Capítulo 2

1841 Words
-Muy bien chicos, eso es todo por hoy. Pueden retirarse, y no olviden hacer la tarea- dice la profesora Parker. En su rostro se nota el alivio de haber dado fin a otra jornada en una pieza y sin la necesidad de gritar tanto. Al oír estas palabras, todos los alumnos se ponen de pie de inmediato, como si temieran que la mujer pudiese arrepentirse de dejarlos ir tan fácilmente e impusiera otra actividad para la casa, y comienzan a abandonar el salón. Me reúno con Peter en la puerta del mismo, cuando todos han abandonado el lugar. Salir junto a todo el grupo supone empujones y golpes, bien sean intencionales o no. -¿Entendiste lo que explicó?- pregunta Peter, refiriéndose a la clase de la profesora. -Sí, ¿y tú?- respondo. Peter y yo nos encaminamos al patio central. -Sí, claro, obvio, por supuesto- responde él con demasiada seguridad, pero lo conozco y sé que miente. -No puede ser, ¡es tan fácil! Hasta un niño de cinco años lo captaría a la primera- expreso con el motivo de burlarme, aunque, para ser totalmente honesto, el tema es difícil de comprender. -Sí, ajá- responde sarcástico- Media clase no entendió nada. -Eso te incluye- lo provoco. -Cállate. -Bueno, basta de estupideces- paso una mano por mi cabello, aprovechando la pausa que hice para ordenar mis ideas y cambiar mi semblante por uno más serio- ¿Sabes? Descubrí algo sobre ti, y espero que me expliques realmente lo que pasó. -¿De qué hablas? Llegamos al patio central y tomamos asiento en una banca, la cual estaba ocupada por una chica que garabateaba algo en su libreta. -¿Piensas fingir que no sabes a lo que me refiero?- pregunto incrédulo- Sólo dilo y ya. Yo haré como que no me enteré por alguien más, y podríamos ahorrarnos una buena pelea. Eso; claro; si me dices que todo es falso. -No sé de lo que hablas. En serio, explícate mejor- dice Peter, y por su expresión, sé que no miente. Por ahora, no sabe de qué hablo. -Hoy por la mañana me llegó un texto, no importa de quién. En fin, dicho texto decía que tú le habías dicho a mi hermana lo hermosa que es, además de otras cosas. Como verás, yo decidí no creer en eso, pero me gustaría que tú me confirmaras que es falso. Ante mis palabras, Peter abre los ojos de sobre manera, sorprendido por mis palabras. Mi amigo evita mi mirada, puedo notar que está incómodo, y eso sólo puede significar que lo del mensaje es cierto, y si eso es así, no voy a estar muy feliz que digamos. -Peter... ¿es falso? Necesito que me digas la verdad. ¿Tú hiciste tal cosa?- lo presiono para que responda. Él se limita a mirarme de nuevo, más sorprendido todavía. -¿Crees que yo haría algo así? Amigo, sé que tu hermana lo es todo para ti, y soy consiente de que es menor que yo, y que sería una locura siquiera verla como algo más que tu hermana. Yo no le dije nada de eso, lo juro- dice Peter a toda velocidad. A pesar de su nerviosismo, dice la verdad, pero ¿por qué tan nervioso? -No me importa la edad. Es el simple hecho de que es mi hermana; como tú has dicho; lo es todo para mí, y seamos honestos, no eres bueno para ella. Lo tuyo es ir a fiestas y cuadrarte una chica en cada una, sin compromiso. Pero Emily es diferente a todas ellas. Eres mi mejor amigo, pero nunca te dejaría hacerle daño ¿entiendes? -Lo sé. Puedes estar tranquilo. Tu hermana es sagrada en nuestra amistad, intocable- dice Peter, más calmado. -Así es. Odiaría que destrozaras nuestra amistad por algo como enamorarte de Emily- decir la última frase me hace reír a carcajadas- ¿Tú y Emily? Imposible, son tan diferentes...- digo riendo. Peter se une a mi risa, pero se le ve incómodo. Sin embargo, decido dejar pasar su extraña actitud. -Una idea ridícula- dice él. -Totalmente- digo de acuerdo, cuando he parado de reír. -Sí- dice Peter, deteniendo su "risa"- ¿Podrías decirme quién te envió el mensaje?- pregunta al cabo de unos minutos en silencio. -No creo que sea relevante, pero fue Matheo- respondo indiferente. -¿Matheo? Claro, tenía que ser él...- los ojos de mi amigo brillan ligeramente por la furia. -¿Todo bien? Seguro lo hizo como una broma, sabes como es él- digo para tranquilizar a Peter. -Sí, pero ¿qué clase de broma enfermiza es ésta? Por favor, ¿acaso quiere que me odies?- Peter se ve algo alterado, aunque es bastante notable que intenta disimularlo. Algo me dice que no le molesta sólo el hecho de que gracias a Matheo yo pudiera odiarlo, hay otra razón. -Lo más probable es que no lo haya hecho con esa intención. Sabe que primero escucharía tu versión de todo- digo con obviedad. Conozco a Matheo, y puede ser molesto y un poco egoísta, pero no haría algo así con la intención de perjudicar. -Sí, tienes razón. Luego hablaré con él- dice Peter más calmado. Literalmente se tranquilizó demasiado rápido. Ahora está pacífico, pero en exceso. -¿Estas bien?- le pregunto. Me preocupa un poco el cambio de actitud tan brusco que está teniendo Peter. -¿Yo? Sí, claro. ¿Porqué lo preguntas? -Bueno, estabas molesto de pronto, cuando te mencioné que Matheo me envió el mensaje. Y ahora estas increíblemente pacífico, demasiado. -Ah. No, yo estoy normal. Creo que estas alucinando amigo- dice Peter con una sonrisa que pretende ser honesta, pero es notable que es forzada. -¿Pensabas ir por mí el domingo? Dijiste que lo harías- dice una voz femenina, refiriéndose a Peter. Peter y yo elevamos la mirada, encontrándonos con el rostro de Kristen, quién estudia con Emily; de hecho; son amigas. -Nunca dije eso- responde mi amigo extrañado. -¿Estas diciendo que soy mentirosa? De verdad no lo comprendo. ¿Qué pasó con todo eso que me dijiste el sábado?- le replica Kristen. -Chicos, no quiero estorbar. No pinto nada aquí, así que me voy- digo poniéndome de pie. -No tienes que irte. Quién debería irse es otra...- dice Peter, insinuando que la presencia Kristen molesta. -Íbamos a ir a cenar el domingo, tú lo dijiste- dice Kristen, ignorando mis palabras y las de Peter. -Repito, yo nunca dije eso- dice Peter, recalcando sus palabras. -Lo hiciste. Matheo me dijo que pasarías por mí el domingo. Te esperé toda la noche, y nunca llegaste. Te busqué estos tres días aquí en la secundaria, y nunca te encontré, ni a ti, ni a tus amigos- dice Kristen con molestia. -¿Matheo? ¿él te dijo eso?- pregunta Peter incrédulo. -Así es- responde Kristen, irritada por la falta de comprensión de Peter. -Ese idiota- masculla Peter furioso- ¿Acaso se ha propuesto fastidiarme la vida? -¿Eso qué significa?- pregunta Kristen sin entender. -Kristen, Matheo mintió, Peter nunca dijo que saldría contigo, lo siento- le explico a la chica frente a mí. -Entonces ¿no quieres salir de nuevo conmigo?- pregunta Kristen, haciendo referencia a Peter, su voz se oye herida. -Por ahora no, lo siento- dice Peter, poniéndose de pie para quedar a la altura de la chica. -Lo entiendo. Mentiste el sábado, no soy encantadora ni nada por el estilo, odiaste salir conmigo, está bien, comprendo- dice Kristen con la voz rota. Se puede ver que una lágrima asoma de su ojo, apunto de caer, junto con la dignidad de la chica. -Yo no he dicho eso, simplemente no quiero salir con nadie por ahora- dice Peter con suavidad. Kristen suelta una carcajada carente de humor. -No intentes engañarme. Todos en esta secundaria sabemos que tú sales con una chica diferente cada día- dice Kristen malhumorada. -Mira, esto es algo incómodo, pero de verdad no quiero salir contigo. No es que la cita del sábado hubiera ido mal, sólo que quiero... Revisar mis opciones- dice Peter. Es notable que se ha esforzado por sonar delicado, y ha escogido muy bien las palabras correctas... Salvo por la última frase. -¿Revisar tus opciones? ¿soy una opción para ti?... Claro, ¿cómo no lo pensé? Seguro tienes una lista y todo, enumerando los defectos y las virtudes de cada chica, para ver a cual te lanzas primero- dice Kristen indignada, y con cierto desprecio. -No, yo no...- comienza a decir Peter. -... hago eso...- termina Kristen por él- Espero que entiendas porqué no te creo. Que estúpida soy, ¿cómo pude haber creído que salir conmigo significó algo para ti? Es obvio que no fue nada. Lo peor, es que para mí sí supuso algo importante. Le hablé a mi mamá sobre ti ¿sabes? Y aunque no es cierto, le dije que eres un buen chico- dicho esto, Kristen da media vuelta y se va. Las personas pensarían que después de lo que acaba de pasar, se iría llorando o con la cabeza baja, pero que Peter mencionara las "opciones" pareció darle más confianza, pues ahora sabe que es demasiado buena para él, que no vale la pena siquiera hablarle. Ella se fue caminando rebosante de confianza y energía, muy diferente a como llegó. -No quiero sonar entrometida, tampoco quiero que piensen que sólo estaba escuchando lo que decían; porque no es así; simplemente que estoy aquí sentada, y quisiera o no, iba a escuchar. La cosa es que, esa chica debió haberte dado una bofetada. En serio ¿opciones? No es por nada, pero eres un idiota Peter- dice la chica que hace un rato anotaba algo en su libreta. Tras decir esto, ella se puso de pie y se fue por el mismo camino en el cual desapareció Kristen. -¿Cómo sabe mi nombre?- me pregunta Peter. -Todos lo saben. Además, creo que Kristen y yo lo hemos mencionado bastante, y ella estaba presente- digo con indiferencia. -Genial, una chica que no conozco y Kristen piensan que soy un imbécil- dice Peter con sarcasmo. -Agregame a la lista- digo, luego comienzo a caminar hacia el comedor, Peter me sigue. -Sí, gracias por darme apoyo- dice Peter con ironía. -De nada. -¿Porqué las chicas son tan difíciles?- pregunta mi amigo, a nadie en particular. -Lo mismo me pregunto- admito. -¿Todo bien con Lucy?- al oír su nombre, me siento algo culpable. Hoy ni siquiera había pensado en ella. -Supongo que sí- me limito a responder. -¿Hace cuánto no sabes nada de ella?- pregunta Peter. Parece que lee mi mente, sólo él sabe cuando miento. -Desde el lunes, creo- respondo mientras intento recordar la última vez que tuve una conversación con ella. -Amigo ¡hoy es jueves! Me parece que ya puedes dejar de llamarla novia. -Cállate. Todo está bien entre nosotros. No hemos hablado por unos días, pero eso no significa nada- digo a la defensiva. -Deberías llamarla- me aconseja Peter. -Lo sé- respondo. -En serio pensé que lo suyo sería eterno; ya sabes; como en las películas. -Ninguna relación es eterna- respondo, y me sorprendo a mi mismo al decir aquellas palabras. -No es lo que decías cuando las cosas con Lucy estaban realmente bien- replica Peter. -Estaba equivocado- respondo. En mi interior me pregunto si pienso eso honestamente. -Creo que no has encontrado la chica adecuada. -¿Qué?- miro a mi amigo con sorpresa, no es algo que él diría- ¿Te sientes bien? -También me sorprende que esas palabras salgan de mis labios, pero en parte es cierto. Supongo que cuando encuentres a esa chica, no habrán problemas, nunca. Serás feliz, y será eterno. Al menos eso dice mi mamá, y quiero creerle- responde mi amigo con un encogimiento de hombros. -Espero encontrarla pronto, entonces- murmuro, más para mí que para Peter.
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