TYLER
Apenas una hora después de que me diera una paliza y se fuera furiosa, Ximena está de pie frente a mi escritorio. Y debajo de su nerviosismo hay un brillo travieso en sus ojos.
–¿No? – bromeo con ella, fingiendo estar sorprendido. –Pensé que habías dicho que era solo un pequeño O antes–
Ella niega con la cabeza. Hay una pequeña arruga entre sus cejas, y sé que lo que sea que esté a punto de proponer lo ha pensado mucho.
Me pongo de pie y rodeo el escritorio, así que estamos de pie el uno frente al otro. No puedo evitar presionarla un poco más. –Excelente, porque hay mucho mas de donde salió eso– Me encanta cuando se sonroja. Se ve hermosa cuando está completamente relajada y despreocupada. Esta es mi versión favorita de ella.
–Eso es bueno, porque he estado pensando. Tal vez tod
