Nueva vida

1255 Words
Rubí descendió por ese abismo, gracias a la lluvia había elevado el nivel del río, ella fue arrastrada por la corriente, sentía que moriría ahogada. Ella lucho contra la corriente lo más que pudo hasta que se dejó llevar. En ese momento no podia pensar en nada más que en su familia. Tenía que sobrevivir y a pesar del frío, movilizó sus brazos y piernas en el agua hasta que su cuerpo se rindió. Perdiendo el conocimiento. Como una imagen borrosa y desenfocada veía el rostro de su madre. —Mamá eres tú, ¿cómo es posible?.—dijo Rubí parpadeando. Levantándose en la orilla del lago. Que hago aquí se preguntaba Rubí a si misma. Y el por qué de que su madre fallecida se encontraba con ella, se veía exactamente igual al último recuerdo que tenía de ella. Su madre tenía un rostro de tristeza y preocupación y simplemente le dijo. —Vive...No te rindas cariño —. Una sensación de opresión inundaba su pecho,sentía que el oxígeno se perdía, Rubí luchaba por respirar. Y...De golpe abrió los ojos... Cof...Cof...Cof... Tosiendo violentamente el agua proveniente de sus pulmones. —Eso... sácalo todo cariño— expresó una voz femenina que desconocía. La mujer extraña frotaba su espalda y le entrego una frazada para que se cubra. —Donde ... estoy.—Exclamo Rubí con la voz entrecortada. Intentando determinar donde estaba. —Estas en la provincia de costa Azul.— —¡Que!.— —Así es , tu cuerpo estaba flotando en el lago y tuve que sacarte nadando, gracias a Dios sobreviviste.— —¿Quien es usted?.— Pregunto Rubí algo confundida. —Soy Amelia Montgomery.— —Gracias por salvar mi vida.— Rubí agradecida de haber sobrevivido solo podía sentirse afortunada. —Que bueno, toma este vestido y vámonos— Dijo la Sra. Montgomery. Una mujer de grandes rasgos, bonito cabello rubio y ojos verdes, su piel tenía algunas arrugas. Se vestía normal, así que no sería alguien de la nobleza. Rubí se puso el vestido, era viejo pero la mantendría caliente, estaba tiritando por continuar húmeda, más tiempo en el agua y terminaría ahogada o en hipotermia. —Vamonos.—dijo la señora Montgomery. —¿Pero adónde?.—Pregunto Rubí. —Regresaremos a mi campamento, agradece está nueva que se te ha dado, yo te salve así que me debes la vida.— Tomó de mi mano y me llevo casi a rastras a su campamento. Yo deseaba volver con mi familia, pero no tenía idea donde estaba , y ni una remota de idea de cómo llegué aquí , además estaba hambrienta. Sin techo ni comida , la Sra. Montgomery era la única opción viable para mí supervivencia. Cuando llegamos hay muchas personas, casi la mayoría de origen humilde. Llevan cadenas en los pies, niños, mujeres incluso ancianos.. La Sra Montgomery entra a un carruaje improvisado, y me hace pasar, tiene muchos artefactos y cosas de valor. —¿Qué es este lugar.?.—pregunto —Es lo que vez, te hacía más astuta.— dijo la Sra Montgomery mientras encendía una pipa para fumar tabaco. —Todas esas personas son esclavos.— —Tu también lo eres, tú vida me pertenece, y puedo quitartela.— Me amenaza. —Pero... — —Pero nada...No me importa saber que hacías muerta en ese lago, eres bonita tu belleza de algo me servirá, tal vez venderte a algún cabaret.— —No, no..no por favor.— dije suplicando y negando con la cabeza. Ella tenía guardias por todo el campamento, ví a muchos afuera. —Ese es mi trabajo, vendo a los esclavos, tu tienes una deuda conmigo, y no veo que tengas dinero para pagarme.— —Sra.Montgomery soy una simple campesina del pueblo vecino, mi padre estará dispuesto de darle cabras y ovejas, somos granjeros y... —Basta , no quiero escucharlo.— espetó cortante Uno de los guardias entró y le dijo algo al oído de la Sra.Montgomery. —Espera aquí, que tengo un visitante inesperado.— La Sra Montgomery sale fuera del carruaje, sin embargo por una pequeña rendija puedo reconocer la persona que ha venido a buscarla. Sude frío y mi corazón acaba de bombear con fuerza hacia mi pecho, me paralize del miedo al ver al Mounstro con armadura, era el General Marcus, pasaron un sin número de posibilidades por mí mente, decidí esconderme en un baúl algo grande que tenia mucho vestuario, retire una parte y me encerré, en la oscuridad... Ese hombre que hacía aquí, ¿Me estaría buscando? eso significaba que no podía regresar al pueblo, si lo hacía lo más seguro es que me encontraría y mataría. Espere minutos escondida en ese baúl oscuro. El General Marcus, tenía un presentimiento de que esa jóven no había muerto, no había forma que estuviera muerta, sin cuerpo. Estaba seguro que estaba viva escondiéndose como ratón en su madriguera, siguieron rio abajo con la esperanza de encontrarla en este pueblo pero nadie la había visto, solo le faltaba preguntar a la comerciante de esclavos. —Hola My lady.—dijo Marcus. —Y esos modales tan dulces , me sonrojara .—respondio pícara. —Estamos en busca de una fugitiva, Una chica de Veinte años tal vez, tez blanca y cabello rojo rutilante.— —Que tiene de especial esta damisela.— —Nada , en especial...Solo si la vez informa inmediatamente.— —Y que ganaré yo.— —Deja tu vanidad o podría olvidar mi caballerosidad contigo .— gruño molesto Llevaba un parche en el ojo, para que se sanará su herida. —Vale.— Marcus se marchó con una mala espina en el pecho , mantuvo los ojos bien abiertos a su alrededor por si la ve , entre esa multitud de esclavos. La Sra Montgomery regresa al carruaje, y inicia a maldecir. —Pero que mierdas has hecho con mis telas importadas , niña estúpida.— Abre el baúl, estoy temblando a morir,con lágrimas en los ojos, y cerrando mis manos ... Rubí súplica que no la entregué al General Marcus. —¿Por que ese hombre pecaminoso, esta tras de tí?.— pregunta la Sra Montgomery —Quiere violarme y matarme.—balbucee —Sabia que era un cerdo, pero esto supera mis expectativas.— —Interrumpío la boda con una docena de caballeros, fui obligada a casarme con el hijo de un noble del pueblo, pero al ser campesina , el general reclamó su derecho de la Prima Nocta, me acorralaron para tomarme, entre todos sus soldados, yo ví la oportunidad de sobrevivir así que me lanze del precipicio, y no pienso volver con ellos , prefiero matarme .— respondí con determinación. —No voy a entregarte a ese hombre, el no pagará ni un solo centavo por ti, para él tu le perteneces, y no estarás a salvo aquí, no tienes opción, debo venderte.— Rubí no sabía que pensar al respecto, se escuchaba como si deseara ayudarla pero con un precio de por medio. Al fin al cabo era una comercializadora. —Sigues siendo casta, no es así, Marcus no llegó a tocarte.— —No, le hice esa herida en la cara para huir.— La Sra.Montgomery sonríe. — Eres valiente niña, me recuerdas a cuando tenía tu edad.— —Come algo, y descansa partimos en media noche.— —¿Adonde?.— —No hagas preguntas y solo haz lo que te digo y estaremos bien.—
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