TYLER
Ximena me mira sin decir una palabra, con una expresión de sorpresa e interrogación.
Asiento lentamente, ahora confundido y nervioso. ¿Por qué esta tan sorprendida?
–Yo, eh…bueno, supongo que realmente no he pensado en ellos– tartamudea.
Siento un nudo en el estómago. ¿Cómo demonios no han pensado en ello? Esta es Ximena, la mujer que sopesa cada decisión con una lista de pros y contras. Sus cartas de la infancia a Santa Claus probablemente estaban formateadas al estilo de memorando oficial con peticiones con viñetas.
–¿Por qué? No estás pensando en…– Está tan nerviosa que deja el resto de la frase sin terminar.
Por supuesto estoy pensando en ello. Tenemos una obligación contractual que cumplir. Punto. Entonces la comprensión me golpea de golpe.
Santo cielo.
–El día de nues
