Pero algo en la manera en que Duane se comportaba hizo que Daniel lo pensara dos veces.
"No vale la pena... vámonos", dijo Daniel, dándose la vuelta. "¡Esto no ha terminado, Manny!", murmuró, fulminando con la mirada a mi hermano.
Duane se rió entre dientes mientras los veía alejarse, y luego se acercó a mi hermano, que miraba fijamente sus pies, "¿Estás bien?"
"S-Sí..." Manny asintió. "Gracias, Duane".
"La próxima vez que esos idiotas te molesten, solo házmelo saber..." Duane sonrió, dándole una palmada en la espalda a mi hermano pequeño, "¡Te cubro las espaldas!"
Manny asintió y lo miró. "Gracias, Duane, de nuevo", murmuró en voz baja antes de mirarme con una débil sonrisa. "¡Lo siento, Kayla!"
"¿Por qué no te vas? Tengo algo que hablar con tu hermana", sugirió Duane y Manny asinti
