Shana. Intento mover mi cuerpo con la esperanza de estirarme, pero el esfuerzo es inútil. Tres cuerpos grandes y musculosos me impiden cualquier movimiento, envolviéndome en un abrazo que es tan cálido como posesivo. Mis hermanos me sujetan con una fuerza inconsciente: Ikram tiene sus piernas entrelazadas con las mías, Jameel está pegado a mi espalda como una sombra, y Saalim me acorrala al frente, su brazo cruzando mi cintura. La noche anterior fue un torbellino de celebración. Bailé sin parar con mi Abuela, mi tía Hayat, Haidar, sus amigas y mis padres e Ikram. Los demás, como era de esperarse, se mantuvieron sentados, mirándonos con aburrimiento y desaprobación. —Hermano —Me esfuerzo por quitar a Ikram de mis piernas para poder estirar mi cuerpo. Dormir con tres hombres es una exper

