Entre el orgullo y el deseo

472 Words

—Bajen a comer, Osvaldo. La estaré esperando cerca de la piscina… nos vemos dentro de un rato, bebé —le dijo a Amalia, y ella, con las mejillas encendidas, le respondió con un tímido “adiós” agitando la mano. —¿No vas a bajar, Ken? —preguntó Amalia al sentarse en la cama, acariciándole suavemente la cabeza. —No, baja tú y disfruta de tu vida —respondió Kendra, con un tono seco y distante. —Pero, Ken, no seas así, por favor. Y no me hables mal… yo solo quiero disfrutar y al mismo tiempo amar a alguien. Quiero estar contigo, como siempre —rogó Amalia, con voz temblorosa. —Pues ve y disfruta, que te estoy diciendo. Además, Robert no es el hombre indicado para ti. No olvides que es un mafioso de mierda, igual que Osvaldo. Y tú sabes bien que esos hombres toman a las mujeres cuando les da l

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD