Alzando la mirada hacia el cielo, Drake se percató en la posición en la cual se encontraba el sol en ese momento. Al confirmar que esta había cambiado, inmediatamente la tensión en su cuerpo se aligeró brevemente tras percatarse de que finalmente era hora de volver a casa con su ratoncito. —No he podido evitar percatarme de que has estado muy atento al tiempo que llevas trabajando —comentó Mikel casualmente. Al observarlo, Drake soltó un sonoro resoplido. —No me vengas con esa mierda, que tú siempre estás así. —Sí, pero yo tengo mis razones para querer volver pronto a casa, tengo una hermosa pareja esperando por mí, junto a una adorable hija —argumentó el alfa. —Yo también tengo a alguien esperando por mí —declaró. Y el decir esas palabras solo provocó que una sensación cálida surgie

