Compañeros de Asesinato

Asesinos profesionales del Gobierno (A.P.G) En un nuevo programa de asesinos se seleccionaron 7 alumnos de una escuela prestigiosa que se especializa en entrenar a futuros asesinos para emparejarlos con otros siete que ya son profesionales, forman equipos de dos personas y los entrenan para ser “los perros del gobierno”, muchas de estas personas tienen problemas o solamente les gusta asesinar. Recién llegados: Kaede Kayano, Yuuma Isogai, Tomohito Sugino, Ryoma Terasaka, Rinka Hayami, Manami Okuda y Karma Akabane. Asesinos profesionales: Hiroto Maehara, Itona Horibe, Rio Nakamura, Ryunosuke Chiba, Ritsu, Megumi Takaoka y su líder, Nagisa Shiota. Parejas escogidas: Kaede Kayano – Megumi Takaoka. Yuuma Isogai – Hiroto Maehara. Tomohito Sugino – Rio Nakamura. Ryoma Terasaka – Itona Horibe. Rinka Hayami – Chiba Ryunosuke. Manami Okuda – Ritsu. Karma Akabane – Nagisa Shiota. Campo Central de Operaciones del A.P.G ¿Dónde está? -preguntaba un pelinegro divisando el campo con mucha desesperación en sus palabras. Probablemente no venga -dijo su compañero de también cabellos negros, con tu típica sonrisa “amable”. Le dije que le íbamos a presentar a su compañero y le resto importancia -dijo Karasuma molesto. Buenos los demás pueden irse a sus habitaciones, ¡¿Karma-kun?!- llamó el compañero de Karasuma, Koro, mientras se iba a buscar a Nagisa. ¡Aquí! - le respondió en un tono burlón, trató de caminar, más fue retenido. Creo que esto es una estupidez, que responsable es el líder de “su” equipo al presentarse adecuadamente -dijo una chica de cabellos verdes furiosa, con un tono burlón y sarcástico, tomando a Karma de su brazo. Cuidado pequeña -habló una chica rubia de ojos azules jugando con una daga. De seguro que su líder es sólo un idiota que no sabe hacer nada… Por eso no apareció -habló nuevamente la chica, todos se quedaron en silencio cuando la rubia comenzó a caminar en dirección a la chica y la tomó del cuello de su uniforme (Son los mismos que en los del anime en educación física) - No conoces a mi líder, así que no te atrevas a hablar de él con tanta naturalidad - comentó desafiante y molesta. ¡Ya basta! Nakamura-san esta bien que estés molesta, pero no comiencen una pelea el primer día de entrenamiento, Katano-san no debes insultar a Nagisa Shiota, él les gana en muchos sentidos, ahora retírense a sus habitaciones-las parejas comenzaron a a ir a sus respectivas alcobas mientras que Karasuma caminaba a su oficina seguido de Karma- Lo lamento Karma por no poder presentarte a tu compañero-se disculpó Karasuma mientras tomaba asiento en su escritorio. No hay problema, dejando eso de lado ¿No hay ninguna fotografía de mi compañero?-preguntó interesado en saber más de aquella persona. No, pero ten la llave de la habitación, es la última del pasillo a la derecha, por cierto Karma, quiero pedirte un favor: Nunca hagan enfadar a Nagisa-comentó mientras le daba las llaves al pelirrojo, este asintió con su típica sonrisa y se fue de la habitación, camino por unos cuantos segundos hasta llegar al cuarto y abrir la puerta encontrándose con una cama de sábanas azul celeste pegada a la ventana y otra de sábanas rojas carmesí no muy lejos de la contraria, también pudo observar que la habitación estaba muy asegurada. ¿Qué clase de persona eres Nagisa Shiota?-susurró para sí mismo y se recostó en la cama celeste, ésta estaba impregnada de un dulce aroma -Supongo que podrías ser un buen juguete-comentó antes de irse a la suya y notar que en ésta había un papel de color rosa pastel y unas fresas al lado de ésta, cosa que sorprendió al pelirrojo, ¿Cómo sabía de su fruta favorita? O ¿Fue sólo una casualidad? /A las afueras de la ciudad/ Los gritos y el crujido de los huesos inundaban la mansión, el temor y la angustia eran las emociones de un hombre de al menos 65 años con un revólver en sus manos apuntando a una pequeña persona de ojos ligeramente dorados, cabello celeste suelto que golpeaba suavemente sus hombros, su piel estaba llena de escamas a excepción de una pequeña parte de su rostro y una serpiente rodeaba su “frágil” cuerpo mientras que este estaba rompiendo las muñecas de los agentes que protegían al hombre con el revólver en mano, nuevamente se escuchó el crujir de unos huesos, pero estos no fueron acompañados por gritos y agonía, de hecho, el silencio se apoderó de la mansión, el niño giró un poco su cabeza para ver a su víctima con pánico y un arma a sus pies, la había tirado para poner sus manos en su cara y secar el sudor frío que envolvía su frente. -Maldito monstruo-dijo el hombre mientras volvía a tomar su revólver y apuntaba al peliceleste que se acercaba a paso lento, el menor rió ante lo que dijo el hombre, éste le miro con terror. -Dices que yo soy un monstruo cuando mató a miles de niños, incluyendo a su hija, eso es tan divertido, yo sólo te torturé hasta el final de tu vida-el celeste mostró una sonrisa desquiciada y sádica, tomó la corbata del mayor y lo acercó a su cuerpo, la pistola estaba justo en su pecho-Adelante, tienes una oportunidad para asesinarme, ¿Por qué no lo intentas?-el hombre aterrado disparó y sintió un horrible dolor en su rodilla, el pequeño había movido su muñeca hacia abajo cuando él había disparado para que se disparara a sí mismo. -¡Aghhh!-chilló el mayor -Antes de matarte, quisiera hacerte una pregunta… ¿Has visto a esta persona?-mostró una fotografía y el hombre con miedo y horror negó con la cabeza-Ya veo, bueno, fue un placer jugar contigo-el menor tomó el revólver y le disparó en un ojo, acto seguido dibujo una serpiente en el cuello del mayor con la sangre del mismo-Mi nombre está marcado, sabes cual es mi juego favorito, debes darme algunas pistas-le habló al aire mientras salía de la habitación.