Ana despertó con la sensación de haber recordado algo, quizá se trataba de un sueño no lo sabía con exactitud. Su corazón estaba agitado, busco con la mirada a sus dos pequeñines, dormían plácidamente a su lado. Había pasado una semana después de dejar el hospital y en casa todo le era desconocido.
—Te has despertado cariño —Bella entró con una bandeja había cortado fruta las favoritas de Ana tal como había recomendado el médico tratar de familiarizarse con todo lo que a ella le gustaba y de lo que disfrutaba.
—Gracias —sonrío la confianza iba incrementándose en ella, pero no lo suficiente como le gustaría se supone que ella era su madre, pero parecía desconocer su vida.
—Está bien cariño lo hago con mucho gusto. Alejandro vendrá por ti para llevarte de paseo ¿preparo a los niño o iras
