Kublai apoyado en una de las paredes veía a los bailarines practicando para los carnavales. La música le taladraba la cabeza. —Mierda. Iré a ver si lo encuentro. Al entrar al cuartucho encontró todo revoleado. Su cucha y la suya estaban destrozadas. Parecía que alguien se había dado el trabajo de romper lo poco que tenían ahí. Hubiera querido encontrarse con uno de los chicos y evitarse el viaje, pero ese día no había nadie merodeando por esos lados. Y se fuera directo para su departamento. Ahí encontró aparte de algunas ratas, las cosas de Shan. No le cabía duda. Ahí había estado él. Las personas suelen desaparecer en Gardh, era lo normal. Él mismo desaparecía, y regresaba sin dar ninguna explicación a nadie. No encontraba extraño que Shan no esté por ningún lado. Encontró unos cuantos

