Al pensar en el detalle, de ver Ciro agarrando a Aurora así con las piernas en direcciones contrarias, Adhalpe se extralimitó en el enfado. El corrió hacia la bodega y encontró a Ciro descansando sobre un taburete, su mirada al entrar a la bodega, había cambiado. —Es verdad que querías que te cogiera, pues déjame decirte que tendrás lo que deseaste. —De ahí que uno siempre dice que "hay que tener cuidado con lo que se desea, porque eso se puede cumplir" —¡Mírame cuando te hablo! —gritó Adhalpe muy enojado. —¡Adhalpe, solo cálmate! Basta con que te diga que ella se lo disfrutó y lo tomó muy bien —dijo Ciro. —¿Crees que puedes venir y tomar lo que es mío? ¡Pues te equivocas! Ella es mía y no voy a dejar que nadie ensucie su cuerpo ni su estabilidad emocional. —Mira —dijo Ciro, algo as

