CAPÍTULO 14

2929 Words
KAILANI . . —¡Aún no creo que te quedaras con ese vestido! —¿No entiendo por qué? No siempre me visto provocativa. —Elegí un vestido súper veraniego corto, suelto y de tirantes estilo casquito, con un pequeño escote en forma de corazón que no llega a ser escandaloso—. ¡Me gusta este estilo también! —Amiga, con tu cuerpo andaría desnuda o con transparencias —sigue acotando Diego. —Creo que es tiempo de un cambio. —¿Qué? —gritaron las cuatro personas a mí alrededor y solo puedo reírme de sus expresiones. —No hagan un escándalo, un ligero cambio no me vendría mal; y hablo tanto de la imagen como en lo personal. ¿De verdad no les molesta cuando estoy de malas? Yo misma no me soporto... —Kali, eres nuestra amiga, sabemos que cuando nos respondes de mala manera es porque estás al borde del colapso y no es con nosotros —explica Joo, tomándome de las manos. —¡Pero está mal! No deberían aceptar eso, ¡los mando a la mierda! Y luego me siento una perra porque no tienen nada que ver. Siempre me descargo con quien no debo. —Bueno, de eso se trata la amistad. ¿Recuerdas aquella vez que estuvimos a punto de agarrarnos a cachetazos? —Cómo olvidarlo. —Claro que lo recuerdo, Jud. Fue cuando encontramos a tu ex novio... —¡No me lo recuerdes! El punto es que descargué mi ira contigo y tú me soportaste. —Todos en algún momento lo hacemos y tener un amigo, no es solo para compartir lo bueno, los verdaderos son los que se quedan en las malas. Así sea para recibir malos tratos por tu mal humor. —Gracias, los adoro, pero también debo bajar un nivel de intensidad. Suelo ser despreciable a veces y lo sé. Por ejemplo, con Bren. Ella trata de cuidarme y solo recibe comentarios sarcásticos de mí. Ustedes, que cada vez que mis padres pelean, o yo misma peleo con mi madre, que me deja la cabeza a punto de reventar; la tomo en su contra y no tienen nada que ver. ¡Ya no más y me disculpo! Porque no sé qué sería de mí si los llegara a perder, saben que no soy nada sin ustedes y no quiero a más nadie en mi vida si no están en ella. Los cuatro me abrazan. Estoy agradecida con la vida por darme estos excelentes amigos, son lo mejor que me han podido regalar. Ellos siempre me dicen que me aman de la manera que soy, porque soy sincera, porque no tengo pelos en la lengua a la hora de decir algo que no me gusta y no les importa que los mande a la mierda de vez en cuando por culpa de alguien más. En el camino a un restaurante una pregunta surge... —¿De verdad vas a dejar "Robinson Models"? —pregunta Fran, pero todos se interrogan lo mismo. —Sí, ya lo decidí. Tengo dinero ahorrado de todos estos años trabajando, hice un trato con mi padre que este trabajo me lo pagan doble y me dará un despido. Con todo ese dinero pienso emprender y crecer por mí misma. —¡Felicitaciones amiga! —Jud y Joo hablan a la par. —¿Será en la moda también? —Si, Fran. Voy a hacer valer mis años de estudio. Veremos qué tan buena diseñadora soy... Aplausos y felicitaciones son lo que recibo en respuesta y obviamente cuatro "cuenta conmigo". Tengo un pequeño taller en el garaje de mi casa en Miami y pienso comenzar allí. Lo bueno empieza desde abajo. Esfuerzo y actitud, es todo lo que necesito para triunfar . . . . IANKOOK . . Está bueno el cóctel, pero como que ya estaría necesitando un poquito de alcohol. —¡Qué raro, Jiho! —comento con algo de sarcasmo. —¿Qué? ¡Un champán no nos vendría mal! —Sigue, el amante de las burbujas. —Llegaron las diosas —habla Jin para luego ir donde su chica. —¡Wow! ¡Sí que están hermosas! —acota Juwon. Asiento a todos los comentarios de los chicos viendo como Kailani, hermosa y sonriente, saluda a la gente a su alrededor. Lleva puesto un vestido de estampado floral, suelto, con un sutil escote. Detrás, su espalda está desnuda, dejando ver una de las obras de arte de su tatuador. A lo largo de la espalda tiene todo un mural. Su cabello ondulado llega hasta la altura de los omóplatos y su maquillaje es natural. Un chasquido de dedos revienta la burbuja en la que me encuentro. —Sí, está hermosa, ¿verdad? —Minjoon vuelve al ataque, pero esta vez voy a seguirle el juego. —La verdad, sí, está verdaderamente hermosa —respondo, dando un sorbo a la copa que llevo hace minutos en la mano. —Vayamos a saludar... —Ok... Nos acercamos a las chicas, todas están muy lindas, y en verdad se ha generado una buena relación entre todos. —¡Wow! ¡Dichosos nuestros ojos que los admiran! Están súper lindos todos —piropea Kali haciéndonos sonreír—. Saldrán de aquí con unos cuantos números de teléfono y hasta de habitaciones... —Ah, no amiga, este bello hombre lo único que necesita es el mío —se queja divertida Bren hablando de su novio. —Emmm, sí, yo hablaba de estos bombones, son los que están hermosos, y después tenemos a Siu —ironiza Kali, terminamos todos carcajeando. —Ja, ja... ¿Habló la pingüina vestida de flor? —Sí, lo bueno viene compactado —contraataca, formando una línea en sus labios, con los hombros alzados y agitando la cabeza mientras ninguno de nosotros podemos parar de reír. —¿Dónde dejaste a tu novio CHUKY? —En el estacionamiento, asesinando a tus enanos, BLANCA NIEVES... —Creí que eras uno de los enanos... —Buenooooo, ya basta de atacarse —interfiere Bren—, en el fondo se aman. —Jaja jajajajajajaja ase...sinando... a jajajajajajaja tus ena...nos. —Ese es Jin, quien no puede parar su particular risa, acompañada de aplausos y lágrimas. . . La noche se pasa genial y divertida, pero corta, mañana tenemos muchas horas de trabajo y debemos descansar muy bien. Nadie quiere maquillaje extra para tapar ojeras. Me dirijo hacia el estacionamiento, como casi todos, en busca de mi auto para retirarme hasta que escucho a Kali hablando con su amigo Diego. —Vamos Kali, hazme ese favor —une las manos, suplicante—, solo esta noche ve con las chicas. Anda, quiero comerme ese caramelito, por faaaaa... —Diego, ¿no puedes ir con él a algún otro lado? —Me acerco disimulando. —¡Buenas noches! —saludo haciéndome el tonto. —Iankook, pasarías mejor la noche con Kailani a tu lado, ¿verdad? —¡Bingo! —Para que digo que no, si sí —comento sonriente—. Vamos Kali, duerme conmigo. —La miro. —¡Tú no me vas a dejar dormir! —Sí, ya es tarde y sabes que mañana va a estar complicado. —Le agarro la mano, le saco la llave del auto y se la tiro a Diego, de quien, con un guiño de ojo, me despido—. ¡Graciaaaas! —¡A TI, GENIO! —Lo escucho gritar mientras nos alejamos con Kali. —¿Dormir? —Sí linda, dormir. Tampoco soy una maquinita sexual... —¿Okey? Conduje en silencio hasta el hotel donde me hospedo. Kali se nota cansada, de vez en cuando la observo de reojo y veo como se le cierran los ojos. —No te duermas, ya llegamos... —Ok... —balbucea somnolienta e intenta abrir la puerta haciendo que frene bruscamente el auto. —No, ¿qué haces? —¡Me dijiste que llegamos! —reclama. —Es una forma de decir... ¿No te das cuenta que seguimos en movimiento? —¿No te das cuenta que estoy cansada? —¡Calmémonos! Disculpa... —Discúlpame tú, tengo mucho sueño... —Vuelve a su posición anterior cerrando los ojos nuevamente. Avanzamos unas calles más y por fin llegamos. La desperté con tranquilidad, ya entendí que está cansada y la venció el sueño. Arrastrando los pies, llegamos al elevador y Kali, cruzándose de brazos, deja caer su cuerpo junto al mío, apoyando la cabeza en mí brazo. —¿Te llevo hasta la cama? —No, no, debo despabilarme un poco, necesito una ducha. —Igual yo, ¿voy primero o tú? —Ve tú, demoras menos. Entramos y lo primero que hago es quitarme el saco para colgarlo, luego el pantalón y la camisa, dejo todo correctamente en su lugar. Tomo un short para dormir y me meto a la ducha. Diez minutos demoro, me baño lo más rápido que puedo. Los mismos diez minutos que le toman a Kali desmayarse en la cama. —Kailani, está listo el baño. —Nada—. Kali... —canturreo—. Ok, supongo que tu ducha será mañana. La observo durante un par de minutos, la acomodo, pero ni se inmuta. La siento para quitar la sábana y así meterla en la cama y nada. Hasta me fijo si aún respira, por las dudas. —Así no vas a dormir cómoda —hablo solo—, estás dormida como piedra. Te voy a sacar ese vestido, lo cambiaré por una playera mía. Comienzo quitando los zapatos, ahora la parte difícil, quitarle el vestido y, para mi sorpresa, después de tanto batallar sin éxito, se despierta la bella durmiente. —Yaaaaa... Déjame... —Kali, no te vas a dormir con el vestido puesto, ¿no? —Ya, me lo voy a quitar, pero deja de sacudirme, —Se levanta de la cama y, con un solo ojo abierto, se mete en el baño—. ¡Auch! —Se lleva la puerta puesta jajaja—. IANKOOOOOK... —¡Ay Dios! —Espera, estate quieta. —Se le trancó el vestido—. ¿Ya, tonta? —Le abro la ducha, no vaya a ser que solo abra la caliente y se derrita—. Ahora sí, te dejo la playera aquí junto a la toalla, no te rompas nada. Espero recostado, no quiero meterme en la cama del todo y dormirme por si se da contra algo más. Pestañeo, demasiado tiempo ha pasado, media hora y Kailani sigue en la ducha. Mejor voy a ver qué pasa. —KALI... —Jajajajajajaja, esta mujer es un caso perdido, tendrían que verla. Sostén no tenía, pero sí tanga y aún la lleva puesta. Está literalmente dormida contra la pared, dentro de la ducha—. Esto es increíble... si no fuera porque estás desnuda, te tomaría una foto para mi fondo de pantalla, verte a cada rato y reírme por horas... Tomo una toalla colocándola sobre mi cuerpo, sosteniéndola con mi mentón y otra toalla para envolverla. Me acerco a ella y cierro la canilla, la pego a mí y comienzo a secarla. —Kali, coopera, te vas a caer. —¿Mmm? ¿Aún no me vas a dejar dormir? —Estabas dormida en la ducha —logro decir entre risas —. Ven, vamos a la cama, ya mañana podrás bañarte. Con los ojos cerrados, camina hasta la cama y se tira como quien se arroja al vacío. Le coloco la playera y le quito la braga mojada. Claro está, que aún no he podido dejar de reír. —¡En mi puta vida le he tenido que sacar la tanga a alguien que no me voy a coger! Con mi mano en la frente y mordiéndome incrédulo, subo a la cama y me acuesto... A dormir se ha dicho. . . . . KAILANI . . Me despierto sobresaltada, sintiendo el peso de un cuerpo que no es el mío. Al principio pienso en Diego, pero rápidamente recuerdo que no fui a nuestra habitación anoche, sino que me quedé con Kook. No sé bien cuándo, ni cómo, llegué a la cama. —Kook, despierta debe ser tarde. —Literalmente tiene medio cuerpo sobre el mío—. Kook, no me dejas respirar bien... ¡IANKOOK...! —¡MIERDA! —Lo asusté jajajajajajaja—. Ahhh. —Llorisquea—. Kali, ¿por qué eres así? Aún tentada, le respondo: —Yo te llamé hasta con cariño, pero no me hacías caso. —Encojo mis hombros. —Ahora atente a las consecuencias... —Lo miro bien confusa, aun con los restos de mi risa. —Noooooooooo jajajajajajajajajajajaja basta... déjame... cosquillas noooo. —¡Síííí! ¿Te gusta gritarle a uno cuando está dormido? Aquí tienes lo que mereces.... —Basta... Kook..., jajajajajajajajajajaja, me meooooooo. —Sigue haciéndome cosquillas el desgraciado—. Me hago de verdad déjame ir, jaja jajajajajajaja. —Te voy a dejar solo porque no quiero pasar la vergüenza de tener que pedir que cambien la cama porque te hiciste pis en ella. —Me deja—. Y vete a bañar, que anoche no lo hiciste. —Me salgo de la cama y él también lo hace—. Voy a pedir algo para desayunar, ¿café y tostadas? —pregunta, mientras toma su teléfono. —Sí, está perfecto. —Le pellizco una nalga y salgo corriendo. —¡Si claro! Vas a ser más rápida que yo. —Me atrapa tomándome de la cintura—. No me provoques —me habla al oído—, que anoche tuve que ver tus tetas sin tocarlas y bajarte las bragas sin lamerte. Peor aún, no tenemos tiempo, hay que ir al trabajo... —Absorbe mi olor dando una respiración profunda en mi cuello y me suelta. Me meto al baño ya un poco excitada ¡Qué más da! Tiene razón, no hay tiempo, y luego estaremos todo el día, cansados. Esta vez, intentando demorar lo menos posible, salgo en veinticinco minutos de la ducha. Todo un récord... —¡Tenemos un problema, Houston! —Me mira bebiendo de su café, lleva un overol corto puesto que me quedaría bastante bien—. No puedo llegar vestida como anoche a la agencia. —Entonces el problema lo tienes tú. —Asiente agitando lentamente la cabeza—. Fíjate entre mi ropa. —Alza los hombros. —Eso que llevas puesto. —Toma la punta del overol y se ríe... —Lo llevo puesto, bien dijiste... —Quítatelo... —No, ni loco. —¡Ándale! No seas egoísta, ¿tu mamá no te enseñó que uno debe quitarse lo puesto, si es necesario, para ayudar a un pobre desamparado? —No, y no eres desamparada, tienes más dinero que yo, seguro. —Vamos... no seas así, me gusta, y de seguro se me verá súper cool. —Se parte de la risa en mi cara. —Seguro no. Y.… No, no tengo otra cosa corta que ponerme y hace demasiado calor —Aquí tienes, este hermoso short de jean que se te verá de puta madre —lo halago un poco mientras me acerco y le toco las piernas—. Lúcelas, que están impresionantes. —Me mira desde su altura, achinando los ojos. —Quítamelo. —Me ordena ¡Y.… ya gané! —Que conste que no quiero provocar nada. —Me hago la tonta, desprendiendo los tiradores, mirando fijo a sus ojos—. Tú solito te estás haciendo provocar... —Pongo ambas manos en el pecho y las bajo lentamente sin quitarle la vista de encima. —¿¡No me estás provocando!? —¡Ah, ah! —Niego agachándome para bajar la prenda—. Yo no hago esas cosas cuando estamos cortos de tiempo. Ni para un rapidito nos da. —Paso las manos con suavidad por sus caderas. —Kali, saca la cara de ahí. —Su respiración se torna pesada y soplo su m*****o aún cubierto por el bóxer—. Kali... mmmm, sal nena, no voy a poder parar... —¿Seguro? —Se lo acaricio— ¿Salgo? —Le doy una lamida—. ¡Está bien! —Me levanto de golpe. —Ven aquí maldita, me las vas a pagar... —Arranca la toalla de mi cuerpo y me sube a horcajadas sobre él—. Llegaremos tarde por tu culpa... Camina hasta dejarme contra la pared y, tanteando, lleva su pene a mi entrada mientras nos besamos desenfrenadamente. Me penetra sin piedad. Revuelvo su cabello soltando gemidos al sentir uno de mis pechos siendo devorado por su boca, estira una y otra vez el pezón a la par que las embestidas levantan velocidad, increíble. —Así Kook, cómeme entera.... Devórame. —Mmmmmm, ¿te gusta? —Sigue con los movimientos infernales de cadera—. Ahhhhhh, me encanta hacértelo, me vuelves loco, mmmmmm... aaaaaahhh.... —Siiiii... dame más mmmm —Meto mi pecho nuevamente en su boca, obligándolo a que lo chupe como me gusta—. Así bebé... me voy a correr. Kook... no pares ¡aaaaaahhh! ¡Mmmmmm! —Lo abrazo mientras mis espasmos y el placer enorme azotan mi cuerpo. —Kaliiiiii... siiiiii... ahhh... ahhhhhh.... Nos besamos, abrazados, sudados, ardiente en el calor que emanan nuestros cuerpos. Camina hasta entrar en el baño, nuevamente, un duchazo rápido. —¡Mierda Kook! —Cierro mis ojos arrepentida—. El condón... no lo usaste. ¡TERMINASTE ADENTRO! —¡Ay, mierda...!
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