Pov: Catalina Beltrán
Miro al imbécil de mi esposo y suspiro tomando su mano, solo porque su abuelo está aquí y sé que es a quien debemos convencer.
— Yo digo que puedo encontrar el baño sola, él dice que no, así que por eso pienso que solo debe dejar que me pierda y así aprenderé, pero Joy; no quiere acceder — digo como si ese fuera nuestro problema y no, que él me considera una ramera.
– ¡Es que no quiero que te pierdas! — dice, siguiéndome el juego.
— Yo creo que le puedes decir donde está el baño a tu esposa y ella sabrá manejarse sola, no huirá a ningún lado. — dice su abuelo, lo observo y se ve un hombre mayor pero bien mantenido. Observa cada uno de nuestros movimientos, ese hombre no es fácil de engañar, puedo presentirlo.
– No seas así, bebé. Ve con tu abuelo, que yo regre
