Merryhill

Capítulo 2- reparación

Todo el asunto con Corin era complicado, él era mejor amigo, desde que estamos pequeños nos conocemos, la ventana de su habitación da con mi ventana, solíamos ser inseparables, y durante mi etapa de pubertad estaba perdidamente enamorada de Corin, hasta que llegó finalmente la adolescencia y me di cuenta que Corin era mi mejor amigo y que sólo sería eso. 

Pero creo que estuve engañándome, porque justo el último año las cosas cambiaron, en una de las peleas con mi novio de ese entonces, él salto a mi habitación como de costumbre, y estuvo conmigo toda la noche, pero antes de que amaneciera nos besamos, siempre pensé que sería incomodo pero no lo fue, lo incómodo vino después. 

Empecé a sentí aquello que estuve reprimiendo por tanto tiempo, él actuaba como si lo del beso fue insignificante y eso me enojaba, pero luego el día de la graduación recibí la noticia que había entrado a la carrera, y que había ganado la beca, estaba feliz, pero sabía que debía irme de Merryhill, Corin siempre había pensado que estudiaríamos juntos en la universidad, así que me guarde el secreto, hasta que una semana antes de irme le dije la verdad. Él se molestó y no dijo nada hasta ese día antes de irme, esa vez no salto a mi ventana, solo me llamo. 

Desde su ventana dijo algo que nunca había imaginado.

-    No te vayas, por favor quédate, te amo- eso había sido inesperado- quédate conmigo. 

No respondí, solo salí de la habitación y me fui a la universidad. 

Nunca llame, las veces que regrese evitaba salir de casa, solo para no verlo. 

Esa noche no pude dormir en la habitación de mis padres, era extraño estar allí, cada cosa que  miraba me recordaba a mi infancia, mi adolescencia. 

En la madrugada tuve que cambiarme de habitación, a la mía. 

Por inercia mire hacia la ventana,no habían cortinas y dejaban ver la habitación de Corin, eso me traía recuerdos, pero buenos recuerdos. 

Decidí dejarla así, por los buenos recuerdos. 

Me levanté con el sonido fuerte en el techo, me asusté. El sonido seguía, pude identificarlo como el sonido de martillos, ¿qué rayos? 

Salí de la casa en busca de origen del sonido. Corin estaba en mi techo. 

-¿qué haces allí?- le grite molesta y totalmente confundida. El se limpió su frente y sonrió, aquello era un más confuso, el día anterior fue frío y nunca me brindo una sonrisa. 

- buen día – saludó- reparo tu techo, por las goteras. 

- no he visto goteras. 

- no las veras, primero debe llover para eso- tenía razón, pero yo solo quería que bajara. 

-no entiendo- trataba de organizar mis pensamientos, el bajo y se acerco- ¿por qué reparas mi techo?

- tu me lo pediste.

- no, no lo hice 

- ayer me pediste que buscara a alguien que arreglara las cosas en tu casa. 

- me refería a otra persona. 

- ¿no quieres que lo haga?

-sí, solo que no pensé que quisieras, ayer fue... 

- extraño, lo sé, solo que no pensaba que te volvería a ver y mi reacción no fue la mejor, es decir, ya te superé, no debería actuar como un crío. 

- bien- dije tratando de cambiar el tema- suma todo lo que haga, los materiales, tu tiempo, y me pasas la factura. 

- esta bien- asentí- ¿algo más? 

- es todo- di una sonrisa forzada, y empecé a caminar a la casa, recordé que saldría- más tarde saldré, así que no estaré por cualquier cosa. 

-bien jefa. 

Lo dijo con el particular humor de Corin, actuó como el Corin que recordaba.

Como era de costumbre mi mamá me llamó en video llamada, los sábados eran mis días libres y solíamos hablar por facetime. 

Mi mamá me saluda y empieza a decir aquel monólogo de madres, qué como estaba, que hacia.

-¿qué es ese ruido?

- Corin está arreglando el techo- sabia el peso de aquellas palabras, el rostro de ella cambio a una con una sonrisa 

- el pequeño Lyons- asentí- dime, ¿sigue siendo guapo? 

- mamá- me quejé, pero luego de un corto silencio respondí- aún más de lo que recordaba. 

- no puedo imaginarlo, espero que siga soltero, ustedes siempre hicieron linda pareja. 

- nunca fuimos pareja- aquello sonó agrio, no pretendía que sonara de ese modo- como sea, no creo que esté en posición de comenzar o intentar algo con alguien.

- hija, terminaste tu compromiso, no estás de luto.

- lo sé... sabes que lo quiero verdad, pero no veo toda mi vida junto a el, no merece eso, merece a alguien que imagine estar siempre con el. 

- cariño, fue lo mejor. 

- solo lo dices porque Rob nunca te agradó.

- tienes razón, pero estás mejor. 

Asentí, era cierto, me sentía libre y en paz. 

Había conocido a Rob en mi trabajo, de hecho era mi jefe, empezamos salir y luego de una año me pidió matrimonio, acepte aunque siempre tuve una duda, y un día antes de la boda termine, no podía hacerlo. Esto trajo como consecuencia mi despido. 

Terminé de hablar con mi mamá y me arreglé para salir, necesitaba ir por comida, los horarios en este hospital no eran tan exigentes como mi anterior trabajo así que pasaría más tiempo en casa, podría cocinar, eso me gustaba.

Antes de salir tome una botella de agua para dársela a Corin, abriendo la puerta para salir el estaba allí, me asusté. 

-lo siento no quería asustarte- dijo secándose el sudor- quería decirte que podía arreglar tu cerradura delantera. 

- eh... Sí, te la dejo abierta?

- sí, solo falta un poco para terminar con el techo. 

- bien – le entregue la botella de agua- pensé que tendrías sed, es lo único que puedo ofrecerte, aún no tengo comida.

- el agua esta bien, gracias. 

Me despedí, estar cerca de él me hacía sentir rara, me sentía culpable por nuestra manera de dejar de hablarnos. 

El supermercado era nuevo, nada parecido con el que estaba aquí cuando iba a la secundaria, están en el mismo lugar, pero ahora era nuevo. 

Estaba estaba buscando el pasillo de las jaleas cuando escucho una voz muy familiar, alce la mirada y al final del pasillo estaba Any, mi amiga de la secundaria. 

-¡Any!- la llame mientras me acercaba, ella tenía un rostro de pocos amigos, pero al estar más cerca sonrío. 

- miren, quien es, Ramona Dunne, la capitalina- me abrazó con fuerza, su enérgica voz me hizo reír- ¿Qué haces aquí? Estas de paseo?

- en realidad estoy viviendo por ahora en Merryhill 

- no lo sabía, ¿hace cuanto?

- oficialmente desde ayer.

Era grato volver a verla, fuimos de esas amigas de colegio, que cuando sales, dejan de hablar poco a poco, y luego solo se recuentan en algún evento y se saludan amablemente.

-necesitamos hablar- dijo de frente- ¿estás ocupada?- me pregunta

- estoy haciendo las compras.

- bien, termínala, yo terminaré la mía y en media hora nos vemos en la entrada, necesitas saber todo sobre Merryhill si te quedarás aquí. 

Eso fue extraño, pero tenía razón estaría un tiempo aquí, ella podía ser una amiga. 

Termine de comprar y como había dicho, estaba esperando en la entrada, luego de poner las cosas en el auto, nos fuimos a la cafetería del lugar. 

Ya era hora del almuerzo así que aproveche y compre mi comida, pedí una hamburguesa de queso triple para llevar, sabía que Corin tendría hambre. 

Any empezó hablando sobre nuestro círculo de amigos, que era de ellos, quien se había casado y quien no. 

-dime Ram, ¿soltera?

- Prefiero que me digan Ramona... Sí.

- esa fue una pausa larga

- estaba apunto de casarme, pero no pude. 

- el matrimonio es algo grande. 

- ¿Cómo sabes? – note que ella no me había dicho nada personal, y en ese momento vi su anillo. 

- casada y con dos pequeños- sonrío- es abrumador, cansa, apenas tienes tiempo para ti, pero luego empiezas a equilibrar las cosas, y va mejorando, luego estas enamorada de tu vida y no te importa en cansancio. 

- puedo imaginar- miré el reloj, ya era tiempo de regresar si quería darle la hamburguesa a Corin. La chica me trajo el pedido extra. 

- vaya, comida para luego?- me preguntó Any. 

- no, recuerdas a Corin? Bueno está arreglando algunas cosas en mi casa.

-como olvidar a Lyons, ustedes eran muy amigos en la secundaria.

- sí, desde que tengo memoria lo conozco. 

- de hecho me hice tu amiga para salir con el. 

- y te funcionó- reímos 

- pero no lo sé, siempre pensé que ustedes dos... No lo sé, era muy raro estar tan cerca de él y no querer con el, o al revés, recuerdo que eras el tipo de todos en la secundaria.

- no era el tipo de todos- no lo creía,sí había tenido varias citas, y un solo novio- solo tuve un novio, recuerdas Matt. 

- sí, unos de los más guapos- negué- y sigue así, es cirujano general en el hospital de Merryhill.

- tal vez lo vea, trabajaré allí desde el lunes. 

- es cierto.

- bien, ya me debo ir- me levante- me das tu número, o guardas el mío, sería bueno quedar otro día.

- sí,intercambiemos, así si alguna lo olvida la otra puede escribir. 

Hablar con Any me trajo recuerdos agradables de la secundaria, y me causo mucha risa aquello de Corin y yo, supongo que todos se daban cuenta menos nosotros. 

Al llegar Corin estaba junto a la puerta sin camisa, eso no era válido, él estaba en una excelente forma, quise mirar hacia otro lugar pero me agradaba la vista. 

Aquello me puso nerviosa, así que tuve que pensar en ovejas. 

Al verme que bajaba con las compras me ayudó a meterlas a la casa, cuando terminamos me quede como boba mirando, luego caí en cuenta lo que estaba haciendo cambien mi enfoque.

-te traje algo- saque el empaque de la hamburguesa- no sé si aún te gustan las hamburguesas con queso triple, pero fue lo que se me ocurrió.

- no debías hacerlo- la tomó- estaba pensando en ir cuando terminaba... ¿Te importa si como aquí?

- no, yo por mientras guardare las cosas- empecé a ordenar las cosas de la compra.- te puedo dar una coca cola con eso. 

- así está bien, gracias... Y dime el cambio a Merryhill estuvo dentro de planes o fue espontáneo. 

- espontáneo, pero no estoy en contra de eso, creo que es bueno volver.

-¿será permanente?

- aún no lo sé, en mi mente es temporal, pero no sé que puede pasar. 

- es cierto, la vida puede dar mil vueltas... Y me disculpo por lo de ayer- se levanto y recogió las cosas – por cierto, si vas usar tu vieja habitación cierra las cortinas, ayer pude ver más de lo que esperaba- en ese momento estaba de espaldas a el, me quede en shock, se suponía que en esa habitación no había nadie, no había visto a algún indicio de vida allí. Me giré para preguntar pero él ya no estaba.

Ahora debía comprar cortinas.