Dos años antes…
La relación de Tell con Argod se había vuelto mucho más estrecha, al punto que a Argod le bastaba mirarle la cara para saber lo que esperaba que hiciera. Y en el caso de Tell, él podía saber lo que pasaba al silencioso Argod sin que este se lo mencionara.
Como era de esperarse, ambos comenzaron a sentirse mutuamente atraídos, aunque a niveles diferentes. Tell, por su parte, se veía seducido por su exquisitez y lo exótico que le parecía su cuerpo, combinación perfecta con su temperamento silencioso, eso a Argod le daba un aire de misterio. Era lo que le tenía fuertemente atraído, motivo por el que le llevaba a devorárselo cada noche.
Mientras que Argod, lo que él sentía por Tell, era algo mucho más emocional y espiritual, aunque no por eso menos valioso, que le llevaba a
