Capítulo 4

1482 Words
—Creo que necesitamos irnos de aquí —dijo Ethan un poco preocupado, sabiendo lo que podía suponer si el plan no salía bien, y él estaba dispuesto para cualquier problema, así fue entrenado. —Vamos por nuestras posiciones. Y deja de ver a la princesa así —Él creía que ella no se daba cuenta de sus intenciones, pero Karyme conocía perfectamente a su hermano, podía conocer hasta sus pensamientos si se lo proponía. —No sabía que era tan guapa —Los ojos a Ethan se le iban por la belleza que creía, tenía la princesa Alessia. —Vamos —Todos tomaron sus posiciones mientras Karyme se mantenía en observación del futuro esposo de la princesa, también las expresiones de satisfacción que los padres de esta expresaban ante todo lo que estaba aconteciendo. —Que odiosos se ven —Comentó para si misma. La fiesta había durado varías horas, en las que los tres estaban aburridos y de mal humor, más que todo Ethan. Pero llegado el momento de hablar con Alessia, estaban agradecidos de poder contarles el plan y hacer el plan oficial. —Princesa —Le dieron sus respectivas reverencias cuando se detuvieron frente a ella. La cual ya estaba cansada, agotada y si fuera por ella, se largaba en ese mismo instante, sin importar lo que desatara. —Me urge salir de ésto —dijo ella bien preocupada. Y un poco frustrada, no veía la hora en que pudiera terminar con el calvario que eso le suponía. —Se le nota —dijo Ethan sarcásticamente mirando la maravilla en la que ella vivía. Y es que su parte poco racional pensaba como es que una persona quería escapar de todo eso. —Esto solo es lujo, nada nos hace feliz —Esa vez vio fijamente a Ethan por primera vez en toda la noche. Le pareció curioso, directo y era algo que le gustaba, sin caretas. —¿Y le molesta en algo? —Karyme le dio un codazo para que se callara, pero este ignoró la señal de su hermana, ya para él era inevitable ser como era. —Quizás sí. —Pues eso es bueno, nos hará nuestro plan más fácil —Karyme volvió a llamar su atención, esa vez carraspeó para que él la viera, la estaba comenzando a hartar, se comportaba como un niño. —Cuéntenme eso, que no lo sé —Eso que él había dicho llamó bastante si atención. —El plan es que la haremos pasar por una persona que nadie pueda encontrar, porque nadie buscará una princesa en ese lugar —El que habló esa vez fue Marcos, convencido de su plan y de la forma en que lo explicó. —¿Quieren que me esconda en…? —La princesa dejo la pregunta al aire para que fuera contestada, no entendía a dónde iba la explicación. —Especificamente, que se haga pasar por uno de nosotros —Estaba un poco confundida y en su cara se podía ver, no comprendía cómo eso podía ser posible. —¡Perfecto! —Exclamó impactada —. Me quieren transformar de princesa a plebeya —dijo ella sin poco tacto, no entendiendo lo que podía expresar con esas palabras que ella expresaba. —¿Plebeya? Seguro que será trabajo fácil —Ethan había era de poco hablar algunas veces y ya al haber sido regañado por su hermana prefirió guardad silencio, pero le incomodó y cuando él decía algo lanzaba a matar, eso era algo que su hermana en ovaciones odiaba, era poco expresivo, pero también muy explosivo al hacerlo. Ya nadie sabía si eso era bueno o malo. —Si me van a asignar un agente, que sea él —La princesa hablo y todos voltearon a ver a Ethan, a donde se dirigía el dedo acusado de Alessia, muy sorprendidos por lo que había pedido ella —. Porque si de tratarme como común se trata, él está haciendo muy buen trabajo —Su cara no era sarcástica ni estaba alegre. Era simplemente ella, con su actitud de mandato, algo que no se molestaba en ocultar, se lo inculcaron de pequeña. —¿Está segura? Tenemos muchos agentes —Karyme le preocupaba eso. —Sí, y si él no tiene problemas. Si hay alguno pues pagaré más —El dinero no era problema para ella, si de libertad de trataba. —¡Acepto! —dijo Ethan antes de que nadie dijera nada, estaría encantado y si se hablaba de más dinero, pues no había problema. —¿Tú de que vas? —Su hermana estaba un poco molesta, pues sentía que sus planes estaban siendo un poco arrebatados de lo que quería hacer en realidad. Aun así, confiaba en su hermano y lo que él podía hacer por ella. —Quiero ayudar, y más si ella va a pagar más —Se sentó como si estuviera en su casa. Esperaba que su hermana se pudiera de acuerdo con la princesa. —El día de la boda será en una semana, y es el tiempo que tengo, quiero que sea ya —Alessia temía por lo que pudiera pasar, y no pretendía siquiera casarse. —¿Sabes? Me falta paciencia —le dijo Karyme a Ethan en voz baja. —Nos iremos, y le prometo que en una semana estará a salvo, y buscando las pruebas que necesita para tener a su prometido en sus manos —Se dirigió a la princesa. Estaba segura de su equipo pero no le gustaba que sus planes flaquearan. —Confío en ustedes —Ella se estaba acomodando para así poder continuar con lo que ella llamaba la falsedad que se inventaron y todo sin su consentimiento u opinión —. Esperemos a que eso pase. Mi jefe de seguridad le ayudará con eso, espero y haya sido de ayuda el haber venido aquí. —Créalo que sí. Salieron de ahí, se fueron directo a la pista de aterrizaje en donde estaban listos para regresarlos a su casa, con todas las cosas listas y guardadas allí, no había hecho falta que fueran por nada de sus pertenencias. Solo debían comenzar el plan lo antes posible. Cuando regresaron a casa de ambos; al instituto que manejaba Karyme, se dieron cuenta de que en realidad no tenían el plan perfecto, pero no querían decirle a Alessia eso por no provocar la molestia de que ella creyera que había confiado en las personas equivocadas. Y no era así. —No tenemos un plan —dijo Ella con una enorme frustración que se le notaba desde lejos, pero lo que ella no sabía era lo que ocurriría a continuación. —Yo si —Su semblante cambió cuando su hermano dijo aquello. Se veía muy feliz de poder pertenecer a aquel equipo y así hacer aportes importantes, mucho más cuando su hermana estaba ya cansada y él podía ayudar de ese modo. —¿No bromeas conmigo? —Quería tener una esperanza, pero si su hermano jugaba con algo así, no sabía lo que sería capaz de hacerle. —Yo me encargaré de entrenarla, me quedaré con ella en casa y la haré ver cómo una plebeya —dijo con desagrado aquella última palabra, recordando lo que ella dijo que eran. Pero en realidad para la princesa esa era la expresión que conocía de ellos. No se había enterado de otra forma de llamar a los que no son de la realeza. —Es mucha responsabilidad, y creo que tú no puedes cuidar ni un perro —Karyme quería confirmar más en él, pero aveces resultaba ser tan infantil que le molestaba. —No seas boba, soy tu mejor soldado. Y aparte entrenado por ti —Le dijo lo obvio y tenía razón. —Eso no lo dudo, pero ella es muy importante en éste caso, no quiero que comentan errores, no quiero que se repita la historia con Mariana —No quería sonar cruel, pero había que ser realistas. —Ella no es un mafioso, es una princesa, ella nos paga por cuidarla, nosotros hacemos eso, pero no sabemos qué más quiera —Trataban de que Karyme confiara. —Vieron la seguridad que hay en ese palacio, necesitaremos una buena comisión para poder entrar —Marcos esa vez hizo acto de presencia, sabiendo que necesitaba terminar este plan, porque ellos dos se la pasarían hablando y no llegarían a ningún lado, y sabía que era lo mejor que podía hacer. —Creo que sí, opino hablar con Jorge —A Karyme no le quedó de otra que asesorarse de él mejor. —Estamos de acuerdo. Los tres Iban arrastrando un caso muy difícil, el cual tuvieron que dejar por donde iban, ya que necesitaban meterse de lleno al caso de la princesa Alessia, necesitaban sin duda rescatar a la princesa de una boda que nadie quería, solo su futuro esposo.
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