- le acercó la foto- y mis abuelas años después también murieron.
Elizabeth: lo siento mucho.
Camila: no, tranquila estoy bien con eso- dijo sin darle importancia-no importa.
Elizabeth: quieres hablar de ello.
Camila: yo, no creo que sea apropiado ahora en unas horas hay que trabajar.
Elizabeth: mañana es aniversario no toca trabajar- cosa que la morena sabía que significaba ese aniversario era el día de la muerte de sus padres
Camila: yo no deseo…
Elizabeth: lo sé, pero a veces es bueno sacar lo que llevas dentro- se acercó a Camila y la abrazo, y en pocos momentos sintió las gotas caer en su hombro, mostrando la derrota dentro de Camila- siempre tienes esos sueños- no obtuvo respuesta solo un movimiento de cabeza en afirmación- quiero que cada vez que pase me llames ahora somos amigas Cami cuenta conmigo-obtuvo la misma afirmación- vamos a la cama si- la llevo a la cama y puso en la mesita de noche ambos retratos, Camila se quitó dos anillos de oro de la mano izquierda y los coloco en la mesita de noche junto a las fotos- son anillos de boda.
Camila: son los de mis padres- dijo con su voz carrasposa por evitar llorar en público-y esto me lo dieron mis abuelas- abrió el dije de su collar y le mostro dos fotos que estaban en el interior, dejando que Elizabeth lo viera, por la parte de atrás decía “te amamos”.
Elizabeth: es un hermoso regalo.
Camila: gracias- dijo con una pequeña sonrisa- disculpa todo esto Eli, puedo llamarte así.
Elizabeth: tranquila Cami, y si tranquila jeje me gusta.
Ambas se recostaron sin decir palabra y pronto estuvieron dormidas de nuevo Camila logro dormir mejor luego de lo sucedido, por otro lado Cris estaba preocupado al llegar a casa y ver la nota “ ahora quien estará en las noches para cuidarte, perdóname Cami” golpeo la repisa al recordar una noche en el orfanato, él había corrido en busca de ayuda porque Camila tenía fiebre y no dejaba de gritar mientras dormía, desde que habían muerto sus padres adoptivos ella soñaba con ellos pero esa noche su abuela Mariana tuvo que ir para lograr calmarla tenía diez años cuando esto sucedió este había sido el sueño más cruel tanto para ella como para su abuela, en el sueño dos personas que aparecían vestidas de n***o y con las caras tapadas solo se veían sus ojos rojos como la sangre que le gritaban que nunca volvería a ver a sus padres y que no merecía tenerlos, la pequeña Camila suplicaba que los dejaran en paz pero las suplicas no surtían efecto en esas dos personas “no, déjenlos papa mama” en un momento creyeron que la pequeña no hablaba de Lily y Carlos pero escucharon una y otra vez la súplica que siempre estaba presente en la tumba de su hijo “ papi mami no me dejen” cris lloraba por no poder despertarla a la realidad y ayudarla, lograron bajarle la fiebre y despertarla un poco de ese sueño amargo que marco para siempre a Camila se repitió noche tras noche hasta que estuvo en terapia, ella conto todo lo que vio en el sueño su abuela intento explicarle que si los merecía que ellos la amaron así como ella los amaba, cris recordaba que después de eso no vio a Camila por un tiempo su abuela y con la ayuda de un psicólogo la ayudaron a que los sueños disminuyeran con los años pero no sabía por qué de un tiempo para acá ellos estaban regresando a su vida y cada vez con más fuerza sueños perturbadores o recuerdos de infancia hacían las noches de Camila una tortura pero ella no quería ir al médico no quería saber nada sobre contar su vida a otros.
En la mañana la primera en despertar fue Camila había dormido una hora más de la habitual fue abriendo los ojos con mucha pereza había dejado las cortinas abiertas y la luz del sol entraba dando luz a toda la habitación pero al parecer eso a Elizabeth no le hacía ni cosquillas se estiro todo lo que pudo haciendo crujir cada uno de sus huesos y olvidando a Elizabeth salió de la cama sin despertarla y tomo una ducha mientras tarareaba una canción de Disney “ lo que hay en ti, no dejes ver, buenas chica, tu siempre debes ser, no has de abrir, tu corazón” Elizabeth la escucho tararear pero logro dormirse otra vez, al salir de la ducha Camila sintió vergüenza por el espectáculo de anoche y decidió hacerle un rico desayuno en compensación por la mala noche, se vistió deportiva tomo su billetera y saco un poco de efectivo decidiendo correr hasta el súper mataría dos pájaros de un solo tiro, haría parte de su rutina diaria y compraría el desayuno a su nueva “amiga” pensó, al llegar al súper no sabía que elegir, puso “ River de Ed Sheeran and Eminem”, y camino por los pasillos decidió hacer unos panqueques de fresas y fue por lo que necesitaba huevos, leche, azúcar, harina de trigo, leche condesada, fresas, mermelada de uva y fresas, y una Nutella, incluyo un cepillo de dientes para Elizabeth y fue directo a la caja a pagar; mientras en casa Elizabeth abría los ojos solo para ubicar una almohada para cubrirse la cabeza y volver a estar a oscuras no recordaba a ver dejado las cortinas de su cuarto abiertas ya que pocas veces la abría de noche tampoco reconocía el aroma de las cobijas era un olor floral y su cama siempre olía a pino, y la almohada que había conseguido olía distinto un aroma suave que no podía descifrar le gustaba pero no recordaba que su cama tuviera esos aromas, hasta que callo en cuenta ella no regresó a casa anoche y recordó todo lo pasado, sintiéndose sola se fue al baño entre tropiezos se quitó la ropa y sin pensarlo mucho puso la ducha fría que al contrario de Camila que la despertaba el agua caliente, Elizabeth logro poner todos sus recuerdos en orden para darle paso a la curiosidad; Camila ya cancelando todo decidió regresar trotando a paso lento para preservar la vida de los huevos, en el camino recordó que no compro nada para beber hizo una parada en una cafetería y compro un latte para Elizabeth, camino a casa a paso rápido subió las escaleras ya que no subiría sola en el ascensor; mientras Elizabeth se vestían otra vez con la ropa con la que había llegado la noche pasada; Camila consiguió abrir su departamento mientras al mismo tiempo Elizabeth salía de la habitación.
Camila: buenos días dormilona.
Elizabeth: donde andabas, buenos días Cami.
Camila: comprando el desayuno.
Elizabeth: cocinaras?
Camila: eso dicen las malas lenguas, toma te traje un latte y un cepillo.
Elizabeth: rico gracias.
Camila: bueno siéntate mientras cocino.
Elizabeth: creo que vendré a menudo en las mañanas jejeje.
Camila: eso es bueno porque te tocara hacer el desayuno a ti.
Elizabeth: no me gusta esa idea la cocina y yo no nos llevamos bien.
Camila: cuéntame sobre eso.
Elizabeth: que te puedo contar no me gusta jeje no me sale bien.
Camila: pero si eso no tiene mucha ciencia.
Elizabeth: bueno con una receta puedo llegar a no equivocarme. Todo bien calculado- le guiño el ojo mientras llevaba el vaso del café a sus labios, fue algo coqueto y ambas lo percibieron.
Camila: eso solo funciona con tus pretendientes, no conmigo jajaja.
Elizabeth: intentar no hace daño jajaja, ellos deben alimentarme mientras me aprovecho de sus atributos.
Camila: te buscare un hombre rudo que sepa cocinar entonces.
Elizabeth: y yo que dedo saber para buscarte uno a ti.
Camila: a ver debe ser más alto que yo y no sé qué me guste además debe ser muy activo en la cama- Elizabeth no pudo evitar reír a carcajadas- vez también se jugar.
Elizabeth: ya veo que sí, pero eso de activo es verdad, estuve casada con una morsa solo le funcionaba con ayudita externa.
Camila: pobre hombre que vergüenza jajaja.
Elizabeth: pero pretendo arreglar eso pronto, algún alma debe apiadarse de mí.
Camila: bueno mujer di el día y salimos en busca de ellos.
Elizabeth: que dices después de ir al orfanato el sábado.
Camila: eso no suena mal, toma come por ahora comida- dijo y le puso cinco panqueques frente a ella y un vaso de leche- sabes dónde iremos?
Elizabeth: esto sabe rico, y claro que si lo se estás hablando conmigo, tengo el sitio perfecto para ir de casería.
Camila: estás loca pero por mi está bien jejeje, que bien que te guste- se sentó a comer con Elizabeth.
Elizabeth: oye por cierto para ir al súper tenías que ir deportiva?
Camila: no solo por eso aproveche para correr un poco y tardar menos en llegar.
Elizabeth: fuiste corriendo ya entiendo porque sigues roja jejeje.
Camila: y aún tengo calor también- dijo y se quitó la sudadera quedando en un top n***o.
Elizabeth: quien diría que debajo de tu ropa de la oficina estas así jajaja, engañas a todos.
Camila: lo bueno se muestra a puertas cerradas.
Elizabeth: tengo privilegios eso me encanta.
Camila: soy buena amiga jajaja.
Elizabeth: oye tienes un tatuaje, deja verlo- Elizabeth se levantó y Camila también en la espalda tenía un tatuaje grande de rosas entrelazadas desde el hombro derecho hasta la espalda baja escondiendo un poco más en el pantalón al ver ese se fijó en varios más que estaban por casi toda la espalda su curiosidad estaba haciendo levantar el top pero Camila no la dejaba pues liberaría sus senos, Elizabeth sin pedir permiso alzo el top para verlo mejor- esto dolió hasta en la madre.
Camila: me imagino que sí, estuve bajo la influencia del alcohol todo el tiempo, no lo podía aguantar así de fácil.
Elizabeth: ya decía yo- bajo la liga del pantalón y lo aprecio casi completo- se ve súper sexy jejeje pero no me lo haría nunca jejeje.
Camila: si eso me han dicho jajaja y pues el punto era ese que se viera sexy y bonito.
Elizabeth: bueno objetivo logrado- acomodo las prendas movidas y se dispuso a seguir comiendo.
Camila: y tu como logras dormir tanto.
Elizabeth: lo siento es que toco una cama y pues me da mucho sueño además tu cama huele a flores de campo es relajante.
Camila: me alegra poder a ver contribuido a tu sueño después de lo de anoche.
Elizabeth: bingo tu trajiste el tema- esto está muy rico, por cierto cómo te sientes.
Camila: eso finge y te ganas el almuerzo, pues más tranquila son solo pesadillas.
Elizabeth: por mi encantada, y no lo son enserio vi cómo te afecto.
Camila: ya es pasado Eli enserio no pasa nada- dijo dando a entender que no debía seguir preguntando
Elizabeth: está bien pero ya sabes sí.
Camila: lo tendré en cuenta.
Elizabeth: así me gusta, y cuéntame que estarás haciendo hoy yo creo que estaré como una sanguijuela chupando buenas películas en casa.
Camila: mmm me has quitado mis planes.
Ambas rieron dejando en el olvido aquellos sueños y siguieron los juegos de doble sentido que al parecer le gustaban mucho a Elizabeth terminaron así el desayuno entre risas y anécdotas del pasado, Camila le hablo sobre cada travesura que hizo, y Elizabeth sus travesuras de adolescente calenturiento, así fueron conociéndose más, lo que duro el día hablando sobre cada locura habida y por a ver ya como a las seis hora en la que se cenaba en la casa de Elizabeth esta la invito a comer Camila se vistió muy relajada sus viejos converse rojos algo raídos, un pantalón ajustado una franela que le dejaba ver su sostén y una chaqueta con el pelo suelto.
Elizabeth: jajaja pareces de 25 y no me había fijado tienes más tatuajes, eres masoquista, quiero verlos
Camila: si hay unos que no puedo mostrar no estás en la categoría de los que lo pueden ver.
Elizabeth: sabes que soy curiosa como me dices eso, que es el tatuaje.
Camila: lo se me di cuenta, pues no mucho es más por molestarte es hasta donde llega el tatuaje de la espalda.
Elizabeth: si vi que cruzaba por la cintura, pero tienes el modelo en papel así lo puedo ver.
Camila: en algún lugar debe estar pero no se ve como queda, pero hoy no lo veras vámonos debes cambiarte y alimentarme.
Elizabeth: huy está bien si no te invitare a la piscina de mi edificio así tienes que usar bikini.
Camila: no uso por el mismo motivo jajaja.
Elizabeth: bueno está bien pero muéstrame el del costado, es un búho muy bonito parece real.
Camila: jejeje sí que lo es pero no es real aunque si dolió de verdad jejeje, pero vamos mujer hay que ir a tu casa primero.
Elizabeth: listo pues vamos.
Ambas mujeres salieron rumbo al departamento de Elizabeth para que esta se cambiara y llevara a cenar a Camila, al llegar Elizabeth le hizo un pequeño recorrido a Camila desde la sala hasta su cuarto de estar donde tenía una pequeña biblioteca y un pequeño piano que solo estaba hay por tenerlo ya que no lo sabía tocar más que una pequeña canción de cuna que había aprendido en la universidad cuando creyó que estaba embarazada de ese chico que ya no quería recordar, Camila al ver el piano le gusto ya que le traía recuerdos buenos y algunos malos, se sentó en el banquillo que era más grande que los que realmente vienen con un piano y ante la cara de Camila, Elizabeth intervino.
Elizabeth: mi abuela materna era gordita jejeje, por eso es más grande.
Camila: ya decía yo que no encajaba aquí jejeje, caben dos personas- rio- perdón.
Elizabeth: tranquila yo digo lo mismo desde siempre jejeje.
Camila: puedo tocar algo?
Elizabeth: sabes hacerlo-dijo impresionada siempre había sido para ella un arte saber tocar el piano- claro puedes mientras me cambio sí.
Camila: listo gracias entonces.
Se quedó sola en ese momento y pensando en que sería bueno tocar decidió “Im Not The Only One” la música se coló en la ducha donde Elizabeth se bañaba y se perdía en la melodía aunque no alcanzaba escuchar la letra se dejaba llevar por ella, su cuerpo tomo vida propia en suaves movimientos bailaba al ritmo de cada tecla el jabón hacia lo suyo en pequeñas caricias junto a la esponja de baño, su mente estaba en blanco solo bailaba suavemente mientras su pelo rojizo se pegaba a su cuerpo, estaba decidiendo desde ese momento bañarse con música, su baño solo necesito de esos cinco minutos de melodía para sentirse limpia y cuando salió secando su cabello empezó otra canción “Perfect” una sonrisa se acomodó en sus labios mientras se terminaba de secar y elegía un atuendo igual de juvenil que el de Cami, que a diferencia de ella no usaba pantalones ajustados los suyos eran más sueltos y una camisa con un sarcástico “la vida es del quien quiera vivirla”, una chaqueta para la noche y unos tenis que no necesitaba ser amarrados, fue por Camila pero la melodía había cambiado sin darse cuenta a una melodía más triste “vocalice” y al ver la expresión de Camila de ojos cerrados la dureza en cada tecla solo decidió observarla y escuchar cada estrofa con tanto dolor.
Elizabeth: me gustó mucho como tocas y cantas.
Camila: se sobresaltó- desde cuando estas hay?
Elizabeth: el tiempo necesario para ver que cantas tal cual tocas.
Camila: pésimo entonces jejeje, cual quieres escuchar?
Elizabeth: mmm a ver cuál sería buena- pensó cual le gustaría escuchar en ese momento- “Stone Cold”
Camila: tú la cantas?
Y así fue Camila toco su versión de piano Elizabeth pudo ir al paso y en el coro Camila la acompaño, entre sonrisas y bromas la canción fue arreglando el semblante de Camila y eso le gustaba a ella la sentía así más ligera para hablar y pues empezaba a creer que estaba seduciendo a la alta mujer.
Camila: listo es hora que me alimentes.
Elizabeth: es en lo único en lo que piensas.
Camila: cuando tengo hambre sí.
Elizabeth: y cuando no?
Camila: también.
Elizabeth: eres caso perdido si fueras sido mi hermana quedamos en la ruina.
Camila: menos mal no jajaja, no fueras podido estudiar jajaja.
Elizabeth: seguro si, serías Chef jajaja.
Camia: bueno a donde iremos a comer.
Elizabeth: a un parque.
Camila: dudo que haya un restaurante con parque cerca que no sea Mc Donald.
Elizabeth: no es Mc Donald iremos al parque, comeremos Hot Dog.
Camila: muy bien espero sean buenos jejeje soy exigente.
Elizabeth: ya me fije en eso, pero tranquila si te gustara.
Camila: esperemos que sí.
Caminaron un par de calles hasta encontrar el pequeño bosque que se encontraba en el centro de la ciudad, entrar en él era diferente otro ambiente más limpio que otras partes de la ciudad y la cantidad de árboles lo hacían del otro mundo, caminaron adentrándose más en aquella zona de solo verde y humedad, diferentes animales salían de sus pequeñas casas acostumbrados a que llegaran visitantes sin invitación a cualquier hora del día ya no les asustaba verlos ni acercarse por un convite que les pudieran ofrecer. Ambas mujeres se sentaron frente del carro de Hot Dog y fueron atendidos por un buen hombre con una sonrisa contagiosa.
Elizabeth: buenas tardes casi noches hoy queremos probar la especialidad de la casa sin cebolla, ni picantes.
Señor: buenas tardes, y con gusto
Camila: pero yo no sé qué trae eso- dijo dudando del buen juicio de Elizabeth.
Elizabeth: ni yo, pero de eso se trata tomar riesgos.
Camila: estás loca, no le haga caso déjeme ver que pido.
Señor: como desee - dijo con una sonrisa
Elizabeth: no haga lo que le pedí que ella se lo comerá- dijo guiñándole el ojo a Camila.
Señor: jajaja tranquilas ustedes solo avísenme
Camila: si sirve de algo soy alérgica al pepinillo.
Elizabeth: no te creo.
Camila: bueno no me gusta, puede ser tomado en cuenta?
Elizabeth: bueno será tomado en cuenta.
Camila: gracias muy amable de tu parte.
Señor: entonces confirmados dos especiales saliendo- se retiró escuchando un gracias de ambas
Elizabeth: siempre yo, soy un ángel.
Camila: si ya veo porque naciste peli roja.
Elizabeth: si jajaja cálmate te gustara ya veras, mientras háblame de ti tus amores.
Camila: mmm, que te puedo decir mi cama ha estado muy concurrida.
Elizabeth: no te creo cuando no te conocen eres muy antipática.
Camila: y a ti cuando te conocen eres muy confianzuda.
Elizabeth: para que veas me gusta estar en todo.
Camila: ya veo pero que te cuento mujer, a ver desde joven he tenido muchos pretendientes de ambos sexos en mi vida- Elizabeth la miro sin poder creerlo- si tuve mis amoríos en la juventud, deja que te cuente tu andas de preguntona, y prefiero esto que hablar de mi familia sé que quieres preguntar de ello- Elizabeth la miro con puchero- bueno como te decía, en el orfanato creo que era atractiva para mis compañeras de cuarto porque siempre recibía algo de ellas y no fue hasta la universidad que fui a vivir a casa de mis padres adoptivos porque ya tenía 18 y podía usar lo que me dejaron que estuve de loquilla tuve una relación con un chico no recuerdo el nombre ahora y luego conocí a Claris era súper tímida y yo pues estaba algo loca ojo, ya madure lo nuestro duro hasta que ella fue transferida por sus notas era estudiante de intercambio, después de hay siempre locuras hasta que salí con mi carrera y siendo más seria en mi vida, ahora tú.
Elizabeth: no antes debo saber eso, como paso lo de la chica.
Camila: empezó por un trabajo que ella no quería hacer conmigo.
Elizabeth: porque no quería.
Camila: porque era rebelde y fastidiosa algo descarada también yo no era de su agrado.
Elizabeth: como terminaron juntas.
Camila: eso es chistoso.
Elizabeth: por qué?
Camila: ella me beso en una fiesta por celos.
Elizabeth: jajaja pareces de 25 y no me había fijado tienes más tatuajes, eres masoquista, quiero verlos
Camila: si hay unos que no puedo mostrar no estás en la categoría de los que lo pueden ver.
Elizabeth: sabes que soy curiosa como me dices eso, que es el tatuaje.
Camila: lo se me di cuenta, pues no mucho es más por molestarte es hasta donde llega el tatuaje de la espalda.
Elizabeth: si vi que cruzaba por la cintura, pero tienes el modelo en papel así lo puedo ver.
Camila: en algún lugar debe estar pero no se ve como queda, pero hoy no lo veras vámonos debes cambiarte y alimentarme.
Elizabeth: huy está bien si no te invitare a la piscina de mi edificio así tienes que usar bikini.
Camila: no uso por el mismo motivo jajaja.
Elizabeth: bueno está bien pero muéstrame el del costado, es un búho muy bonito parece real.
Camila: jejeje sí que lo es pero no es real aunque si dolió de verdad jejeje, pero vamos mujer hay que ir a tu casa primero.
Elizabeth: listo pues vamos.
Ambas mujeres salieron rumbo al departamento de Elizabeth para que esta se cambiara y llevara a cenar a Camila, al llegar Elizabeth le hizo un pequeño recorrido a Camila desde la sala hasta su cuarto de estar donde tenía una pequeña biblioteca y un pequeño piano que solo estaba hay por tenerlo ya que no lo sabía tocar más que una pequeña canción de cuna que había aprendido en la universidad cuando creyó que estaba embarazada de ese chico que ya no quería recordar, Camila al ver el piano le gusto ya que le traía recuerdos buenos y algunos malos, se sentó en el banquillo que era más grande que los que realmente vienen con un piano y ante la cara de Camila, Elizabeth intervino.
Elizabeth: mi abuela materna era gordita jejeje, por eso es más grande.
Camila: ya decía yo que no encajaba aquí jejeje, caben dos personas- rio- perdón.
Elizabeth: tranquila yo digo lo mismo desde siempre jejeje.
Camila: puedo tocar algo?
Elizabeth: sabes hacerlo-dijo impresionada siempre había sido para ella un arte saber tocar el piano- claro puedes mientras me cambio sí.
Camila: listo gracias entonces.
Se quedó sola en ese momento y pensando en que sería bueno tocar decidió “Im Not The Only One” la música se coló en la ducha donde Elizabeth se bañaba y se perdía en la melodía aunque no alcanzaba escuchar la letra se dejaba llevar por ella, su cuerpo tomo vida propia en suaves movimientos bailaba al ritmo de cada tecla el jabón hacia lo suyo en pequeñas caricias junto a la esponja de baño, su mente estaba en blanco solo bailaba suavemente mientras su pelo rojizo se pegaba a su cuerpo, estaba decidiendo desde ese momento bañarse con música, su baño solo necesito de esos cinco minutos de melodía para sentirse limpia y cuando salió secando su cabello empezó otra canción “Perfect” una sonrisa se acomodó en sus labios mientras se terminaba de secar y elegía un atuendo igual de juvenil que el de Cami, que a diferencia de ella no usaba pantalones ajustados los suyos eran más sueltos y una camisa con un sarcástico “la vida es del quien quiera vivirla”, una chaqueta para la noche y unos tenis que no necesitaba ser amarrados, fue por Camila pero la melodía había cambiado sin darse cuenta a una melodía más triste “vocalice” y al ver la expresión de Camila de ojos cerrados la dureza en cada tecla solo decidió observarla y escuchar cada estrofa con tanto dolor.
Elizabeth: me gustó mucho como tocas y cantas.
Camila: se sobresaltó- desde cuando estas hay?
Elizabeth: el tiempo necesario para ver que cantas tal cual tocas.
Camila: pésimo entonces jejeje, cual quieres escuchar?
Elizabeth: mmm a ver cuál sería buena- pensó cual le gustaría escuchar en ese momento- “Stone Cold”
Camila: tú la cantas?
Y así fue Camila toco su versión de piano Elizabeth pudo ir al paso y en el coro Camila la acompaño, entre sonrisas y bromas la canción fue arreglando el semblante de Camila y eso le gustaba a ella la sentía así más ligera para hablar y pues empezaba a creer que estaba seduciendo a la alta mujer.
Camila: listo es hora que me alimentes.
Elizabeth: es en lo único en lo que piensas..