Todo fue confuso hasta el momento de llegar al hospital, Evan no contestaba el teléfono y eso la mantenía preocupada. La doctora estaba lista para recibirla, la pasaron de urgencia una sala de parto, su camilla iba en movimiento cuando las enfermeras buscaban una via intravenosa. En el monitor fetal se mostraba que su hijo tenía su pequeño corazón a mil por hora.
- Esto no es un trabajo de parto normal - escuchó decir a la doctora en medio del aturdimiento - las contracciones son demasiado intensas, hay sufrimiento fetal, no está lo suficientemente dilatada para lo frecuente de las contracciones, el bebé sufre, tenemos que pasarla a quirófano - decia la doctora al personal que estaba con ella.
- La sala está lista, le daré los consentimientos a su esposo, ¿que se prepare para entrar?
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