Mi Adicción

Hoy empezaría mi turno en el hospital Central, estoy agradecida de haber escogido este camino para mi vida, así podré ayudar a quien más lo necesite y en especial a mi misma. Antes de empezar mi turno me coloco mi hábito a pesar de que soy solo una Postulante espero llevar mis tareas perfectamente para poder más adelante ser Novicia, por ello el hábito es tan importante quiero que todos se acostumbren a verme así y no generar malos entendidos. - Hija recuerda después de tu turno venir a casa para ir a la iglesia es el aniversario de la muerte de tus padres, me dice mi tía Maddy ella se encargó con mucho amor y devoción a cuidar de mi hermana y de mí, por ello no quiero defraudar la. - Sí tía, te recuerdo que en tres meses podría irme me lo dijo la madre superiora, después de que me nombren como Novicia me podrían enviar a otro lugar a apoyar a la comunidad. - Me alegra hija, y no te preocupes si debes marcharte a cumplir tu destino, yo me quedaré con Zoe tratando de que entre en si, ya sabes como es esa muchacha solo quiere estar en fiesta y no quiere tener seriedad y orden en su vida, lo que más quiero es que las dos tengan un buen futuro y estén entregadas a la iglesia. - Sí tía, lo sé y te lo agradezco por las dos, pero no podemos pretender que ella también escoja convertirse en monja, hay que entender que no es lo que le gusta. Y te dejo por que me voy al hospital, te quiero. Salí de allí y fui directo al hospital, hace cuatro meses me gradué como enfermera y es una de las cosas que más amo en la vida, la otra es la iglesia. El turno está lleno de tranquilo, uno que otro accidente y niños resfriados, lo que más me hace sentir plena es poder ayudar sin esperar nada a cambio, no obtengo mayor remuneraciones por mi trabajo ya que mis padres contaban con suficiente dinero y mi parte de la herencia me alcanza para sobrevivir. Salí del turno y debía ir a la iglesia, era el aniversario de mis padres, el número dieciséis y duele demasiado. Ellos murieron en un accidente aéreo cuando yo tenía diez años mi mamá era mi adoración yo soñaba ser como ella, enfermera y por ella fue quien lo hice. Mi papá tenía una fábrica de ropa, la confeccionaba, y vendía le iba muy bien ya que tuvo seis sucursales, actualmente mi tía maneja las fábricas y las ganancias las dividimos para los tres según el testamento de mi papá. Desde ese día nos mudamos a Sydney para que mi tía tuviera un mejor control de las fábricas y nosotras pudiéramos estudiar. Mi hermana tiene dieciocho años, ella va a la universidad a estudiar diseño de moda, ella es muy diferente a mi en cuanto a la personalidad de, ella es muy extrovertida, alegre mientras yo soy más introvertida quizá por los sucesos que me ocurrieron en la adolescencia. Llegamos a casa y me cambió, Mañana entro al turno de la noche así que puedo ir a apoyar a las hermanas en la mañana en el comedor comunitario, allí les brindamos comida a las personas que viven en la calle es una labor muy bonita ya que puedo revisar por encima su estado de salud. Me recuesto en la cama, Zoe salió a celebrar un examen que pasó en la universidad y yo decido quedarme a orar por ella, para que nunca le suceda lo que a mí, no dejo de pensar en mis padres si están o no orgullosos de mí, si están de acuerdo en mis decisiones y actos. Me levanto con emoción hoy es otro gran día para ayudar a los necesitados, me doy un baño relajante y seco mi cabello, este es largo color n***o azabache me llega hasta la cintura, lo recojo con una trenza y me coloco mi vestido, este es largo y ancho lo que menos quiero es mostrar o resaltar mis curvas, cualquier insinuación a un hombre está completamente prohibida, y es algo que no volveré a hacer