La Estrategia del León
- ¡Majestad!
Llamó Don entrando a la sala de descanso del campo de plata a toda carrera donde había agua y comida a disposición para el que estuviese entrenando considerando que los magos siempre viajaban con pocas cosas.
Kairon estaba tomando agua cerca de Saros quien se ajustaba el protector del brazo
- ¡Don! - exclamó Ciro sorprendido - No puedes entrar sin anunciarte.
- Es urgente, el joven maestro … - comenzó a decir, pero la figura de Alex se recortó en el dintel.
- ¡Vaya cuñado! - le dijo a Kairon apoyándose despreocupado en el marco - He tratado de hablarte y al fin pude encontrarte aquí.
- ¡Alex! - exclamó Kairon saludándolo efusivamente - ¿Por qué no usaste un círculo de comunicación?
- Yaina monitorea las comunicaciones del gremio y las de la mansión ya sabes, por los negocios. - se rio - No quería preocuparla antes de hablar contigo.
Alexander miró a los hombres detrás de Kairon y dudó, haciendo que el joven se girara rápidamente.
- Este es el archiduque Gahné y su escolta Sir Ciro. - ambos se inclinaron - Les presento al Marqués Caldwell, Alexander York, hermano de mi esposa. - El joven los saludó de regreso.
- ¿Y mi hermana?¿Está en el taller de diseño?
- Solo vine yo. - se excusó el emperador rápidamente - Debo regresar pronto por lo que hablemos aquí. - vio como Alex miró a los hombres de nuevo y suspiró.
- Si están aquí es porque conocen la identidad de Yaina. - asintieron - Y, por lo que a mi respecta esta es una información que también les afecta. -dijo mirando a Saros.
Se acercó a una banca y se sentó para mirarlos mientras Don cerraba la puerta y se quedaba cerca para impedir que nadie entrara.
- Estaba en el gremio de visita y se acercó una cliente pidiendo ayuda. - comenzó a decir.
- ¿El gremio en el imperio? - preguntó Kairon. Alex asintió.
- La cliente era la hija del Marqués Moore. - vio cómo se sobresaltaron - Nos contó una historia interesante sobre como su padre ha usado espias y usó a tus cercanos para hacerle daño a la emperatriz y volverte loco a tí.
- Me acabo de enterar hace poco. Yaina lo descubrió primero. -
- Esa es mi hermana... - le dijo orgulloso - Con la información que nos dio descubrimos que secuestró a la familia de tu secretario para controlarlo y rastreamos a un mago que preparó unas joyas que la misma dama les entregó a cada uno.
- Era un hechizo de separación y discordia. - dijo Kairon.
- Oh, maldito bastardo. Espero que estés arreglando las cosas con mi hermana o la llevaré de regreso a Odea. Con Maya embarazada y lo territorial que se ha puesto no te dejará acercarte ni a millas de distancia.
- Estoy trabajando en ello, Alex. - le dijo críptico y Alex hizo una mueca, pero no insistió.
- También supimos que perdió la posición con su propuesta para manejar el brote y los presupuestos asociados que pensaba utilizar para agrandar sus bolsillos. Hablamos con tu secretario y nos dijo que iba a matar a su familia, pero el Maestro de Magia y Sir Arak los rescataron justo a tiempo llevándose a los secuestradores para sacarles la verdad.
Kairon no respondió.
Eso lo desconocía.
Tanto el barón como Marcus habían confesado sus acciones en cuanto regresó al palacio, pero el enterarse de la razón por la que los hombres actuaban tan diferente a lo que recordaba y con la declaración de las joyas podrían juzgar al contratista y al mago. Sólo bastaba que Yaina despertara para localizar al mago.
- ¡Maldición! - gruñó molesto - ¡Maldito bastardo! Ha manejado los hilos todo este tiempo.
- Cuando interrogué a tu secretario, me dijo que el mago lo había buscado y que ya tenía los antecedentes, que sólo siguió las instrucciones que le dio para no arriesgar a su familia y que no sabe a donde fue llevada ya que el mago que lo ayudó le dijo que no los regresaría hasta que no se tuvieran pruebas suficientes para arrestar al marqués.- continuó Alex - Además, la hija del marqués está dispuesta a testificar siempre y cuando se le asegure su seguridad ya que su padre al parecer se divierte maltratándola
- ¿Ella puede estar de acuerdo con él? - preguntó Saros.
- No. - dijo Alex seguro - Estuve frente a ella y vi sus ojos personalmente. Las marcas que trataba de ocultar eran reales. La golpeó. Yo estuve en una mazmorra y sé lo que es ser torturado por alguien que te odia lo suficiente, pero te necesita vivo. Son iguales. Ella está en peligro y está tratando de sobrevivir.
- ¿Y qué sugieres? - preguntó Kairon - Si la llevo al palacio eso solo le dirá al marqués que sabemos lo que ha hecho y se esconderá hasta tener otra oportunidad. Si la ocultamos en las casas seguras del gremio, podríamos hacerlo vulnerable al quedar entre una discusión de nobles. La Torre ni hablar. - se adelantó - Yaina quiere la Torre neutral en lo posible, para Odea, Yamain o quien sea. Además, arriesgaría la identidad de todos.
Alex se rio divertido.
-Vaya. - dijo aplaudiendo - mi cuñado ha crecido. - Kairon hizo una mueca - Estaba pensando en otra cosa - miró a Saros y se le acercó para mirarlo de cerca haciendo que se echara para atrás - Usaremos la estrategia del león.
- ¿La estrategia del león? - dijeron los dos al mismo tiempo.
- Ya la hemos usado dos veces y funcionó ¿Por qué no probarla de nuevo?
- ¿Cuál es la estrategia del león? - preguntó Saros.
- Una propuesta de matrimonio para la joven.
Saros abrió la boca al tiempo que se levantaba incrédulo.
- ¡¿Estás loco?! - exclamó, tuteándolo - ¡No me casaré solo para esconderla!
- Puede ser solo un compromiso. - sugirió Alex.
- ¡Conoces las leyes imperiales! - Saros hiperventilaba preocupando a Ciro - Una promesa con los sellos de las casas lo convierte en legal ¿No usó eso el emperador para tener a tu amante?
Saros cerró la boca en el acto al darse cuenta de lo que había dicho. Estaba tan sobresaltado que no lo pensó bien y menos cuando Alex se enderezó en toda su altura y lo miró con los brazos cruzados en el pecho con el ceño fruncido. Lo vio respirar profundo varias veces antes de acercarse, amenazante.
- Para aclarar. - dijo con las palabras cargadas - Es MI HERMANA, Tuvimos que fingir ser amantes porque el rey de Odea la quería para él. Jamás la toqué como piensas. - indicó a Kairon - Ella era virgen cuando se casó con el emperador.
- Es verdad. - Kairon asintió con la cabeza - No podemos darte muchos detalles de las razones por las que los Derk han hecho las cosas, pero puedo jurar por el león que yo fui el primero en tocarla como mujer.
- Me disculpo, marqués.- Saros se inclinó avergonzado - lo que dije fue inadecuado.
- Deberás disculparte con ella. - advirtió Alex acercándose a su cuñado - Si incluso tú, que ya la conoces sigues pensando así, que queda para los chismosos de la corte.
- De verdad lo siento. - dijo nuevamente.
- Eso no será suficiente. - advirtió Alex - Tendrás que demostrarlo. Mi familia está en peligro y tú adorado imperio también si Moore logra su objetivo.
Saros asintió.