Capítulo 3

1858 Words
Iba viendo por la ventana, con la mirada perdida, aún no podía creer lo que acababa de suceder, varías veces tuve la intención de decirle a Pit que diera la vuelta, me arrepentía cada dos segundos, todos estos sentimientos dentro de mí me estaban consumiendo, quería llegar rápido a la casa y romper cosas. En ese momento sonó mi celular, era mi línea de emergencias, era Tarsi mi asistente provisional en la oficina, en realidad era la secretaria de Paul, mi gerente de ventas. Tome la llamada, pues le dije que la única forma que me llamara es que se estuviese quemando la oficina completa, quizás solo eso me faltaba para completar mi día. —¿Dime Tarsi? ¿Qué es tan urgente para que me llames a esta hora de la mañana? —Lo… siento señor —se escuchaba su voz temblorosa —aquí hay unos señores del departamento de justicia que quieren hablar con usted me pi…dieron que lo llamaran. Suspiré profundo. —¿De dónde salieron? ¿Qué haces aquí en mi oficina? ¿Acaso les preguntaste? —Si sí señor, ya le he preguntado, también le dije que si tenían cita previa, pero no dicen nada, solo dicen que tienen que hablar uno junto directamente con usted, y la verdad no sé qué hacer en estos casos. —No te preocupes, reprograma mi agenda, cancela todas mis citas, que yo me dirijo para allá. —Y algo más señor, me dijeron que es asunto confidencial, por lo cual no puede mencionarse a nadie. En ese momento me dio mucha curiosidad, esos argumentos no eran válidos, cómo que no iba a llamar a nadie, qué era que era un asunto confidencial, > —¿Y cómo se supone que entraron a mi oficina sin llamar la atención de los propios empleados? ¿Acaso van vestidos de payasos? —No señor Borbons, cómo andan vestidos de traje, se hicieron pasar por clientes, en la recepción. —A mi, esto me da mala espina ¿A ti no? —Si señor por supuesto. Estuve a milésimas de obedecer lo que me había indicado, sin embargo, podría tratarse también de una campaña en mi contra de mis empresas adversaria para desprestigiarme, por lo cual mi abogado estaba dispuesto a mediar en contra esto. Pero una parte de mí también pedía discreción, estaba entre la espada y la pared, aunque mi abogado tenía un contrato de confidencialidad, también estaba el poder se le escapa algo en cualquier momento. Quise manejar esto lo más callado posible, es por eso que tenía que hacer unas llamadas importantes, de la única persona qué sabía que podría ensuciarse las manos y que no me delataría. —Esta bien, haremos lo que ellos nos piden, diles que estoy allí en treinta minutos. —Entendido señor Borbons. —Cambio de planes Pit estaciónate en la estación de servicios más cercana. —Entendido. Lo bueno de Pit, era su constante silencio, sabía que todo lo que se hablaba dentro del automóvil, quedaba allí, pues así me lo había demostrado los últimos meses que había trabajado conmigo. Muchas veces pensé que solamente estaba desconectado y no le importaba para nada mis asuntos; pero aún así era bueno sentirse seguro y a salvo de cualquier comentario qué se pudiese suscitar. El auto andaba a paso rápido, pues se había entendido el carácter de urgencia, Pit había puesto el GPS para encontrar la estación de servicio más cercana. Lo malo de las horas picos, era que todo estaba colapsado, así que tenía que tomar vías alternas cortando dentro de la ciudad, pasando algunos baches en el camino. Volví a tomar el teléfono, busqué los contactos pasando el dedo de abajo hacia arriba. Cuando encontré al detective McKeen, hice el marcado. Repicaba, y repicaba, hasta que contestó. —¿Qué rayos te pasa? —le pregunté, antes de que dijera alguna palabra. —¿Me pasa de qué? —bramó Mckeen, pues ya estaba a la defensiva, y no lo culpo, por mi forma de preguntar. —¿Por qué me mandas hombres a mi oficina personal? —te he dicho qué los negocios entre tú y yo los cerremos en un sitio alejado de nuestro entorno. —¿Qué dices Rodrigo? Yo no he mandado a nadie —respondió con un tono de reproche. —¿De quien son esos hombres entonces? ¡Averígualo ya! —Déjame… Colgué el teléfono antes que dijera algo más, estaba muy molesto en ese momento como para escuchar excusas. —Llegamos pri… señor. —Lo miré en ese momento Pit me sonrió, y una leve sonrisa salió de mí, lo cual me sorprendió bastante, ya que mis ánimos no se encontraban en la parte positiva en ese momento. Cuando miré por la ventana, era la estación de servicios mas deprimente de todo el estado de California, volví a mirar a Pit. —Usted me dijo el más cercano —encogiéndose de hombros —pero si quiere lo llevo a otro lugar. —No, ya estamos aquí, no hay tiempo. Me bajé de la camioneta, Pit también se bajó, la maleta se abrió automáticamente subiendo lentamente, abrí una maleta donde tenía ropa para emergencias como esta, siempre vivía ocupado, y de vez en cuando me salían viajes de emergencia, siempre estaba preparado para todo. Me miré para ver si parte de mi atuendo que llevaba en ese momento se podía salvar, pero todo estaba completamente arruinado y sucio. Tome una caja de toallas húmedas, unos pantalones grises azulados y una camisa blanca, mis zapatos estaban salvables aún. Había un letrero de medio lado hecho a mano que decía: baño, empuje con el pie la puerta, en el momento que salió un hombre caucásico de grandes bigotes, algo grande, tenía pinta de ser un camionero, cuando nos vimos en la puerta, levantó la cabeza en señal de saludos. —Buenos días —le dije. Al entrar al baño, había un olor a rata muerta en descomposición mezclado con aguas negras residuales, no había nada en mi estomago y aún así me provocó vomitar «bonita forma de empezar mi día». Abrí la puerta de uno de los inodoros, pero mientras los iba abriendo uno por uno estaban todos llenos de excremento, quería salir corriendo del lugar, mezclado con las nauseas que me había provocado por segunda vez. Opté por vestirme afuera, me quité un zapato, pero volví a colocar mi pie encima del mismo, luego lo hice con el otro, manteniendo el equilibrio. Me quité el pantalón con un éxito total, en ese momento volví a recordar la escena del baño de Sharon, perdí la noción del tiempo, no coloqué bien el pantalón en posición enredándome me tropecé y caí al suelo de boca. Cuando me di cuenta tenía mis labios pegados al suelo, y así literalmente me sentía lleno de estiércol. Cuando la puerta se abrió de repente quizás el ruido fue grande porque entró Pit rápidamente. —Venga lo ayudo señor, permítame. Me ayudó levantándome de un brazo. —¡Vaya esto apesta! Me quedé mirándolo fijamente, me sentía asqueroso. Me termine de vestir, subiéndome el pantalón. Tome varias toallas húmedas, casi el paquete completo, y me lo metí en la boca, sintiendo el sabor del alcohol hasta trague un poco, para ver si me limpiaba por dentro, me limpié bien el rostro. Salí del baño, Pit estaba montado en la camioneta, cuando me vio iba a salir, le hice señal para que se quedara montado allí, fui a la maleta nuevamente y elegí una corbata, la cual me coloqué y tome el saco colocándolo en mi hombro. Tomé mi celular colocando la cámara frontal, me vi, y no estaba nada mal, para todo lo que me había pasado. Pero en ese momento sonó de nuevo mi teléfono celular. —Dime McKeen. —Son unos hombres de seguridad nacional, hable con el Fiscal General, pero me dice que es clasificado ¿Has hecho algo que deba saber? —¿Qué yo sepa no? —Bueno mantenme informado a ver si puedo hacer algo por ti, si la situación se sale del control, voy a llamar al alcalde, que seguramente que no quiere que a su hombre le pase algo malo. —¡Esta bien te mantengo al día, pero todo debe de tratarse de un error! —¡Listo señor! Dígame usted. —¡Vamos Pit! Me monte en la camioneta, y Pit arrancó, estaba buscando en mi cabeza algo malo que haya hecho, y no, siempre trataba de no mezclarme en negocios turbios y realmente no tenía la necesidad, ya dinero tenía, solo debía mantenerlo, no acumular más. Había hecho tratos con el alcalde, donde nos quedaban buenas ganancias, pero esas cosas siempre pasaban. —Al llegar al norte de Burbar, entre la avenida ocho y nueve se encontraba uno de los edificios de mi empresa, de veinticuatro metros de altura, mi oficina quedaba en el último piso. Pit siguió directo al estacionamiento, el cual se dividía en cuatro niveles, cuando pasamos por seguridad al ver la camioneta corrió Santiago, un hombre regordete, vestido de guardia de seguridad con un traje de color beis, me saludó sonriéndome. —¡Buen día señor! —y me hizo un saludo como si yo fuese un marine. —¡Buen día Santiago! —¿Cómo está la señorita Sharon? —me dijo. —¡Oh esta muy bien! gracias —le dije tragando amargamente. —Me la saluda, ella es todo un ángel. —¡Por supuesto! —le contesté con una sonrisa falsa en mi rostro. Y de pronto subió la barrera de seguridad que había en el camino. Cuando el carro se detuvo Pit se bajó para abrir la puerta, pera ya lo había hecho. —Gracias —le dije. Corrió a pedir el ascensor, a los segundos se abrieron las puertas del gran ascensor. —Estacionamiento principal —dijo la voz de una mujer robótica. Pit se alejó, entrando yo solo, marque el numero veinticuatro, cerrándose el ascensor. Cuando iba entrando la gente me veía y cuchillaba a mi espalda, al voltear, se quedaban callados y miraban en diferentes direcciones, en este edificio trabajaban no menos de quinientos empleados. Cuando divisé a través del limpio cristal transparente de las oficinas, había dos hombres en mi oficina, vestidos de traje n***o y con lentes. Estaban tocando algunas de mis cosas, lo cual me alteró un poco antes de darle la oportunidad de conocerlos. Una mujer de aproximadamente cincuenta años corrió a mí, iba vestida de traje ejecutivo azul celeste, llevaba anteojos de media luna, con un tirante que llegaba a su espalda, tenía unos enormes ojos verdes, lo cual me da la impresión de vez en cuando que parecía un sapo, era un poco regordeta, su mirada no ayudaba cuando te miraba fijamente, llevaba un gran moño en su cabello castaño oscuro, en la parte alta de la cabeza, y zapatos negros de puntas. Iba caminando dando zancadas mientras movía su gran trasero. —Menos mal que llegó señor Borbons, estos hombres parecen estar algo molestos. —No te preocupes Tarsi, yo me encargo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD