Manteniendo cierta distancia del pequeño humano, observando como este compartía algunos de sus conocimientos de plantas medicinales con unos cuantos padres, Drake no tenía la mejor expresión del mundo. Y no se trataba de que alguno de los miembros que había rodeado a su ratoncito lo estuviera molestando o poniendo en duda su conocimiento ni nada por el estilo, todos parecían entender muy bien lo que significaba que Andy estuviera empapado en su aroma, advirtiéndole a todo el mundo que no era buena idea meterse con el pequeño humano. El problema era, que desde aquel incidente en el que el círculo interno intentó secuestrar al pequeño humano y tuvo aquella extraña conversación con Olsen, Drake no podía dejar de pensar en el ratoncito como si fuera suyo. Prácticamente, su bestia ya lo había

