Primer Capítulo

1370 Words
Maddy Queen. Faltan aproximadamente una hora para el evento de Peter y mi situación con mamá sigue siendo pésima, sigue enojada conmigo, lo cual posiblemente significa que no iré, a menos de que ocurra un milagro, sé que puede sonar absurdo que a mis veintitrés años aun viva con mi mamá, pero ella me necesita, mi hermano tiene otras responsabilidades ahora y mi padre ya no esta con nosotros, así que yo no podía dejarla sola. La única condición que quisiera anular de vivir con ella, es hacerle caso como si todavía fuese una pequeña adolescente.  Sé que mamá quiere verme feliz y establecida con mi propia familia e hijos, sin embargo para mí ahora mismo es primero terminar la universidad, obtener mi título como diseñadora y terminar el curso aparte que estoy tomando, eso ella no lo logra entender, al igual que no entiende que Gab, no es más que mi mejor amigo, casi hermano. Sé que puede que mis actos de cariño y afecto con él hacen pensar a cualquiera que somos pareja y no amigos, pero esa es la única realidad.  Conocemos a Gabe desde que yo tenía trece años y mi hermano odiaba que me acercará a él, aún así lo hice. Era un pequeño niño débil y solitario, encajábamos perfectamente el uno con el otro. Eramos dos jovencitos, él sin su madre y yo sin mi padre. Nuestras alamas estaban partidas de la misma manera, así que juntos buscamos la manera de animarnos día a día, el uno al otro. Mi madre, bueno ella en realidad nunca se quejo de él, lo veía como alguien más de la familia. Mi hermano, él sigue odiándolo por robarle la atención de su pequeña y única hermana, pero en el fondo sé que le agradece haberme sacado del hoyo de tristeza donde me encontraba... Desde la muerte repentina de mi padre, casi no comía, ni dormía. Mis estudias también se vieron afectados por mi dolor, la mayoría del tiempo me la pasaba encerrada en mi cuarto sin querer ver ni a mamá, ni a mi hermano. Si llegaba a salir, lo hace pero no permanecía dentro de casa, salía de ella y me dirigía a un parque pequeño que estaba casi en ruinas, donde conocí a Gabe.  Desde ese momento salía más seguido de mi habitación para visitarlo a él, uno de esos días, mi hermano me siguió y descubrió que me veía a escondidas con Gab, se molestó mucho porque ni siquiera él pudo hacer que saliera del cuarto, pero un niño que no conocía lo logro. Cabe recalcar que mi hermano ya tenía dieciocho años de edad, en comparación con él, yo era una bebé, más aún cuando él me trataba así.  Cuatro años después de la perdida de mi padre, mi hermano se enamoro y luego de unos meses se casó con ella. Tres años pasado su matrimonio, mi cuñada dio a luz a dos preciosos mellizos, dándole una incontrolable alegría a mi madre y haciendo que ella deseará con el alma que en el futuro uno no tan lejano yo también le diera nietos. Y según ella ya fue suficiente que hayan pasado otros tres años y todavía no tenga ni un esposo, ni hijos, lo cual no pienso hacer en un bueno tiempo... -Maddy, Gab a llegado -anuncia mi madre, desde fuera de mi habitación-. Lo dejare pasar.  -Esta bien -murmuro, porque de todas maneras, lo va hacer entrar.  Bajo la mirada a mis manos, mientras espero el sonido que hace la puerta siempre, anunciándome que alguien ha abierto la puerta o bien ha entrado en mi cuarto, lo cual pasa después de unos diez minutos, supongo que mamá estuvo molestando a Gabe. -¡Hey! Niña tonta -saluda sentándose a mi lado, en la cama-. ¿Qué haces en esas fachas?  -No te lo dijo mamá, no quiere que asista al evento -informo encogiéndome de hombros y suspirando-. No tienes porque quedarte, ve hacer tus cosas.  -Que decepción, yo logrando que, tú madre te deje asistir al estúpido evento y tú aquí lamentándote -apenas escucho lo que dice, salto literalmente encima de él-. Esa es la Maddy que yo conozco y quiero. -Okey, numero uno, muchísimas gracias. Y dos -le enseño dos de mis dedos-. El evento no es estúpido -él rueda los ojos, pero sonríe, haciendo que yo también lo haga. -¿Puedo bajarte ya? -asiento, haciendo una línea con mis labios-. ¿Entonces vas arreglarte? -Así es... -Esa es mi señal para salir -nuevamente asiento-. Te espero afuera, baja cuando quieras. Solo no olvides que es mejor que llegues antes a que te retrases. -Gracias y... -él se voltea antes de salir-. Otra vez, gracias por rogar por mi -sonríe, se acerca y acaricia mi mejilla. -No es nada, tú madre me ama -ambos reímos-. No demores.  Con una sonrisa en los labios, empiezo a buscar algo digno que ponerme para asistir al evento, Gab definitivamente es el mejor amigo que pude pedir... Busco entre mi ropa habitual, pero no encuentro nada que pueda vestir para presentarme a lo que será como un evento de moda. Entonces desvió mi mirada hacia el closet donde guardo cada uno de mis nuevos diseños, en el cual hasta ahora deben haber unas once prendas terminadas, seis casi listas y dos recién comenzadas.  Nunca me he puesto ninguna de las prendas que yo misma diseñe, ¿estúpido? Lo sé, tal vez, es miedo a sentir que no van bien con mi cuerpo o que algo resulte mal y se dañe. Sin embargo no tengo tiempo para perder, debo decidir pronto y arreglarme.  Opto por vestirme con un vestido, de color verde agua, junto con unas sandalias de plataforma baja color crema, cepillo mi cabello y lo peino en una sola trenza, acompaño el vestuario con un par de aretes de color plata que mi madre me regalo hace cinco meses, o suelo salir a bailes, ni a cenar así que no me arreglo si la situación no lo a merita.  Tomo mi bolso y unas cuantas bolsas en donde empaco dos de mis diseños terminados y otro de los que ya casi tengo listos. Nunca se sabe donde podre mostrar para lo que soy buena y vamos, por favor, asistiré a un evento de moda, que mejor que esa ocasión para hacer y que mejores personas que los ayudantes, diseñadores y representantes de Peter. Tomo todas mis cosas y bajo hasta la primera planta donde mi madre se encuentra esperándome. -Te ves preciosa, Maddy -toma mis manos entre las suyas y continua-. Lamento haberte incomodado.  -Ya paso, mamá. Estoy bien -aseguro. besando una de sus mejillas y abrazándome con fuerza a su pequeño cuerpo. -Todo saldrá bien, cariño mío. Tranquilízate, si llegarás a mostrar tus diseños no debes sentir mal o avergonzarte, porque cada uno es hermoso y los hiciste tu que eres aún más hermosa.  -Lo sé mamá -respondo mientras respiro profundamente-. Ya me voy... -De acuerdo. Adiós cariño -se despide. Al salir me encuentro con esperando afuera, dentro su auto, con las ventanas completamente cerradas y con lo que parecen ser audífonos puestos. Toco las ventana del auto, entonces él se percata de mi presencia y abre la puerta del copiloto.  -Vaya, vaya. Hermosa -me halaga en el momento que me subo al auto y puede apreciarme mejor.  -Gracias. -Tendrás que ir a esos eventos más seguido, solo así mis ojos podrán ver tanta maravilla.  -Basta, Gab. Esta es una de las razones por la que mis madre cree que seremos pareja -regaño dándole un golpecito en la cabeza-. Vamos maneja, queda -miro la hora en mi celular-. Gabe, faltan treinta y cinco minutos, ¿por qué no subiste a buscarme?  -La privacidad de mi mejor amiga es antes, además las preguntas del por qué subí de tu madre no iba poder evadirlas, así que mejor espere... -Pero, llegaremos tarde -intento calmarme pero mi desesperación es genuina.  -Claro que no. Llegaremos con tiempo. Tranquila -asegura despegando la vista de la carretera para mirarme.  -Bien... Suenas como mamá -él ríe una vez, antes de regresar su vista a la carretera y continuar nuestro trayecto hasta el teatro Ópera de la Bastilla. -...
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