¿No vas a lavarte las manos?

1994 Words
XIMENA Tyler toma mis manos, levanta mis palmas en señal de rendición, sus pulgares frotan ligeros círculos sobre la suave y fina piel bajo mis muñecas. Cuando no puedo reprimir el escalofrió que me recorre, sonríe como un lobo. Oh, vio esa reacción, de acuerdo. Sabe exactamente lo que está haciendo, y lo odio y lo amo a la vez. –Y haría cualquier cosa para tener en mis manos tu increíble cuerpo– continúa sin piedad. –Nunca he visto una mujer más perfecta…cada centímetro de ti, tu culo apretado, tus tetas deliciosas y tus piernas hechas para envolverme en la espalda. Besarte la otra noche no fue suficiente. Me encantaría ver cómo cambia tu expresión mientras te penetro. Verte renunciar al control, apagar tu cerebro y simplemente sentir– –T-tú no juegas limpio– consigo tartamudear finalmente. –Hey, esto no funciona así. cumplidos, no insultos. Créeme, ya tengo una idea bastante clara de cuales crees que son mis puntos débiles– –Eh– trago saliva. –Tu también eres genial, pero de una manera diferente. Bueno con la gente y las palabras y esas cosas, en lugar de números y estrategia– –¿Es por eso que te sonrojas ahora mismo? – En cierto modo, sí. Pero su mandíbula esculpida, sus labios carnosos y sus penetrantes ojos oscuros son lo que hace que sus palabras sean realmente embriagadoras. Y el hecho de que todavía no me haya soltado las manos. –Tomas el control, y a veces odio eso, pero a veces… es bueno tomar un descanso– Su sonrisa se vuelve traviesa. –¿Ah, ¿sí? Me aseguraré de tomar nota de eso. ¿Algo más? – Me retiro a un terreno seguro y familiar. Palabras duras, algo que puedo negar más tarde como una broma. –¿Solo intentas que admita que tienes un buen trasero? – Pero cuando su única respuesta es una risa suave y oscura, me doy cuenta de mi error. No se dejó engañar en absoluto, ¿Por qué pensé que lo haría?, y ahora me he acorralado. Literal y figurativamente. Mientras hablo, Tyler se inclina lentamente, poco a poco, hasta que apenas puedo sentir el cosquilleo de su aliento. De repente, muy consciente de la creciente temperatura entre nosotros, me interrumpo. –¿No deberíamos volver? Es de mala educación hacer esperar a la señorita Osbourne– La mirada de Tyler es demasiado intensa para apartar la mía. –La única mujer a la que me interesa entretener ahora mismo eres tú– Me muevo un poco, necesitando irme, pero queriendo quedarme, y me doy cuenta de que mis bragas están empapadas. Todo lo que nunca me permití sentir o pensar sobre Tyler sale a la superficie. A mi cuerpo no le importa que sea un idiota juvenil. Odio que mi libido este tan totalmente fuera de mi control. Odio que siempre haya estado tan locamente enamorada de Tyler. El destino debe estar partiéndose de risa conmigo ahora mismo. Tyler se inclina aún más cerca, deteniéndose justo antes del contacto. Casi puedo sentir el roce de sus labios contra los míos, y mi estómago se aprieta de deseo. –¿Todavía solo en primera base? – susurra contra mi piel. –¿O quieres más? – No respondo. Ni siquiera estoy segura de poder hablar. Solo me humedezco los labios. Ese pequeño movimiento es como aflojar un resorte en espiral. Tyler se lanza para devorar mi boca. Mis rodillas se debilitan con su experta embestida. Sus fuertes brazos me rodean y sus manos están por todas partes, encendiendo mis nervios, las yemas de los dedos rozando lo que parece cada centímetro de piel desnuda. Siento un destello de frustración porque mi vestido es tan modesto; quiero su tacto por todo mi cuerpo, sin restricciones. Tira de nuestras caderas juntas y siento su erección presionando mi vientre. Algo salvaje me atraviesa, una satisfacción feroz y territorial. Esa erección es toda para mí. No para Arleth, ni para ninguna de sus conquistas pasadas. Soy yo quién lo hace sentir así ahora mismo. Una necesidad tan poderosa y primaria dirigida directamente a mí y solo a mí. Es todo mío. El pensamiento inesperado golpea profundamente una animal de mí que nunca me di cuenta de que tenía. En llamas, ahueco su bulto a través de sus pantalones, queriendo reafirmar el control y mostrar mi poder s****l. Pero eso fue un error grande…énfasis en “GRANDE”. Sentir lo impresionante y duro que es solo me desespera aún más. Gimo y aprieto en la palma de mi mano. –Si no paras, vamos a tener un problema– gruñe. Me río, sintiéndome casi mareada por la lujuria. –¿Estás seguro de que es nuestro problema y no solo tuyo? – Se aparta bruscamente, arrancando un ruido involuntario de decepción de mi garganta. Pero mi fervor se dispara de nuevo cuando me toma de la mano y me lleva rápidamente al baño cercano. Me jala adentro y cierra la puerta con seguro. Dejo caer mi bolso en la esquina justo cuando me empuja contra la pared. Nuestras bocas chocan de nuevo, labios y lengua moviéndose como si estuvieran hechos para esto. Nuestro beso se intensifica mientras sus dedos hurgan en la parte trasera de mi vestido. Encuentra la cremallera, la baja hasta la mitad y luego la abandona para bajar mis mangas más allá de mis hombros, atrapando mis brazos. Chillo en shock, luego rápidamente me tapo la boca con la mano, cuando se arrodilla para girar su lengua alrededor de un pezón y pellizcar el otro con fuerza –¿Sin sostén esta noche? – murmura y entre lamidas, succiones y suaves mordiscos. –Chica traviesa– Quiero explicarle que este vestido no funciona con sostén. Quiero decirle que se calle y me folle. Pero todo lo que puedo hacer es temblar ante las chispas de sensación que salen disparadas de mis pechos directamente a mi clítoris. –Dios, son hermosos– dice con un gruñido, tomando mi pezón en su boca. Solo puedo mirar, desesperada, mientras besa mis pechos y dejo escapar gemidos de impotencia. –Y tan sensible– se mueve hacia el otro, dándole un beso húmedo que termina con un sonido audible de succión. Me sube la falda y pasa los dedos por el centro de mis bragas. –Tal como pensaba– murmura. –Bonitas y húmedas para mi– Abro la boca para discutir, pero Tyler elige ese momento para besarme de nuevo. Entonces levanta un lado de mis bragas y sus dedos se deslizan dentro. Nada de torpezas, nada de tonterías, nada de provocaciones, él sabe exactamente por porque me muero. Un dedo largo me espera, acariciándome, ejerciendo la presión justa sobre ese c*****o hinchado. Murmuro un gemido ininteligible. La lengua de Tyler continúa trabajando contra la mía. Entonces, dos hábiles dedos se enroscan profundamente dentro de mí y la palma de su mano frota mi clítoris dolorido e hinchado. El calor surge a través de mi centro y ahogo un grito de alivio. Si… Tyler gruñe con satisfacción posesiva. –Eso es lo que me gusta oír, nena. Este coño es mío ahora, y ambos lo sabemos. Voy a cuidar de mi esposa…– Su lenguaje sucio me enoja y me prende fuego al mismo tiempo. No sé qué sentir. No puedo pensar en absoluto. Simplemente me aferro a Tyler, luchando por mantenerme en pie mientras el placer ardiente se enrosca cada vez mas fuerte. Me muerdo el labio con fuerza para amortiguar mis gemidos. –Mierda…Tyler…– gimo, moviendo mis caderas con fuerza contra su mano. Estoy agonizantemente cerca. Solo unos segundos más... Alguien llama a la puerta. Ambos nos congelamos en el lugar, yo en topless y agarrando los hombros de Tyler, Tyler con su mano bajo mi falda. Lo absurdo de la imagen me golpea de repente. Podría haberme reído si no estuviera tan aterrorizada y al borde de un clímax alucinante. Incluso con el miedo de que me pillen lavando hielo por mis venas, todavía estoy ardiendo. –Si mueves los dedos, te mataré– le susurro frenéticamente a Tyler. De ninguna manera podré mantener este orgasmo en silencio. Han sido seis largos meses preparándolo. Y lo deseo más de lo que deseo mi próximo aliento. –¿Hola? ¿Hay alguien ahí? – Dios mío. Es la voz de Arleth. Nuestro cliente está a menos de un metro de distancia, y la mano de mi sexy estúpido novio todavía está dentro de mis bragas. –Son Tyler y Ximena– dice Tyler con una voz casual perfecta. –Solo teníamos unas cosas de las que hablar– –¿En el baño? – pregunta con evidente escepticismo. ¿Sospecha o simplemente esta confundida? Maldita sea, debería tirarme por la ventana ahora mismo. –Asuntos familiares privados, entiendes. Solo tardaremos un minuto– Después de una pausa que me paraliza, finalmente oigo sus pasos alejarse. –Deja de tocarme– siseo en voz baja. Tyler me mira con una expresión de “hey, no es justo”. –Me dijiste que no moviera mis…– –¡Sabes a que me refería, listillo! ¡Ahora sal de mis bragas! – Riendo entre dientes, se retira. –Creo que es la primera vez que una mujer me dice eso– –Si quieres oír algo peor, se puede arreglar. Ahora, súbeme la cremallera– Después de que Tyler me ayuda a ponerme la ropa en su sitio, me miro en el espejo sobre el lavabo. Dios mío, parezco el joker. Lápiz labial corrido por todas partes, el pelo despeinado. ¡Mi aspecto prácticamente grita que me acabo de tirar a un chico en el baño! Que gran oferta…toda la vergüenza pública del sexo sin nada de la parte de “tener un orgasmo real” Tomo mi bolso de la esquina, me paso el cepillo de viaje por el pelo unas cuantas veces y luego empiezo a frotarme los labios. Mientras me aplico una nueva capa de lápiz labial, noto que Tyler no se ha movido de su sitio. Se ha arreglado la corbata y se ha vuelto a abrochar la chaqueta, pero aparte de eso, solo ha estado esperándome pacientemente. Al menos puede tener la decencia de parecer avergonzado por tentarme a meterme en este lío… –¿No vas a lavarte las manos?– Le pregunto. –Una de ellas estaba enterrada en mí ya sabes que, después de todo–. Con una sonrisa maliciosa, se lleva la mano a la nariz y hace como si se oliese los dedos, inhalando mi olor, mi cara se pone roja como un tomate. –De ninguna manera– dice simplemente. Aparto la mirada y resoplo: ­–Como sea. Volvamos a la mesa y esperemos no haber arruinado ya este trato– –Eh, cariño…– Lo miro de nuevo. –¿Qué? – Respira hondo lentamente por la nariz. –Si vuelvo así, me arrestarán por indecencia– Sigo su mirada, que ha bajado hasta la parte delantera de sus pantalones. ¡Madre mía! Parece que está escondiendo una piña en su ropa interior. –Controla esa cosa– Cierra los ojos con fuerza y respira hondo otra vez. Cuando abre los ojos de nuevo, parece un poco más sereno. –Vamos– Al salir del baño, intento recomponerme. Con Arleth en la mira de nuevo, vuelvo a concentrarme en el trabajo. Claro, Tyler puede ser injustamente atractivo, y ahora sé que también es bueno con las manos, además de ser un besador experto, pero aún así necesito mantener la calma. Es un playboy arrogante, engreído e inmaduro que no se toma los negocios lo suficientemente en serio. >, me recuerdo a mí misma. Pero el dolor insatisfecho entre mis muslos es casi demasiado para soportar. Esta cena definitivamente calificara como la noche más larga de mi vida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD