- Es que debiste consultarme antes, eso es lo que francamente me molesta. - dijo él enojado. - No estoy de acuerdo, te había dicho que quería mudarme, no creo que tenga que pedirte permiso sobre a dónde lo hago. - replicó April. - No entiendo cual es el maldito problema de que te mudaras conmigo. - dijo él contrariado. - Aún no le he dicho nada a mis padres o a mis hijos, no puedo de la nada mudarme contigo. - También me parece inmaduro que sigas ocultandolo, ya no somos unos niños, seguro pueden entenderlo. - Ojalá pudieras entenderme, aunque se que no lo haces, quiero estar por mi cuenta para poder hablar, así no tengo que mirar la cara de enojo y decepción de mis padres de manera diaria. - Oh cariño, - dijo él bajando la guardia - no te preocupes tanto, no creo que ese sea el caso

